Decíamos ayer..., que.., ¡¡Una cosa muy clara que debe tener, sobre todo, el mundo occidental cristiano es que, el Maestro de Maestros y Avatar, Jesús el Cristo, el Hijo del Hombre, cuando vuelva -como así lo afirmó-, por supuesto que no vendrá con el mismo aspecto físico y la misma vestimenta que llevaba hace 2.000 años en Palestina!! ¡¡Esa parte de la Humanidad, realizada, y que habrá alcanzado el 'Despertar', le reconocerá a pesar de que no volverá, obviamente, con el aspecto físico ni la vestimenta de antaño!!
De todas formas, Él, Jesús el Cristo, el Hijo del Hombre, ya está aquí, en el mundo entre los hombres y mujeres del mundo desde hace aproximadamente, 60 años..., pero, también está aquí el que personifica al Anticristo... Y, estas afirmaciones no las hace el que esto escribe sino aquellos que algunos llamamos nuestros Hermanos Mayores de las estrellas al servicio de la Gran Luz Crística, aunque Ellos se suelen autodenominar los Servidores de los Ángeles del Señor. o ben, si preferimos, los Elohim de los tiempos pasados. De todas formas, el mismo Jesús reveló hace unos años (a "los dos olivos") aunque 'sutilmente' el momento de Su Segunda Venida ("oficial") y, lo descubriremos a lo largo de este pequeño y sencillo post.
¿Dónde se encuentra el 'uno'?, y ¿dónde el 'otro'? Es más fácil descubrir dónde se encuentra el que personifica al Anticristo..., cosa que, ¡nadie se lo imaginaría jamás!
Desde principios del siglo XX, sobre todo, se han escrito ríos de tinta y proclamado muchas cosas sobre el Nuevo Advenimiento del Hijo del Hombre, sin embargo, ¡¡todas las predicciones, anuncios o proclamaciones que se hicieron sobre la Segunda Venida de Jesucristo, han fallado estrepitosamente!!, como muy bien hemos podido ver, porque nadie, ya sean clérigos y místicos cristianos, eminentes teólogos, prestigiosos rabinos, estudiosos de las llamadas Sagradas Escrituras, 'profetas autoproclamados' de los nuevos tiempos, telepredicadores, incluso eminentes matemáticos descifrando 'el código' de La Biblia..., ¡nadie ha entendido nada!
Porque, y en primer lugar, -y esto, muy pocos seres humanos lo saben-, las llamadas 'Sagradas Escrituras' (al igual que todos los demás libros de diferentes culturas considerados 'Sagrados') tienen tres niveles de lectura y, por lo tanto, de interpretación. Todo el mundo (exceptuando a ciertas Escuelas Esotéricas), prácticamente, se queda en el primer nivel de lectura que es en el sentido literal y primario.
¡Y, ese es el error! Ese, en efecto, es uno de los errores que cometen en el mundo occidental cristiano la inmensa mayoría de los estudiosos de La Biblia y sobre todo las llamadas 'sectas religiosas' que, entre otras muchas cosas, no se cuestionan aún leyendo literalmente los pasajes bíblicos, y por poner un ejemplo, "quién" era, en realidad, (muy pocos lo han descubierto) ese "Dios" del Antiguo Testamento, al cual, se le otorgan diferentes nombres... Pero, ese es otro tema que no vamos a tratar aquí, pues ya se ha hablado bastante de ello, en este humilde blog.
Por desgracia y, por regla general, el ser humano no tiene por costumbre pensar por sí mismo, y se traga todo lo que digan las autoridades, ya sean del ámbito religioso, político, científico, social..., ¡sin cuestionarse nunca nada!, porque prefiere que sean los demás, "los que saben", los que piensen y decidan el orden de las cosas por ellos. ¡Y, así nos va! La Humanidad es llevada por la oreja y con los grilletes alrededor de los tobillos sin ser consciente de ello. ¡El esclavo que no es consciente de ello se duerme por mucho tiempo!
