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30 abril 2017

Los Manuscritos de Qumrán y el enigma de los esenios.







ORACIÓN DE SANACIÓN DE MARÍA SALOMÉ. (DE HACE 2.000 AÑOS)

Esta oración narrada por Marie-Johanne Croteau Meurois fue dada hace 2.000 años a María Salomé (Shlomit) por Jeshua, es decir, el Maestro Jesús de Nazaret. El texto se encuentra en los Anales Akáshicos de donde fue recogido por Daniel Meurois y traducido al arameo Qumran por Claude Vibert.


Esta oración se dirige hacia la curación del alma y del cuerpo.

“… me pidió que repitiera con Él una oración, una antigua oración que al parecer Le habían enseñado cuando aún era niño. Si todavía la recuerdo hoy, es porque me la hizo repetir muchas veces y desde entonces nunca me ha abandonado. La llamaba… La oración de sanación.”

Señor, enderézame y expulsa de mí toda la mala hierba a través de los vientos de la vida.
Extrae de mí la mejor semilla y ayúdame a plantarla incluso en el suelo más rocoso.
Señor, enderézame y dame la fuerza para sonreír tanto a la lluvia como al Sol.
Condúceme ahí donde los surcos de la tierra me fortalezcan y donde mis pasos puedan hablar de Tu Presencia en mí.
Señor, enderézame y enséñame la sonrisa que sabe hablar a los que llevan la tempestad en ellos así como a los que lloran.
Penetra en el hueco de mis manos con el fin de que en Tu Nombre sean curadas las heridas de los que sufren.
Señor, enderézame y haz de mí el oído que recibe Tu Voluntad, la mirada que ofrece Tu Amor y el eco que reproduce Tu Palabra.


Extraído del libro “El testamento de las Tres Marías”, de Daniel Meurois.

¡La actividad humana ha acelerado 170 veces el cambio climático!


La temperatura en la superficie del planeta crece más deprisa que en los últimos 7.000 años.

En los últimos 45 años, la humanidad ha modificado el clima de la Tierra 170 veces más deprisa que la media de los 7.000 años precedentes, ha descubierto un estudio. Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado la temperatura 1,7ºC por siglo, muy por encima del 0,01ºC por siglo de lo que lo hacían las fuerzas naturales.

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En los últimos 45 años, la humanidad ha modificado el clima de la Tierra 170 veces más deprisa que la media de los 7.000 años precedentes, según un artículo publicado en The Anthropocene Review, del que informa la Universidad Nacional de Australia en un comunicado. 

El dato ha sido aportado por un algoritmo que mide la evolución del impacto medioambiental de las actividades humanas sobre el planeta,  al mismo tiempo que realiza proyecciones sobre posibles evoluciones futuras. 

En su estudio, los científicos Will Steffen y Owen Gaffney han analizado a la Tierra como un sistema integral y complejo y estimado el impacto de las actividades humanas a través de la llamada 'ecuación del Antropoceno', creada por estos investigadores. 

Steffen explica que "en los últimos 7.000 años, las fuerzas naturales que han impulsado el cambio han sido astronómicas -cambios en la intensidad solar y cambios sutiles en los parámetros orbitales-, junto con los volcanes", provocando un aumento de la temperatura de 0,01ºC por siglo. 

Sin embargo, “las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre en los últimos 45 años han aumentado la temperatura a 1,7ºC por siglo, muy por encima de la tasa de origen natural", añade. 

Steffen precisa que las fuerzas astronómicas del Sistema Solar o los procesos geológicos no han desaparecido, pero que sus impactos en un periodo de tiempo tan corto son ahora "insignificantes" en comparación con la influencia humana. 

"Cristalizar esta evidencia en la forma de una ecuación simple da a la situación actual una claridad que la abundancia de datos diluye a menudo. También coloca el impacto humano contemporáneo en el contexto de las grandes fuerzas de la naturaleza que han impulsado la dinámica del sistema de la Tierra durante miles de millones de años". 

El profesor Steffen añade que la humanidad todavía tiene la posibilidad de prevenir el cambio climático catastrófico, pero que el tiempo se está agotando rápidamente. 

"La economía mundial puede funcionar igualmente bien con cero emisiones, y las investigaciones muestran que podemos alimentar a 9.000 millones de personas -la población mundial proyectada para 2050- y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al mismo tiempo", dijo.

El Factor H 

Antes de que el ecosistema terrestre sufriese un impacto global significativo a causa de las actividades humanas, había tres elementos que regulaban el medioambiente de nuestro planeta: las fuerzas astronómicas, las fuerzas geofísicas y las dinámicas internas. En la época actual, conocida como Antropoceno, la actividad humana ha relegado a un segundo plano a estas fuerzas naturales. 

Al constatar esta evidencia, los investigadores han elaborado su ecuación estimando que la actividad humana, a la que denominan Factor H, se ha convertido en la principal fuerza que influye sobre el medio ambiente del planeta. 

En su ecuación, el Facfor H integra elementos como el aumento de la población humana, los modos de vida (especialmente el consumo de masas) y la tecnología. 

Integrando todos estos elementos en una fórmula, se descubre que la actividad humana  ha modificado las condiciones naturales de la vida en la Tierra 170 veces más deprisa que lo hacen las condiciones naturales, hasta tal punto que la temperatura en la superficie del planeta sube hoy más deprisa que en los últimos 7.000 años. 

Efectivamente,  después 1972  la temperatura media global en superficie ha aumentado 1,7 grados por siglo de media, cuando antes de la revolución industrial, esta temperatura descendía en la misma proporción cada cien años. 

Lejos de vivir en un  planeta resiliente, capaz de superar sus propios traumas, vivimos en un planeta que está en estado de alerta, señalan los investigadores. Añaden que su investigación “es una declaración inequívoca de los riesgos que toman las sociedades industrializadas en un momento en el que la acción es vital” para su supervivencia.

Fuente:/T21

La ONU advierte sobre la posibilidad de una guerra nuclear "por error".


Una explosión nuclear

La ONU advierte sobre el aumento del riesgo de una guerra nuclear, que podría comenzar por error debido a la falsa activación de los sistemas automáticos de detección temprana de misiles balísticos u otros sistemas de vigilancia militar.

Numerosos estados del mundo disponen de una gran cantidad de componentes de alta tecnología que se pueden utilizar con fines militares. Son satélites, aeronaves no tripuladas y varios sistemas de radar que se comunican entre sí a través de las redes informatizadas.
Así, como resultado de un fallo de uno de estos sistemas, algún país puede confundirlo con un verdadero ataque de misiles y contraatacar. Estos errores pueden desencadenar una guerra nuclear real y eliminar la vida en nuestro planeta.

El Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme —UNIDIR— publicó un informe que destaca que los riesgos de una guerra nuclear 'equivocada' crecen a medida que aumenta el número de sistemas automáticos complejos en los arsenales bélicos de los países.

