Cuanto más intentan ocultar la verdad, más innegable resulta. Un equipo de investigadores surcoreanos de alto nivel ha detonado una bomba científica: un estudio masivo de nueve millones de personas que expone la oscura realidad de las vacunas COVID de ARNm. Lejos de proporcionar una protección duradera, las vacunas están desmantelando sistemáticamente los sistemas inmunitarios, desencadenando un devastador denominado VAIDS: Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida por Vacuna.
Las pruebas están revisadas por expertos, las cifras son asombrosas, ¿y las implicaciones? Cataclísmicas. Una vez ridiculizado como una conspiración salvaje, VAIDS es ahora una plaga, desgarrando las mentiras de la maquinaria mediática y sacudiendo los cimientos de la confianza en la medicina misma.
Esta plaga, dicen, ya está haciendo estragos en la salud de más de mil millones de personas en todo el mundo.
Pero, aquí está el truco: si esto es real, ¿quién lo sabía? ¿Quién lo silenció? ¿Y qué planean ahora? Atentos, porque esta madriguera está a punto de volverse mucho más profunda.
Corea del Sur siguió la agenda de la élite mundial, imponiendo una de las campañas de vacunación contra el COVID-19 más draconianas del mundo.
¿El resultado? El 96% de los surcoreanos recibieron al menos dos dosis, una de las tasas más altas del planeta.
Pero ahora, a medida que surgen crisis sanitarias alarmantes, muchos se preguntan qué se les obligó a introducir en sus cuerpos, y exigen justicia.
¿Qué ocurre cuando una nación que cumplió sin rechistar empieza a plantearse preguntas difíciles? ¿Qué ocurre cuando los que están en el poder se niegan a responder?
Los políticos cómplices, los portavoces de los medios de comunicación y los llamados "expertos" médicos están desesperados por ocultar la verdad, pero la indignación no hace más que crecer. A medida que aumenta el número de cadáveres y surgen patrones innegables, la opinión pública va despertando.
Pero, a medida que crece la indignación y se desvela el encubrimiento, resulta imposible ignorar los hechos. La ciencia -la ciencia real, no la narrativa aprobada por las grandes farmacéuticas- por fin se ha puesto al día con las mentiras.
Y, los resultados, publicados en la prestigiosa revista Nature, son innegables. No se trata de especulaciones, sino de datos fríos y concretos extraídos de casi 10 millones de historiales médicos, un conjunto de datos tan amplio y exhaustivo que la mayoría de los investigadores del mundo sólo podrían soñar con acceder a algo así.
¿Por qué? Porque Corea del Sur tiene algo único: una base de datos médicos centralizada y gestionada por el gobierno que hace un seguimiento meticuloso de los historiales médicos, las vacunas y los tratamientos médicos de cada ciudadano.
A diferencia de los países occidentales, donde la fragmentación de los sistemas sanitarios y la privacidad médica hacen casi imposible realizar estudios a gran escala, esta base de datos ofrece un nivel de precisión y conocimiento sin parangón.
Esto significa que el equipo de la Facultad de Medicina Wonju de la Universidad de Yonsei no se basó en encuestas autodeclaradas, datos hospitalarios selectivos o estudios financiados por las grandes farmacéuticas, sino que trabajó con registros oficiales y datos de referencia, lo que dio a sus conclusiones un extraordinario nivel de credibilidad.
Y, lo que descubrieron es nada menos que aterrador: los casos de enfermedades autoinmunes del tejido conjuntivo -que antes se consideraban raras- se están disparando en personas vacunadas.
Los datos confirman lo que muchos científicos independientes llevan años advirtiendo: las inyecciones de ARNm COVID están degradando los sistemas inmunitarios hasta el colapso total, en lugar de reforzarlos.
Y lo que es aún más sorprendente, el estudio relaciona estos fallos inmunitarios con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida por vacunación (VAIDS), un fenómeno que antes se tachaba de conspiración pero que ahora está respaldado por uno de los análisis a gran escala más rigurosos jamás realizados.
No se trata de un estudio más. Es una prueba irrefutable. Los registros médicos de Corea del Sur, excepcionalmente detallados, proporcionan pruebas definitivas de que la tecnología del ARNm está causando daños duraderos y generalizados.
