Mensaje de la Tierra al Cielo
Un saludo desde aquí a nuestros Hermanos y Hermanas mayores de las estrellas, y en especial a los Elohim, Seres Solares que habitan en el Alma de los Soles, los Elohim de los tiempos pasados que tutelan y protegen desde el Alba de los Tiempos la evolución del ser humano de la Tierra en base a la Ley del Libre Albedrío.
No podemos negar que echamos de menos los comunicados que a través de la fidedigna e infatigable 'emisaria', y 'enlace', en misión sobre la Tierra, Anne Givaudan, nos hacéis llegar regularmente a, digamos, las tropas de tierra al servicio de la Luz, repartidas por todo el planeta en estos tiempos, difíciles tiempos del 'final de los tiempos'...
Han pasado cuatro meses desde la última vez..., cuatro meses que se hacen largos para aquellos que no vivimos en una dimensión fuera del espacio-tiempo, sino en la tercera, aunque por poco tiempo ya.
Lo hemos dicho en otras ocasiones anteriores y volvemos a repetir que vuestros mensajes son para nosotros, por qué no decirlo, 'las tropas de tierra'..., son como un valioso y preciado vaso de agua fresca en medio del desierto porque nos revitalizan, nos animan y alientan a seguir adelante en estos tiempos caóticos y de grandes cambios, en todos los planos de la vida.
Algunos hermanos/as, ya no siguen adelante en su misión al servicio de la Luz..., ¡algunos caen! ¡No es nada difícil caer, o perderse! Podemos fallar pero hemos aceptado ese riesgo a pesar de todo. Hay que darles las gracias por ello, pues es un gran acto de Amor venir a un planeta gobernado por las fuerzas de la Oscuridad, a ayudar a evolucionar y al 'despertar' a tus hermanos pequeños que viven en un mundo, la Tierra, donde el Amor que expresan los corazones de casi todos los hombres y mujeres aún se encuentra en estado embrionario y no ha alcanzado todavía la madurez.
¿Cuántos hombres y mujeres se encarnarían en el cuerpo de un animal para hacer evolucionar su reino..., si se lo pidieran? ¿Cuántos sabrían decir: "Sí"? ¡Eso es el Amor! El Amor incondicional, que no es sólo dispensar una sabia enseñanza, es aceptar hablar la lengua del que es más pobre, espiritualmente hablando que uno, del hermano pequeño que descubre solamente un punto restringido en el horizonte. Esto último, dicho aquí, está dirigido más que nada a los oídos de aquellos que leerán todo esto, porque no estaría de más que lo supieran.
Desde esta dimensión en la que nos encontramos, ciertamente no podemos hacernos ni la más mínima idea de las "luchas" que en estos últimos tiempos y, tal vez, en estos mismos momentos se están librando en las dimensiones sutiles entre las fuerzas al servicio de la Luz, el Cristo Cósmico, y las fuerzas al servicio de la Oscuridad, las fuerzas luciferinas (Lucifer-Yahvé, el Príncipe de los Arcontes-Ángeles Caídos) y las fuerzas ahrimanianas (Ahrimán, el Señor de las Tinieblas y el Caos) y sus socios galácticos los 'dracos' o 'reptilianos', los 'grises'... ¡El planeta Tierra está en juego, y no ahora sino desde hace milenios, lo sabemos!
Sabemos también que los Hermanos de las estrellas pertenecientes a la Confederación de Mundos Intergaláctica y que están operativos en este sector de la Galaxia en el que se encuentra nuestro Sistema Solar se encuentran en estado de máxima alerta, en la actualidad dada la peligrosa escalada bélica en algunos países del mundo poseedores de armamento nuclear, y preparados para una intervención inmediata en el caso de que se verificase un inicio de conflicto atómico entre dos o más potencias... ¡No se consentirá! ¡Lo sabemos!
Quedamos a la espera de vuestras noticias,
Os queremos y os saludamos
M. Z.