Según el informe, "una mayor dependencia de sistemas automatizados puede conducir a la confianza errónea, además de introducir nuevos puntos de vulnerabilidad".
El documento afirma que en la actualidad muchos países pequeños se están convirtiendo en potencias nucleares sin disponer de sistemas de control adecuados. De esta manera, los nuevos poseedores de las armas de destrucción masiva no serían capaces de defenderlas ante la amenaza terrorista.

No obstante, incluso los países más grandes pueden sufrir fallos en sus sistemas militares. Así, el informe recuerda el incidente del Equinoccio de Otoño del 26 de septiembre de 1983, que pudo ser el último día de vida en nuestro planeta.


El hombre que salvó al mundo del 'Juicio Final'
En aquel día otoñal, el sistema de detección de misiles de la URSS registró una amenaza en forma de cinco misiles nucleares supuestamente lanzados desde el territorio de EEUU en dirección a la capital rusa. Según el protocolo, si se detectaba un lanzamiento, el país soviético tenía que responder con sus propios misiles.

El teniente coronel Stanislav Petrov, responsable de monitorear el sistema en aquel momento en el búnker Sérpujov-15 de Moscú, pensó que había algo muy raro. Le pareció que si Washington tenía planeado lanzar un ataque global, no tenía mucho sentido hacerlo con tan solo unos misiles. Y él ignoró la amenaza en vez de alertar al mando, esperando hasta que los radares confirmaran la amenaza.
Finalmente, el radar confirmó que no se había producido ningún lanzamiento. La investigación posterior reveló que había un error en el sistema de detección de misiles. Así el teniente coronel Petrov salvó a la Tierra de una guerra nuclear. El incidente se dio a conocer solo en 1998 y no fue hasta 2004 que le concedieron el Premio al Ciudadano del Mundo (World Citizen Award).

No obstante, es muy probable que este tipo de incidentes vuelvan a ocurrir en el mundo moderno, en condiciones de una tensión geopolítica entre Rusia y los países occidentales o entre EEUU y Corea del Norte.

Amenaza de hackeos.
Las conexiones digitales entre las armas nucleares y otros sistemas, generan un riesgo adicional de que se desencadene un conflicto nuclear accidental.

"El mito de que las instalaciones nucleares están físicamente aisladas —en otras palabras, no conectadas a la red— va desapareciendo", dice el informe.

De esta manera, para emprender ataques contra instalaciones nucleares, los hackers pueden utilizar las redes virtuales privadas —VPN—, que les permitirán aprovechar las vulnerabilidades de los sistemas informáticos.

Además, existe el riesgo de que hackeen las redes internas de WI-FI de las bases militares o arreglen entregas de hardware y software con virus incorporados.

Los submarinos nucleares también están conectados a la red y reciben datos de la temperatura o la salinidad del agua por medio de señales electromagnéticas. Estas hacen que los sumergibles se vuelvan vulnerables a las interferencias externas.
Así, un hacker potencial puede hacer que un submarino nuclear reciba una señal de ataque errónea, lo que, por su parte, provocará que la tripulación tome medidas recíprocas.

De esta manera, los autores del documento concluyen que todos los sistemas militares, incluidos los sistemas de comunicación entre el mando y las plataformas de lanzamiento, se encuentran bajo la amenaza de desatar una guerra nuclear por error.

Tanto las anomalías naturales, como terroristas y hackers pueden provocar una falsa alarma de los sistemas automatizados.

Fuente:/sputniknews
21 Abril 2017

29 abril 2017

Karma: ¿castigo o aprendizaje?


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Cuando hablamos de karma, muchas personas lo interpretan como un castigo que nos toca pagar por cómo hemos obrado en vidas anteriores. Creo que debemos rechazar esta visión y ver el karma como un aprendizajepara que siga evolucionando nuestro espíritu, nuestro cuerpo esencial, nuestro yo superior, o como prefieras denominarlo. Dependiendo del número de vidas que haya tenido el cuerpo esencial, nuestros retos en esta vida tendrán un mayor o menor nivel de dificultad.

Antes de nacer, cada uno de nosotros traza el plan de cómo debe ser nuestra próxima vida en función de las asignaturas pendientes que debemos superar para seguir evolucionando. 

Elegimos el país donde vamos a vivir, su situación política y económica, las personas con las que vamos a relacionarnos y el tipo de familia en que viviremos. 

Si una persona debe trabajar la inseguridad de vidas anteriores, para su próxima existencia no va a escoger a unos padres perfectos ni decidirá no pasar problemas económicos. Lo más probable es que se ponga retos como la separación de los padres, unos padres que nunca le apoyen o una escasez de recursos que le obligue a trabajar para poder costearse los estudios. Otra persona tendrá que trabajar otras cuestiones distintas (la autoestima, el egoísmo, la avaricia, etc.)

Lo que ocurre es que, cuando nacemos, perdemos la memoria y nos olvidamos del proyecto que hemos venido a desarrollar y de los aprendizajes que debemos realizar. En esta vida tenemos el libre albedrío y corremos el riesgo de alejarnos del proyecto que hemos diseñado antes de reencarnar. 

Si no recordamos qué hemos venido a hacer aquí o cómo debe ser la relación con las personas que nos rodean para poder evolucionar, tampoco sabremos interpretar por qué hemos contraído una determinada enfermedad o el motivo por el cual tenemos problemas de pareja, por citar algunos ejemplos.

Las experiencias dolorosas son para detenerse y reconducir nuestra vida según las indicaciones del cuerpo esencial. En cada vida tenemos asignaturas aprobadas y otras suspendidas, que tendremos que recuperar. Si las relaciones que tenemos con los demás no culminan como habíamos decidido antes de nacer, deberemos retomarlas en las siguientes vidas. Así pues, el karma es la suma de asignaturas pendientes y de las relaciones no concluidas. Las enseñanzas se irán repitiendo tantas veces como sea necesario para que podamos superar determinadas actitudes o relaciones.

Pero no todo son adversidades. También hemos venido aquí para experimentar ilusión, pasión y alegría. En tu existencia actual, si has evolucionado lo suficiente y has compensado los errores de vidas anteriores, entrarás en el dharma. Es el regalo que te ofreciste antes de nacer: evolucionar desde la alegría, desde la felicidad y desde la facilidad. No es una utopía, es posible. 

Estarás en una vibración que te permitirá vivir en armonía y paz. Sabrás vibrar con cualquier cosa que te rodee y extraer la parte positiva a todo lo que te ocurre. Serás un faro para las personas de tu alrededor. Cuando una persona está en dharma, no pasa desapercibida. Los demás sienten aquella armonía del mundo interior. Otros querrán alcanzar ese nivel de evolución.

por Griselda Vidiella

ALZHEIMER… (POR DANIEL MEUROIS)


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¿Quién hoy día, no ha oído hablar de la enfermedad de Alzheimer?

Todos, o casi todos, tenemos en nuestro entorno familiar a alguien que padece esta enfermedad o conoce a una persona que está afectado por ella.