Pues bien, y retomando el tema, magnífica y admirablemente, el gran vidente Benjamín Solari Parravicini, que también en sus psicografías tocó este tema que nos ocupa, nos da un importantísimo 'dato' referente a la Segunda Venida del Hijo de Dios. Es un pequeño pero, esclarecedor dato que, tal vez, podría resolver por sí sólo uno de los mayores enigmas de la Historia de la Humanidad: ¡¿cuándo será la Segunda Venida de Jesucristo?! ¡¿Cuándo?!
Dice Benjamín Solari Parravicini, el más grande vidente de todos los tiempos (junto a Edgar Cayce), en una psicografía del año 1938:
"El Ultimo Papa Pedro, cierre del Papado reinará sin mente sobre el nuevo "Ministro de Dios". "Cristo Mundus" se dirá y será Cristo en el mundo. Él vendrá en él desde el Cataclismo final. El mal será aquietado y en el nuevo mapa geográfico se verá al Sahara azul como el Pacífico en Vergel." (1938)
La interpretación de esta psicografía del buen Parravicini podría dar para rellenar varios folios pero no lo vamos a hacer, pues lo que más nos interesa de la psicografía y que, por eso la adjuntamos a este escrito, es el párrafo que dice:
"Él vendrá en él desde el Cataclismo final". Obviamente, no se está refiriendo a Pedro, el que será el último Papa, sino a Jesucristo. Toda la clave está expresada en esas ocho palabras: "Él vendrá en él, DESDE el cataclismo final". ¡¡DESDE!!
¿Esto, qué significa? ¿Qué vendrá el Maestro Jesús durante el Cataclismo final? Pero, esto no tiene sentido. ¿Qué quiere decir, entonces, Parra vicini con: "... desde el Cataclismo final"? Pues, realmente, es muy simple. Si sustituimos la palabra "desde" por la palabra "después", lo entenderemos más fácilmente. Por lo demás, la palabra "desde" es muy probable que haya sido escrita a propósito (por el 'Espíritu Guía' de Parravicini) para crear un poco de confusión y poner las cosas..., no demasiado fáciles a los muchos lectores de esa psicografía. ¡Y es lógico!
¡¡Claro, habría sido muy fácil revelar el verdadero instante de la Segunda Venida ("oficial") del Hijo del Hombre, de Jesucristo, si Parravicini hubiera escrito: "Él vendrá en Él, DESPUÉS del Cataclismo final". Muchos dirán: "¡No puede ser tan fácil! ¡Hay que ver lo que dicen las investigaciones de algún prestigioso rabino o algún eminente teólogo sobre la Segunda Venida ("oficial") de Jesucristo porque ellos, saben!" Pero, al final, siempre resulta que las más grandes verdades son las más sencillas. Y, precisamente, por ser tan sencillas o simples, nadie las cree.
También, en esa psicografía, nos encontramos con otra incógnita..., ¡el Cataclismo final!
¿Qué 'Cataclismo final'? ¿Se refiere a lo que muchos denominan "el fin del mundo", o "el Apocalipsis"? Y, por otra parte, entonces, ¿cuándo y cómo sería ese Cataclismo Final? La respuesta a esa pregunta, Parravicini, nos lo da a entender en otra significativa e impresionante psicografía:
“Cataclismo. Fin de fin. Un planeta será herido por un planeta apagado que rueda los espacios, ese planeta será la Tierra. La herida en el choque será la parte sur del hemisferio norte y arrancará gran parte de su colofón. Entonces el mundo Tierra en su sacudimiento, dará un volcón igual al que dio cuando le fue arrancado el trozo de América del sud hoy llamado en el alto Luna. De nuevo el diluvio, de nuevo la oscuridad, de nuevo el eje en su lugar, de nuevo el rodar y un nuevo mar en el foso dejado, y de nuevo otra luna que brillará más, la Amnis” (1938).
Esto, que acabamos de leer, y resumiendo mucho, obviamente no es más que una clara y rotunda alusión a una 'hecatombe planetaria' de proporciones apocalípticas, después de la cual, donde antes estaba el desierto del Sahara, luego habrá un mar y donde antes había un Océano, luego habrá una inmensa extensión de tierra. Por eso dice Parravicini: "... y en el nuevo mapa geográfico se verá al Sahara azul como el Pacífico en Vergel." Es una de las consecuencias de la verticalización del eje terráqueo provocado por otro cuerpo celeste.