Y, aquí, es donde se pone aún peor. El estudio se alinea con los hallazgos de otros investigadores líderes mundiales de la Facultad de Medicina de Yale, que han empezado a advertir sobre los riesgos de colapso del sistema inmunitario vinculados a la tecnología del ARNm.
Pero, en lugar de investigar, los gobiernos y las compañías farmacéuticas han doblado la apuesta, impulsando más refuerzos, más mandatos y más encubrimientos.
Uno de los últimos actos de la ex directora de los CDC, Mandy Cohen, fue unirse al hombre más siniestro del Capitolio, Chuck Schumer, para imponer al público otra ronda de ARNm.
Y, si usted pensó que la estafa terminó con COVID, piense de nuevo, porque las mismas personas que crearon este lío ya están haciendo cola para su próximo día de pago.
Mientras hablamos, Moderna está lanzando una nueva vacuna "milagrosa" de ARNm, pero no para un nuevo virus. No, esta es para tratar los mismos efectos secundarios causados por sus inyecciones de ARNm COVID. Has oído bien. Rompen tu sistema inmunológico y luego te venden la cura.
Es un ciclo de dependencia perfectamente diseñado. En primer lugar, convencieron al mundo para que se inyectara una vacuna experimental que, según los datos del propio gobierno de Corea del Sur, está relacionada con el colapso inmunitario.
Ahora, se posicionan como los salvadores, promocionando una nueva inyección para "arreglar" los problemas que ellos mismos crearon, mientras se ríen hasta no poder más viendo como el precio de sus acciones se dispara.
Y, al igual que antes, apuestan por el hecho de que nadie conectará los puntos.
Este fue su primer error.
El Dr. Harvey Risch, epidemiólogo de Yale, ha estado analizando detenidamente los datos sobre la respuesta inmunitaria tras la vacunación, especialmente en el Reino Unido, donde existen algunas de las estadísticas sanitarias gubernamentales más detalladas.
Todo el modelo de negocio de la industria farmacéutica gira en torno a la creación de clientes para toda la vida, no de curas. No les interesa la salud, sino el control. Control sobre la narrativa, control sobre la política gubernamental y, lo que es más importante, control sobre tu cuerpo.
Pero, esta vez, la gente está despertando. Los surcoreanos exigen respuestas. Los denunciantes dan un paso al frente. Los profesionales de la medicina que una vez fueron silenciados están hablando.
El director de un centro de enfermería ha dado un paso al frente, arriesgándolo todo para denunciar lo que los médicos llaman ahora un "trastorno que pudre los huesos", un nuevo y aterrador síndrome que deja a los pacientes rotos, quebradizos y traicionados. ¿Y el culpable?
Según ella -y un coro creciente de médicos- no es otra que las vacunas COVID.
Esto concuerda perfectamente con el estudio surcoreano que descubrió que:
- Las dosis repetidas de vacunas de ARNm parecen reconfigurar el sistema inmunitario de un modo que los científicos apenas empiezan a comprender.
- Las enfermedades autoinmunes, los cánceres turbo y los fallos inmunitarios repentinos están apareciendo en cantidades sin precedentes.
- Y, los gobiernos y las grandes farmacéuticas se apresuran a ocultarlo.
Y. sin embargo, a pesar de todo esto, Moderna está lanzando ahora otra inyección de ARNm, una que supuestamente trata afecciones cardíacas y trastornos inmunológicos. Las mismas condiciones que no existían en estas tasas antes de su primera campaña de vacunación.
Este es un juego amañado, y piensan que no te darás cuenta.
Piensan que no te preguntarás por qué Pfizer y Moderna se han pasado a la oncología, y su próxima oleada de vacunas coincide exactamente con las crisis médicas que crearon sus vacunas COVID.
Creen que no te preguntarás por qué los mayores medios de comunicación dependen de los vínculos financieros con las grandes Multinacionales Farmacéuticas.
Ellos, piensan que no nos daremos cuenta de que todo esto fue planificado, diseñado.
Pero, han subestimado la cantidad de personas que están finalmente viendo la verdad. Y, la verdad es que esto nunca fue por la salud. Siempre fue por el control de las poblaciones.
Es hora de derribar esta máquina corrupta y llevar a los responsables ante la justicia. No más encubrimientos, no más excusas: la verdad ha salido a la luz y el ajuste de cuentas es inaplazable.
thepeople´svoice - 5 de Marzo de 2025
Baxter Dmitry