Todos sabemos hasta qué punto es trágico y doloroso, no solo para el que la padece sino también para su familia y amigos.

Fue reflexionando, la otra noche, sobre esta tragedia individual y colectiva, que me puse de repente a cambiar de altitud… Es decir, que posé una mirada diferente sobre algunos de los síntomas dolorosos que manifiesta actualmente nuestra especie.

Sí, por espacio de unos segundos, fue como si me hubiera sentido invitado a mirar a través de los ojos de uno de esos grandes Seres que, desde su nacimiento al verdadero estado de Humano, nos observan e intentan pacientemente ayudarnos.

Fue una expansión de mi conciencia breve, cierto, pero que desgarró súbitamente una especie de velo en mí.

Entonces nos vi a todos nosotros, nos vi realmente, a nosotros aprendices humanos de la Tierra, aquejados de una forma insospechada de la enfermedad de Alzheimer.

Nos observé, parcial o completamente amnésicos, con pérdida de identidad y de referencias, errantes aquí y allá, interrogándonos sobre nuestro origen y poco aptos a centrarnos con coherencia sobre el menor objetivo digno de ese nombre.

¡Oh, esa percepción no duró más que unos instantes! Sin embargo fue tan potente y tan esclarecedora que no pude dejar de decirme:

“Sí, es exactamente eso… es el fondo de nuestra alma la que está afectada por su propia enfermedad del Olvido… La mayoría de nosotros da palos de ciego, a menudo aquejados de una retahíla de trastornos obsesivos y compulsivos, teniendo raramente una meta, generalmente desprovistos de interés y de recuerdos en cuanto a nuestra Fuente y finalmente ignorantes en cuanto a nuestra alma y su verdadera familia.”

En resumen, nos he visto con nuestro pasado que parece un enigma, con nuestro futuro sin proyectar y con nuestro presente mermado del que somos incapaces de gozar, aunque solo sea sembrando en él un poco de alegría.

¿Dramático? En cierto modo, sí, por supuesto… si no fuera porque una enfermedad, sea cual sea, tiene la virtud de enseñar, aunque la rechacemos, aunque pretendamos reírnos de ella, aunque nos rebelemos. Tarde o temprano, una enfermedad nos remite a nosotros mismos, frente a nuestros defectos y a nuestros abismos de inconsciencia.

La imagen es clásica, cierto, pero por más que la hayamos utilizado, no siempre comprendemos todos sus desarrollos.

¿Y los Guías de nuestra Humanidad, en todo eso, me diréis?¿Nuestros Grandes Hermanos? Nuestros Médicos del alma, sin lugar a dudas… Son Médicos que todavía no “han encontrado todo” ni “comprendido todo” y, por tanto, de los que no podemos esperar todo, pero que se dedican, con compasión, a restituirnos a nosotros mismos, a estimular incansablemente nuestro corazón profundo, ahí donde está inscrito nuestro nombre. Ellos también avanzan y continúan aprendiendo…

Con la instauración de las religiones a lo largo de los Tiempos, estos Médicos del alma nos han propuesto ciertamente algunos remedios, unas especies de píldoras que hemos absorbido y asimilado más o menos, para, a falta de la posibilidad restitución de nuestra memoria, reforzar nuestra columna vertebral y poder fijarnos un objetivo.

Pero una píldora, por más útil y respetable que sea, y sea cual sea también el ser que la concibió, es algo exterior a nosotros. La engullimos según una posología, calma las angustias y los malestares, y alivia los síntomas.

Pero ¿las trata en profundidad? ¡Raramente!

¿Despierta lo Original, lo Intacto, la Célula-madre incontaminable que lo recuerda todo? ¿No muy a menudo tampoco!

Esta Célula primera que se esconde detrás del velo de nuestro “Alzheimer del alma”, nos toca a nosotros ir a “desenterrarla”. Hacerle emerger de la matriz que es nuestra Tierra es una responsabilidad que solo nos pertenece a nosotros.

Es cuando nos damos cuenta de eso, y no antes, cuando empezamos a sanar… a sanar riéndonos de la falsa seriedad de nuestros males respecto a aquello que nos llama…

Por cierto, ese famoso 21 de diciembre de 2012 del que tanto se habló… Parece que ya lo hemos olvidado. ¿Acaso preferimos callarlo porque, contrariamente a ciertas expectativas, no pasó nada visible que pueda hacerse cargo de nosotros y nos aligere de nuestra carga? ¿O lo hemos tirado al fondo de un pozo porque eso nos da la impresión de poder seguir “como antes”?

Y, “como antes”, para nosotros los Occidentales, eso significa por desgracia muchas veces una guerra más aquí y allá, a miles de kilómetros de nuestro televisor, y una hambruna o un terremoto al otro lado del mundo. ¡Lo común, finalmente! Lo común… como si ese “común” reflejara el orden normal de nuestro planeta.

En lo que a mi se refiere, tengo más bien el convencimiento de que nosotros, los Occidentales cuya civilización ha hecho tanto para la amnesia del alma, estamos un poco en el “Ojo del ciclón”, olvidamos que, cada día, millones de personas viven en su carne y en su corazón un verdadero 21 de diciembre 2012.

¿El ojo de ese ciclón se reducirá algún día? Podemos pensarlo sin temor a equivocarse. La Inteligencia que anima la Vida y que dispone de todo su tiempo, a menudo opta por las sorpresas. ¡Es más eficaz!

Entonces, aunque solo sea por eso, vosotros que me leéis y que –perdonadme- tenéis el lujo de poderos “ocupar de espiritualidad”, sed de los que hacen todo para volver a encontrar la Memoria.

¿Cómo? No con teorías, sino siendo auténticos, sabiendo implicaros y afirmando, ante los maestros hipnotizadores y los sembradores de semillas de amnesia, aquello que realmente no queréis. Sin descanso.

En cuanto a Aquello a lo que aspiráis… ¡No lo pospongáis! ¡Construidlo, ahí donde estéis!


Daniel Meurois

27 abril 2017

¡EXISTEN 150 BILLONES DE UNIVERSOS! (Mensaje)

Esto, que viene a continuación, no va dirigido precisamente a aquellos que aún se cuestionan la existencia de vida inteligente más allá de nuestras fronteras, en otros mundos, en la infinitud del Universo..., sino a aquellos buscadores sinceros de la Verdad cuyo corazón y pensamiento vibra ya en "otra frecuencia". 

El mensaje que viene a continuación fue recibido hace ya unos años, en la década de los 70, por un famoso contactado, ya fallecido. ¡Realmente, es para reflexionar, pues lo que en él se dice..., respecto a la naturaleza e inmensidad del Cosmos ..., no es fácil de comprender ni de asimilar de buenas a primeras!


                       Representación de Elohims-Seres Solares que habitan en el Alma de los Soles del Universo.



"Sabíais que la Superior Inteligencia os ha vuelto fecundos y ha hecho adquirir valores expresivos y operativos diferentes a los comunes.