Estas dos simples psicografías de Benjamín S. Parravicini que hemos expuesto podrían estar revelándonos, una y por un lado, el momento o el instante de la Segunda Venida del Hijo de Dios, y la otra y por otro lado, cómo será el llamado 'Fin del Mundo', el 'Final de los Tiempos', o bien, el 'Cataclismo Final', tal y como dice Parravicini.
Pues bien, todo esto que Parravicini nos dice en esas dos significativas psicografías, es muy SEMEJANTE a lo que dice la profecía que hizo el Maestro Jesús de Nazaret hace 2.000 años, aunque de una forma, tal vez, excesivamente resumida, cuando estando en el Monte de los Olivos los discípulos le preguntaron..., dinos, ¿cuándo ocurrirá esto y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo? "...Inmediatamente después de la tribulación (gran caos) de esos días, el Sol se oscurecerá, la Luna no dará resplandor, las estrellas caerán del cielo y las columnas del cielo se tambalearán". Esta profecía del Maestro Jesús nos está hablando aunque muy, pero muy resumidamente de los efectos apocalípticos provocados por la verticalización del eje terráqueo como consecuencia de la entrada en nuestro Sistema Solar de un gigantesco astro intruso que pasará rozando la Tierra.
Y, sigue diciendo la profecía: "Entonces, (¿DESPUÉS?) aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, todas las tribus de la Tierra se golpearán el pecho, y verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria". (Mateo cap. 24-vers. 29 y 30)
¡Muchas veces me he preguntado cómo una persona física con un peso específico puede sostenerse sobre una nube, entendida ésta como un cuerpo gaseoso, una masa de gotas de agua en suspensión en la atmósfera! Obviamente, no será una "nube" sobre la cual vendrá el Hijo del Hombre, sino 'otra cosa', que los antiguos traductores de los textos bíblicos no podían conocer. Pero, en estos tiempos, sí que se conoce. Aunque hay muchos "ciegos" dispuestos a no querer abrir los ojos a la realidad que nos rodea y, tampoco, a la realidad de la vida inteligente en otros mundos del inconmensurable Universo.
Pintura profética de Bruce Pennington: "El Sabio de los antiguos días con el Libro de la Nueva Ley".
En esa profecía, obviamente, el Maestro Jesús no está hablando de las diversas señales que precederán al llamado 'fin del mundo', pues ya las ha anunciado antes (me refiero en el Evangelio), sino que en esa profecía está diciendo muy, muy resumidamente, cómo será el 'Fin del Mundo', es decir, el 'Final de los Tiempos', es decir, el 'Cataclismo Final' del que habla Parravicini. Y, en definitiva, podríamos decir, y más acertadamente: ¡el Final del Apocalipsis!
Pero, hay más... Esta profecía del Maestro Jesús que, en efecto, está también haciendo clara alusión al 'Cataclismo final', el 'fin del mundo', el 'Final de los Tiempos', el 'Final del Apocalipsis', es similar a la que encontramos con alguna que otra matización más, en el Libro del Apocalipsis de San Juan:
"Cuando el Cordero abrió el sexto sello, se produjo un terremoto violento, el sol se oscureció como un saco de crin, la luna se hizo toda como de sangre, y las estrellas cayeron sobre la tierra.... El cielo desapareció como un volumen, que se enrolla, y todas las montañas y todas las islas fueron removidas de su sitio".
Todo esto que nos describe muy escuetamente también san Juan, el evangelista, no son más que las consecuencias de la verticalización del eje terráqueo.
Si lo analizamos detenidamente, observaremos que el buen Parravicini, el Maestro Jesús y San Juan (el evangelista) están hablando de lo mismo, en lo que se refiere al Fin del Mundo, el Final de los Tiempos, el Cataclismo Final, el Final del Apocalipsis.
Pero, la Humanidad debe saber que, lo que se conoce como el Apocalipsis, no es 'un día', 'el día del fin del mundo', sino que es 'un proceso' -de "purificación" y "transmutación" de todo cuanto vive sobre la Tierra- un largo proceso que comenzó poco después de los inicios del siglo XX y, del cual, y según nuestros Hermanos Mayores de las estrellas (Aquellos que protegen a la Tierra desde hace 18 millones de años) ya han transcurrido sus ¡tres cuartas partes!