Fue dicho: "Yo esparciré el Espíritu Santo...", es este Espíritu que ha penetrado en vosotros y es este Espíritu Quien os vuelve diferentes de los otros, todavía no predispuestos a recibirlo, no idóneos a atraerlo sobre ellos.

Ser hijo consciente en Dios significa haberlo reconocido como Él es verdaderamente y no como os ha sido impuesto de creerlo.

Habéis creído y continuáis creyendo que nosotros somos seres alados..., ha sido y continúa siendo un error. Hemos sido y somos "Mensajeros" intérpretes de los deseos y de las Leyes del Divino Espíritu Creativo, encarnado en los Grandes Maestros del Cosmos, o mejor, en los Hombres-Dioses arquetipos y arquitectos de todas las cosas manifestadas por la Idea del Gran Ser: "el Cosmos".

Su Cuerpo Macrocósmico está compuesto por 150 billones de universos. Seres Cósmicos hay muchos.

Hay el Ser Cósmico existente pero no creado.

Hay el Ser Cósmico creado pero no manifestado.

Hay, al fin, el Ser Cósmico manifestado.

Vosotros, nosotros y todos los otros seres, operantes sobre planos tridimensionales diversos, estamos por Él contenidos y a Él asemejamos en el proceso manifestativo existencial y estructural, aún siendo extremadamente pequeños. 

El principio es siempre el caos, o mejor, la apariencia caótica de los elementos dinámicos mutantes en elementos físicos; esta verdad debería daros la exacta medida de los macrocósmicos procesos de flujos y reflujos en el programa de la Economía Creativa del Cosmos.

También, es verdad que las funciones de una funcionalidad Suya, para vosotros negativa, en realidad, no lo es, y esto porque todavía desconocéis las exigencias existenciales de Su Naturaleza Macrocósmica.

Si os dieseis cuenta de que vuestras obras están estrechamente ligadas a ciertas particulares exigencias de Su Naturaleza Viviente, entonces os convenceríais del por qué ha sido dicho y escrito: "Ojo por ojo, diente por diente". A cada causa corresponde un efecto. Ahora podréis comprender bien. Leed atentamente, meditad y deducid".

  Adoniesis 
(un Elohim)

Mensaje recibido por Eugenio Siragusa

Nota de M.: Realmente en el mensaje leemos bien: ¡¡150 billones de universos!! Escrito con "b". No hay ningún error de transcripción. Siragusa ( fallecido en el 2006) fue un famoso contactado italiano, al igual que George Adanski, otro famoso contactado norteamericano que fue enterrado (en 1965) en el cementerio de Arlington, santuario de los héroes de EE.UU. ¡Por algo será! Se sabe que Adanski, antes de fallecer el Papa Juan XXIII, viajó a Roma para entregarle al Papa, en persona, un "elixir" para curarle del problema de salud que padecía: una peritonitis Ese "elixir" procedía de los Hermanos de las estrellas originarios de las Pléyades. Son conocidos como "los Nórdicos", por su aspecto de complexión grande y rubios. Mucho antes de fallecer Juan XXIII, en un contacto con uno de ellos en los mismos jardines del Vaticano, por la noche, le advirtieron que desconfiara la Humanidad de los que habían contactado con el Presidente de los Estado Unidos D. Eisenhower, en los inicios de los años 50. 
Juan XXIII, que, verdaderamente, fue un hombre de Dios, se negó a tomar el elixir por la razón de que no tenía miedo a la muerte y no deseaba especialmente prolongar su vida en la Tierra.

26 abril 2017

¡Nos creemos que somos inmortales, que la vida es muy larga!


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En esta vida, no hay prórrogas.

La muerte es, en la actualidad, un tema bastante tabú. Al menos, en las sociedades occidentales, intentamos evitarla por todos los medios: los cementerios se construyen alejados de la ciudad, los velatorios ya no se hacen en la casa del difunto durante varios días como antiguamente, y cuando inevitablemente tenemos que hablar sobre ella, intentamos no mencionarla o esconderla con frases del tipo “siento lo de tu padre”.

Negar la muerte no es la solución a nada, más bien al contrario, puede ser un problema. En primer lugar, porque el hecho de no tener a la muerte presente, hace que no seamos conscientes de que solo vamos a vivir una vez y que, realmente, esto se acabará algún día.

Nos creemos que somos inmortales, que la vida es muy larga y nada más lejos de la realidad: todos vamos a desaparecer. No sabemos cuando ni cómo, pero esta es la realidad y es maravilloso que así sea.

El problema de pensar que somos inmortales viene porque uno deja de vivir intensamente, deja de hacer cosas que quiere por miedos irracionales. Se estanca, deja pasar el tiempo y cuando se ha dado cuenta, sí que tiene a la muerte cerca y quizás, ya es tarde, pues no hay otra oportunidad.

No hay otra vida para empezar de nuevo.

Por lo tanto, pensar en la muerte como un hecho inevitable y natural, pone todos nuestros problemas en perspectiva y nos distancia emocionalmente de ellos.

Las cosas dejan de tener tanta importancia como les otorgamos porque somos conscientes de que algún día, esos problemas que hoy nos atormentan, dejarán de existir y nadie se acordará de ellos. Nadie se acordará de las deudas que hoy no puedes pagar, ni del novio que te ha dejado por otra. De hecho, nadie –o casi nadie- se acordará de ti dentro de cien años.

Debemos aprender a ver la muerte como algo natural y no como algo macabro, tétrico o místico. Si lo pensamos bien, nos daremos cuenta de que morir forma parte del ciclo de la vida: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Y esto es así en todos los seres vivos, por lo tanto es un hecho natural al que hay que apegarse y aceptar sin cuestionamiento alguno.

Los seres humanos hemos creído que tenemos algo así llamado “alma”  debido a nuestras diferencias con los demás seres vivos. Somos la especie más evolucionada, tenemos sentimientos muy complejos, somos capaces de razonar, pensamos de manera muy elaborada, etc. pero esto no es más que producto de la evolución, de un cerebro complejo muy evolucionado.

Todo lo que pensamos, todo lo que sentimos, todo lo que somos está inserto en nuestro cerebro y al morir, este se apaga para siempre. Dejamos de ser, dejamos de existir. Abrazar esta perspectiva científica y natural, puede resultar muy desesperanzador e incluso generarnos sentimientos de pánico, pero ciertamente, es la mejor forma de empezar a aprovechar nuestra vida, a darle todo el sentido que queramos darle ¡sin miedo a nada y desde ya!

Si nos vamos a morir dentro de poco, ¿a qué hay que temer? Si lo peor que puede pasarte en una situación es que acabes muriéndote, y eso ya sabes que algún día ocurrirá, ¿a qué tenerle miedo?

Además, la muerte hace que seamos conscientes de que todos somos iguales: personas mortales, de carne y hueso, que un día dejarán este mundo. Algunos serán más recordados que otros, pero nada más.

Pensar así, nos hace ver que no hay nadie superior a nadie, que somos simplemente seres humanos que tienen un comienzo y un fin, que nacemos y morimos. Da igual que seamos blancos, negros, heterosexuales, homosexuales, ricos o pobres: el destino es el mismo para todos.

La conclusión más acertada que podemos sacar de estas reflexiones es que: ¡Basta de tonterías! ¡Basta de miedos! ¿es que no te das cuenta de que nada es tan importante?, ¿no ves que al lado de la muerte no hay nada terrible?

Ahora, sí estás vivo, ahora el mundo sí que está a tus pies. De todas las personas que pudieron haber nacido y no lo hicieron, tú eres un afortunado por haber nacido y conocer qué es vivir.

Toma la vida como un juego o como una obra de teatro. Sal a jugar, sal a actuar, haz lo que quieras hacer, sin miedo a no hacer lo correcto o lo que “debería” ser, sin miedo al que dirán los demás, sin miedo a nada, porque no hay nada que temer.

Hoy estás vivo, mañana no sabes… ¡No hay tiempo que perder!

La realidad es que ya estás muriéndote y la vida es fulgurante, pasará muy rápido… ¡haz que valga la pena!

por  Alicia Escaño Hidalgo


24 abril 2017

Los Guías Espirituales y la Ascensión.


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No vivimos aislados, ni física ni espiritualmente. Así, del mismo modo que en el plano material estamos rodeados de personas que pueden proporcionarnos buenos consejos, enseñanzas y sabiduría, también a nivel espiritual, vivimos en esferas de existencia que están pobladas por seres espirituales. De hecho, llegamos a la Tierra acompañados de toda una comitiva, un equipo de apoyo de guías espirituales, maestros y ayudantes. Según la cultura, han recibido diferentes nombres: Ángeles, maestros ascendidos, guías espirituales, Jesús, guías de animales... La lista sigue y sigue. 

La forma, identidad o vibración que adquieren los guías ha sido diseñada básicamente para que los aceptemos personal y culturalmente. ¿Son todos la misma entidad? Sí, del mismo modo que nosotros somos la misma entidad que nuestros vecinos, maestros, hermanos, hermanas, padres y conocidos. Somos Uno en la Unidad, pero en nuestra realidad tridimensional estamos separados y somos individuales.

Hay dos cosas importantes que debes recordar acerca de los guías, en caso de que los busques y los aceptes en tu vida:

1. No están aquí para decirte lo que debes hacer y/o para darte órdenes. Es imposible enumerar la cantidad de personas que me han preguntado: "¿Qué quieren mis guías que haga?". Nada. No son tus padres y tú no eres un niño. Preguntarles qué es lo que quieren que hagas es, simplemente, una forma de evitar la responsabilidad de tu crecimiento, tu vida y tus acciones.

Tus guías están aquí para ayudarte a llegar al lugar en el que QUIERES ESTAR. Y no juzgan, así que si tu preocupación principal es pensar que eres pobre, ellos se asegurarán de que lo sigas siendo, porque tu vibración dice: "Soy pobre". Si tu principal deseo es continuar con el viaje de tu alma, pondrán en tu camino maestros, libros, programas de televisión y personas que te ayudarán en ese viaje. Y sí, el viaje estará aderezado con lo que tú crees que debe pasar. Así que si crees que tienes que sufrir para entrar en el cielo .. ¡Adivina qué! Se te mostrarán diferentes formas de sufrimiento.

Los guías son entidades energéticas, seres vivos; no son criaturas sobrenaturales, semejantes a Dios, o fruto de tu imaginación. Como tal, tienen su propio proceso evolutivo, y venir a la Tierra y ayudarte en el viaje de tu alma o ascensión, forma parte de él.

2. Interactúas con tus guías en igualdad de condiciones, como si fueras a conocer a un buen amigo que tiene acceso a la Biblioteca Universal en la que se halla todo. Así, estableces una relación de confianza, y luego le pides orientación sobre tu último problema. Pero no se trata de ir, por ejemplo, con una lista de peticiones tales como: "Necesito un alma gemela, un trabajo nuevo, dinero para un coche nuevo, una casa preciosa..." o de preguntarle: "¿Qué debo hacer para convertirme en un ser evolucionado"? Sino de consultarle cosas más específicas, como: "Cuando trato de fusionarme con la Unidad, tengo miedo de perder mi identidad. ¿Puedes decirme si esto va a suceder?"

Los guías están aquí para guiarte de forma muy parecida a como lo haría un guía turístico en tus vacaciones en la Tierra. No vamos al guía turístico y le preguntamos qué quieren que hagamos! No, le decimos dónde queremos ir y él o ella nos muestra los itinerarios y nos explica la historia y lo que podemos hacer en la zona. Después somos nosotros los que elegimos el destino.

Por ejemplo, cuando fui a ver la película Avatar, que recomiendo encarecidamente, me acordé de la interconexión de la Tierra con todo lo que hay en ella, incluidos nosotros. Esa noche, me fui a la cama preguntándome si esta interconexión seguía siendo hoy igual de fuerte a como lo era cuando yo era niña, o si la habíamos "destrozado" a través de la explotación de los recursos naturales. Le pedí a la Madre Tierra una señal, un mensaje, cualquier cosa, para saber cuál era la situación.

Al día siguiente, me desperté y bajé a la cocina. Puse la tetera y luego fui a mi ordenador a consultar los emails. Mi estudio tiene una ventana muy grande con vistas a un jardín que rodea la casa. Hay dos grandes sauces en la parte trasera; uno de ellos está justo delante de mi ventana. De repente, vi un enorme, y quiero decir ENORME, halcón de cola roja en una rama de ese árbol. Me quedé boquiabierta. Vivo en medio de un barrio residencial, y nunca antes había visto uno por allí. Unos mirlos, que eran una tercera parte del tamaño de ese enorme halcón, trataron de asustarlo, pero él simplemente se quedó allí observándolos, y también a mí. 

Entonces un diminuto pájaro atravesó las ramas y se paró justo a su lado, mirándolo, pues probablemente nunca había visto semejante criatura en toda su vida. El halcón lo miró, y luego me miró de nuevo. ¿Sabes la sensación que tienes cuando sabes que un ser inteligente te está mirando? Bueno, eso fue lo que sentí en ese momento.

Me senté, y en vez de consultar mis emails, busqué el significado espiritual de los halcones de cola roja. Encontré esto:

"Parte del papel del halcón de cola roja es el de Guardián de la Madre Tierra. Son individuos que poseen una aguda consciencia sobre el concepto de la interconexión de todas las cosas y tienen reverencia interior por todo lo que vive".

La página en la que se encontraba este texto ya no existe, por lo que no puedo darte su fuente, pero era el mensaje que debía ser comunicado. Poco después, una persona muy familiarizada con las aves me dijo que ese pájaro no era un halcón, sino un águila. Pero si yo hubiera sabido que era un águila, habría encontrado un texto similar, estoy segura, pues la importancia de esas palabras estaba en que eran la constatación y la respuesta a aquello que había preguntado.

¿Ves cómo funciona? Es simple, y también inspirador, motivador y lleno de sabiduría. Por cierto, me gustaría agradecer a la Madre Tierra por ser una Guía y una Maestra tan poderosa e inspiradora.

por Inelia Benz

23 abril 2017

LEY DEL KARMA.


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Nuestra vida actual con sus vicisitudes adversas o favorables, es la consecuencia de nuestras previas actuaciones en el pasado, y aun en el presente.

Hagamos un estudio amplio de esta Ley que dividiremos en tres partes. En cada una de ellas, podremos conocer aspectos diversos de esta Ley Cósmica.

Comencemos esta primera parte, con el estudio del karma como ley retributiva, su acción en la vida humana y su relación con el libre albedrío.

Cuando llegamos a conocer y ser conscientes de que, la Vida del ser espiritual es una sola, manifestada en personalidades diferentes y continuadas, hasta su liberación de las reencarnaciones; vidas humanas en diversas épocas, ambientes y aspectos, con libertad de acción; llegamos también a comprender que el ser espiritual -el Ego- es el mismo que, con su buena o mala conducta, en las diversas personalidades o vidas humanas, ha ido sembrando el amor o el dolor, creando con ello deudas o méritos, que han ido acumulando en su propia naturaleza psíquica o espiritual.

Las leyes que rigen la Vida Una del ser espiritual en sus diversos aspectos, están orientadas para el progreso y evolución. Y dentro de esas leyes, existe una que es de retribución. Y esta Ley Cósmica, que está inmanente y manifestándose en todos los mundos del Universo, es conocida con diversas denominaciones, optando nosotros por la más empleada por las escuelas esotéricas y espiritualistas como: Ley del Karma.

La Ley del Karma es, pues, una ley cósmica de retribución, manifestación de la Justicia Divina. Justicia perfecta, que está basada en la Sabiduría y Amor de la Divinidad.

Por ende, esta ley de la vida, es siempre para el bien, aunque como humanos ignorantes, no la comprendemos en sus aspectos de manifestación dolorosa.

De la naturaleza retributiva de la Ley del Karma, se desprende lo que se denomina como: karma doloroso o karma placentero.

Doloroso o placentero que creamos con nuestra conducta, en el uso del libre albedrío o libertad que la ley concede a la ‘Chispa’ divina. Por ello, el ser espiritual es el único responsable de la condición de su vida humana actual; y de su condición feliz o dolorosa, al pasar al umbral del más allá.

Y es en su acción retributiva (compensación) que esta ley une a los seres en el plano físico, por medio de la reencarnación, ya que ambas -reencarnación y karma- actúan en perfecta simbiosis en el proceso evolutivo de la humanidad.

En nuestras acciones de bien o de mal hacia otros, estamos ligándonos kármicamente con ellos, en vidas próximas: de dicha o de desdicha. La Ley del Karma nos colocará, en el devenir del tiempo, en situaciones de recibir daño en diverso modo, de quienes daño recibieron de nosotros, o de otros. Del mismo modo, seremos beneficiados en vidas futuras, de quienes hayamos beneficiado en la vida presente.

Prueba de ello nos dan esos casos de personas a las que todo cuanto emprenden, les sale mal y ‘las desgracias les persiguen’; mientras que a otros todo se les facilita, como si la llamada suerte les acompañase por doquier. Es la ley, en su función de reajuste y retribución.

¿No son conocidos hoy, casos de personas que han sido y son flageladas y torturadas por regímenes dictatoriales? Son los mismos que han flagelado y torturado en el ayer. Reciben en sí, en su propia carne, el dolor causado a otros. Y esos casos de personas que, por un error judicial han sido condenadas a varios años de cárcel por un crimen que no han cometido, según se comprueba posteriormente. ¿Qué son, sino la acción de reajuste de la Ley, por algún crimen cometido en vidas pasadas y que ha quedado impune? Y esos otros tantos de presos políticos, ¿no serán también reajustes compensatorios?

Sabemos que la Ley del Karma está basada en el amor y sabiduría Divina; por ende, nadie recibirá un dolor que no le corresponda. Si bien como persona, el afectado no recuerda la causa y se rebela. Sí como espíritu, que se manifiesta por lo que conocemos como la ‘voz’ de la Conciencia, que generalmente no se escucha.

Y entre los múltiples aspectos que podrían citarse, ¿sabéis la causa de todos esos matrimonios sin hijos, a pesar de su gran deseo de tenerlos, y cuya condición es motivo de infelicidad de esas parejas? Pues, sencilla- mente que, en otras vidas anteriores han impedido la procreación, ya por medio del aborto provocado, o bien de algún otro modo.

¿Y los casos de aborto espontáneo (involuntario por parte de los padres) en los primeros meses de gestación? Efectos de causas son. La Ley del Karma une a ambos: la gestante con los seres reencarnantes, frustrando sus ansias recíprocas. Son casos de seres que, en vidas anteriores hubieron cometido crímenes de homicidio, y especialmente los profesionales del aborto (comadronas y ginecólogos inescrupulosos) que, como reencarnantes, fracasan una y otra vez en su intento de volver a la vida física que ansian.

¿Y qué son los casos de los minusválidos, tales como los mongólicos, la imbecilidad desde la infancia, así como las parálisis y demás infradotados, sino reajustes kármicos, para ayudar al ser espiritual a volver al camino de su ascensión espiritual, por medio del dolor, que actúa como detergente para depurar su alma? (*)

Cuando en una o más vidas humanas hacemos o practicamos el mal, contrariando la ley del amor, cuando en el uso del libre albedrío, hacemos mal uso de las facultades mentales y anímicas, que hemos desarrollado en el devenir de las múltiples vidas y experiencias, quebrantamos el ritmo armónico que debe ser mantenido para la consecución del proceso evolutivo del espíritu, llegando de ese modo, al límite que la ley del libre albedrío concede.

Entonces la Ley del Karma entra en acción.

No nos dejemos arrastrar por el comodismo, que puede arrastrarnos a un estancamiento en nuestro progreso, ni de las atracciones de la vida fácil, que nos desvían del camino de las superaciones en el proceso evolutivo, camino estrecho y empinado, que requiere renunciamientos y una firme determinación de alcanzar la Meta. Por ello tan sólo algunos valientes son quienes lo emprenden, los más se dejan vencer por las atracciones que se hallan a los lados del camino.

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Toda simiente produce fruto de la misma naturaleza. Frase ésta, que es axiomática en la filosofía esotérica y cósmica espiritual. Por ello, lo que hoy somos, en felicidad e infelicidad, en salud o enfermedad, es el fruto dulce o amargo, es la consecuencia de lo que fuimos e hicimos en el ayer; el uso que del libre albedrío hicimos en el pasado. Y en el mañana, seremos lo que hoy queramos ser.

Para una mejor comprensión de cómo y cuándo actúa esta ley de la Vida, hagamos una clasificación de su manifestación en el tiempo, clasificación aceptada por la escuelas esotéricas y filosóficas espiritualistas:

1-Karma maduro (o vencido en el tiempo), que constituye el destino actual de cada persona; la retribución feliz o dolorosa en la vida presente, de hechos buenos o malos en vidas pasadas.

2-Karma pendiente (no vencido aún), que ha venido acumulándose y que está pendiente de retribución, en sentido doloroso o placentero, cuya manifestación depende grandemente de la clase de vida actual o conducta.

3-Karma incipiente, de reciente creación, así como la conducta observada en la vida actual, y que va acumulándose en el patrimonio kármico del causante, para manifestarse en futuras vidas, aunque también puede recibirse la retribución consiguiente en la vida actual. Depende del quantum del karma acumulado; pues, la más estricta justicia actúa en todos los casos, justicia basada en el Amor y Sabiduría Cósmica.

Necesario es conocer que, la gran mayoría de las almas que componen nuestra humanidad, está en la fase de reajuste del equilibrio violentado, al quebrantar la Ley del Amor; por lo que se hallan encadenadas al dolor depurador, en sus diversos aspectos. Y ese encadenamiento del mal y del dolor, comenzará a cesar, cuando el individuo o causante oriente su vida por el camino del Amor.

Cuando el ser humano comienza a practicar el bien, la causa que origina el efecto de mal, comienza a debilitarse.

Todos los hechos producidos y que se produzcan en nuestro mundo, tienen relación con hechos del pasado, tanto individuales como colectivos; y del uso que los humanos hagamos del libre albedrío.

Y el conjunto de karmas individuales, forma el karma colectivo de: familias, grupos, pueblos, razas y naciones.

Y al respecto del karma colectivo, veamos parte de un mensaje recibido:

“En determinados países, religiones, razas, se han realizado hechos que se hace necesaria una purificación colectiva. En esa purificación colectiva se logra, a través del tiempo y mediante hechos que van conformando para esos grupos como países, como razas, como sectas, como religiones; cambios y dolores constantemente repetidos, hasta alcanzar la total eliminación de la deuda kármica, y lograr que esa ‘alma colectiva’ supere la causa que originara el karma doloroso que la está purificando.

La Ley del Amor, en esos casos de pagos kármlcos colectivos, obra en la misma forma que para el pago kármico individual. Así la humanidad como entidad, está dentro de la necesidad de pagos kármicos colectivos. Y es por ello que han venido seres elevadísimos a traer palabras de conocimiento que despertaron nuevas esperanzas, mostraron nuevos conceptos, dejaron nuevas normas y señalaron nuevos caminos a la humanidad, para eliminar el pesado karma que arrastraba desde milenios, y que sería imposible agotar en el término marcado por la Ley, si esos Seres elevados, expresión del Amor Universal, no hubiesen traído palabras de esperanza y de conocimiento, fuerzas y vibraciones revitalizadoras que transmitieron al alma humana la energía para poder reaccionar.

Los golpes terribles que la humanidad está recibiendo, las situaciones trágicas que en los momentos actuales atraviesa, no son nada nuevo para los humanos de vuestro planeta; pues son, en realidad, una repetición de situaciones y de hechos que, en forma similar y de acuerdo con el momento y la época, se han producido ciclo a ciclo, etapa tras etapa, a lo largo del camino de evolución de la humanidad.

La constante repetición de esos momentos terribles y situaciones que en diversas partes de vuestro mundo sufre la humanidad actual, es la consecuencia de la forma de vida que han llevado los hombres a través de los siglos y de los milenios.

Porque los seres que constituyen un determinado grupo o grupos, sobre los cuales cae el efecto de la Ley, son seres que, en otras vidas anteriores, en distintas épocas de la vida de la humanidad, aisladamente o en grupos, obraron de forma similar, transgrediendo la Ley en la misma forma que hoy deben pagar en conjunto, para liberarse de esa deuda y poder encaminarse decididamente por el sendero de la superación.

Por ello, debéis desechar toda idea de castigo de Dios; porque, siendo Dios, Amor, ese Amor que vosotros todavía no comprendéis, no cabe en su Naturaleza Divina el concepto de castigo, concepto implantado por los hombres de épocas pretéritas. Lo que vosotros llamáis plagas, desgracias, desastres y demás vicisitudes dolorosas, no son castigos sino reajustes kármicos, necesarios para ablandar las almas endurecidas por el egoísmo…” 

Autor: Sebastián de Arauco

(*) Recordemos que no todos los casos de dolor o sufrimiento son debidos a causas negativas del pasado, en ocasiones los espíritus bajan en condiciones difíciles para probarse a sí mismos y para ayudar a los miembros de su familia a incentivar ciertos valores y cualidades.


Reflexiones desde "el otro lado". (Psicografiado por A. Lledó Flor)


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Partiendo de la ignorancia sobre el momento en que cada uno ha de regresar a la patria espiritual, así como de la incertidumbre que la vida misma presenta a cada momento, no es menos cierto que el espíritu encarnado presiente la cercanía del final. Pero hasta en esto nos equivocamos con frecuencia; este fue concretamente mi caso.

Una enfermedad crónica importante hizo su aparición en mi organismo a una edad madura pero tampoco muy próxima a la senectud. Esta circunstancia imprevista, en pleno proceso de trabajo y servicio espiritual, me hizo reflexionar profundamente sobre la utilidad de mi vida, las expectativas y la necesidad de seguir cumpliendo con mi deber, pues me recordaba a mi mismo todas las cosas que tenía todavía por hacer y creía no disponer del tiempo suficiente para realizarlas.

La angustia de no poder cumplir con mi compromiso espiritual, era directamente proporcional a las aflicciones que experimentaba como consecuencia de mi enfermedad. En algún momento mi mente dudó, creyendo que se acercaba mi final en la Tierra, y a pesar de que contaba con ayudas espirituales extraordinarias, que sin duda no merecía, el abatimiento y la depresión intentaron conquistar mi alma. Por suerte o por necesidad de progreso, mi momento todavía no había llegado, y así fue como recibí la ayuda de hermanos encarnados que, inspirados por sus guías, acudieron en mi auxilio proponiéndome una curación mediante cirugías espirituales. Con anterioridad ya había intentado la terapia médica que no ofreció resultado alguno.

Con el ánimo dispuesto y con toda la fe del mundo, me propuse aceptar la sugerencia y ponerme en manos de Dios para aquello que tuviera a bien depararme la experiencia. Me trasladé a otro país dónde me practicaron una cirugía espiritual que logró con éxito reducir y paralizar la evolución y desarrollo de las células enfermas que amenazaban mi vida.

Tal y como yo lo viví, ésta fue otra prueba para mí; no sólo de la misericordia divina, que me concedía una prórroga para seguir realizando el bien y alcanzando méritos de rescate espiritual, sino también de la fortaleza y supremacía del mundo espiritual sobre la materia. Pues, allá donde el diagnóstico médico era pesimista, negativo e irreversible; la intervención del mundo espiritual a través de la mediumnidad y de los cirujanos espirituales que me ayudaron triunfó plenamente, concediéndome un nuevo periodo de salud relativa que me permitía realizar mi trabajo en beneficio del prójimo sin demasiada incomodidad.

Con anterioridad a la experiencia de la cirugía, el momento grave y dramático del diagnóstico irreversible que amenazaba mi vida en un corto plazo, hizo que comenzara a prepararme para el tránsito hacia el plano espiritual. Mi pensamiento, se veía dominado por la angustia de la falta de tiempo para cumplir con mi compromiso espiritual mencionada anteriormente. Mi alma se sentía decepcionada por tener que regresar al mundo espiritual, sin casi nada que llevar en las manos para ofrecer como trabajo, servicio y reparación de los errores cometidos con anterioridad.

La recuperación de la salud mediante esta intervención mediúmnica, no sólo reforzó mis convicciones de una forma incuestionable para mi conciencia, sino que, al mismo tiempo despejó de forma permanente cualquier sombra de duda, abatimiento o depresión que viniera a perturbarme. Tal fue la seguridad y la fuerza que esta experiencia me proporcionó, que desde ese momento en adelante mi determinación redobló los esfuerzos, el trabajo apenas suponía para mí cansancio físico, nunca decaimiento psicológico ni abulia intelectual.

A partir de aquí, dejé de preocuparme por el tiempo, comprendiendo que, cuando llegara mi hora de partir, lo haría con aquello que hubiera realizado hasta ese momento, proponiéndome no preocuparme nunca más por ello; pues mi determinación de progreso y crecimiento espiritual trascendería al momento de mi muerte física y, una vez plenamente consciente de mis deberes y compromisos, estos seguiría realizándolos después de traspasar el umbral de la vida física, tal y como este trabajo que realizo ahora mismo, está certificando.

El espíritu nunca se cansa en su progreso y crecimiento hacia la plenitud; la energía que lo alimenta es la propia energía divina, pues estamos creados a imagen y semejanza de Dios, en cuanto a esencia espiritual y naturaleza inmortal. La materia es el reductor de la energía del espíritu; dónde este último se encuentra como en una cárcel, sin apenas poder manifestar todas sus potencialidades y capacidades.

Con posterioridad, algunos años transcurrieron, y volví a someterme a una nueva cirugía espiritual para continuar con mis expectativas de vida agotando todas las posibilidades a mi alcance. Pero, en esta segunda ocasión ya no sentía angustia ninguna, mi pensamiento y mi corazón fueron depositados con calma, serenidad, paz y fe en la voluntad divina, que me sustentaba de manera extraordinaria, aceptando de antemano, sin rebeldía y con abnegación, las consecuencias o circunstancias que la providencia tuviera a bien reservarme.

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Ésta fue una buena preparación para mi partida definitiva, que aconteció algunos años más tarde; donde mi trabajo era ya incansable, desafiando los límites de la resistencia física, del dolor de la enfermedad que avanzaba irreversible. Todo ello lo superaba con la seguridad y confianza de que tales aflicciones, servían notablemente en la depuración de mi alma, y por ello, agradecía a Dios diariamente no sólo por la misericordia de su amor y auxilio que me permitía seguir trabajando, sino por las aflicciones que me acontecían. Era un agradecimiento sincero, que brotaba de mi alma y de mi entendimiento, pues este último me hacía comprender que cuanto más sufría de forma inevitable, -pues lo contrario sería masoquismo y esto es contrario a la ley divina-, ese sufrimiento me ayudaba a regresar al mundo espiritual liberado de cargas mórbidas y deletéreas que mis actos errados del pasado habían sembrado en mi conciencia.

Esa liberación por la punición inevitable era aceptada por mí con abnegación; y unida al trabajo constante, al sacrificio al que los viajes me obligaban para colaborar con otros hermanos e instituciones en otras partes del mundo, al dictado de conferencias y participación en congresos, eventos, seminarios, etc. eran aspectos que contribuían en la divulgación de la doctrina en distintos países, y todo ello me daba fuerzas y constituía mi día a día en la última etapa de mi vida.

Cuando regresaba a la tranquilidad de mi apartamento, dedicaba mis esfuerzos a escribir, a traducir obras de otros compañeros, a pulir y terminar mis libros que, -aunque fueron pocos, eran para mí como los hijos que nunca tuve-, e inspirados por el mundo espiritual, representaban para mi alma un logro impensable para mí años atrás. Era la constatación evidente de mi crecimiento espiritual, de mi disposición noble, sincera y humilde par convertirme en un instrumento de los espíritus del bien al servicio de la obra del Maestro Jesús.

En todo este trasiego, recuerdo con especial cariño mis viajes a España; donde percepciones espirituales me retrotraían a existencias anteriores, afectos mutuos con hermanos a los que conocí y recuerdos del pasado que viví con nitidez y claridad. Quizás, el hecho de que alguno de mis antepasados y espíritus familiares queridos procedieran de allí; supuso para mí una fuente emocional que se reactivaba sobremanera cuando me reencontraba con algunos de mis hermanos de ideal o en algunos lugares que yo ya conocía de antemano, sin haber estado nunca allí.

Esta circunstancia, del recuerdo espontáneo de vidas anteriores, se repitió sólo en una ocasión con anterioridad en mi vida, con motivo de un viaje que, en compañía de otros hermanos de ideal realicé a Jerusalén y la antigua Palestina. Allí experimenté sensaciones indescriptibles desde el punto de vista espiritual que mi limitada percepción mediumnica me permitía. En aquellos momentos, albergaba la certeza de que la psicosfera que rodeaba el ambiente en aquella tierra, pudo haber sensibilizado mi alma de tal forma que me permitiera sentir momentos de felicidad interior y amor incondicional inenarrable.

Hoy también comprendo que, todos aquellos que experimentan en sus vidas el código de amor que predicó Jesús, pertenezcan a la religión que pertenezcan, o incluso aunque no crean en Jesucristo, -cuando viven el amor desinteresado que Él predicó y lo transmiten a sus semejantes- son lo suficientemente sensibles para captar el amor desinteresado e iluminar sus almas con percepciones sutiles que les llenan de felicidad y plenitud interior.

Así fui recorriendo mi última etapa en la vida física, preparándome para partir mediante el trabajo, el servicio desinteresado y la renuncia. Afrontando los sufrimientos inevitables con alegría y gratitud por poderlos experimentar, convencido de sus beneficios futuros para mi alma. Y, por fin, todo llegó a su debido tiempo, pero, de ello hablaremos en la próxima ocasión.

Benet de Canfield

Psicografiado por Antonio Lledó Flor

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