Por lo tanto, estamos en lo que sería su "recta final". Este largo proceso conocido como "el Apocalipsis", es comparable a 'la parábola del trigo y la cizaña'.
El Apocalipsis, en efecto, y volvemos a repetir, no significa como muchos creen "el día del fin del mundo", entendido éste como el fin de la vida sobre la Tierra, pues nunca habrá 'fin del mundo' ni fin de nada. Sí será, "el fin del mundo", pero será el fin de "un mundo", tal como lo conocemos y concebimos, percibimos y en el que vivimos actualmente. Pero, todo "fin" siempre señala un "comienzo". Ese comienzo, será el de los inicios del "Reino de Dios sobre la Tierra" que, iniciará con la Era de Acuario, en lo que se llama la Cuarta Dimensión.
A propósito de ese Comienzo, el mismo Maestro y Avatar Jesús el Cristo nos dice en el texto que viene a continuación:
"Algunos hablan de ultimátum lanzado a la Tierra, pero la rudeza de semejante palabra no contiene Amor. Por mi parte no os anuncio el fin de un tiempo, amigos, ya que los finales carecen de interés. Soy, sobre todo, anunciador de la realidad y de la inminencia de un Comienzo". (Palabras extraídas del libro: "Por el Espíritu del Sol" de A. y D. Meurois-Givaudan)
Sabemos entonces cuándo o en qué momento será la Segunda Venida de Jesucristo, y sabemos cómo será, más o menos, el llamado por muchos, el 'Fin del Mundo', es decir, el final de ese largo proceso de 'depuración' y 'transmutación' de la Humanidad que es conocido en nuestros llamados libros sagrados: el Apocalipsis.
Pero, ¿cuándo será ese 'Final de Finales', 'Final de los Tiempos', después del cual y, cuando TODO LO QUE TIENE QUE PASAR HAYA PASADO..., será cuando acontecerá, por fin, la Segunda Venida ("oficial") de Jesús el Cristo? Ya sabemos que fue dicho y escrito: "Nadie sabe el día ni la hora, ni los Ángeles del cielo, ni siquiera el Hijo sino solo el Padre".
Sin embargo, y a pesar de todo, contamos con un dato CAPITAL, EXCEPCIONAL, una de 'las claves' para comprender todo esto, y que nos infunde un cierto -y por qué no decirlo-, sentimiento de ser privilegiados, por el mero hecho de conocerlo, de saberlo... ¡Muy escasos seres humanos lo saben!
No conocemos, en efecto, ni 'el día' ni 'la hora', pero sí conocemos 'el tiempo', el momento del Final del Apocalipsis porque fue revelado hace pocos años por los Seres de Luz, conocidos como Los Elohim (Seres Solares que ayudan y protegen a la Tierra y la Humanidad desde hace 18 millones de años) a los "dos olivos", "los dos candelabros", también llamados por muchos "los dos testigos del Apocalipsis", D. M. y A. G. (ahora, 'los dos olivos', son cuatro): "El fin de los grandes acontecimientos de transformación del planeta Tierra tendrá lugar entorno al año 2.033".
Ya sabemos que los Elohim al servicio del DIOS VIVIENTE PADRE-MADRE DE TODO Y DE TODOS, LA GRAN LUZ, prefieren no entrar nunca en detalles en cuanto a los próximos acontecimientos y grandes cambios que se ciernen, sobre todo, en el mundo occidental, pues, aunque estos no sean realmente atemorizadores ni inquietantes para aquellos que saben amar, la difusión de su contenido bastaría para evocar profundas angustias.
¡Pero, con pocas palabras, basta! ¡Sabemos, perfectamente, a qué se refieren con esas pocas ESCLARECEDORAS palabras!
Después de haber llegado hasta aquí y habiendo resuelto el enigma de la Segunda Venida del Hijo del Hombre, aportaremos ahora unas palabras del mismísimo Maestro Jesús de Nazaret que 'avalan' todo lo que hemos aquí afirmado:
"Es cierto que mi Hermano Cristo tomará un hábito de carne y que millones de vosotros lo reconocerán. PERO, ESO NO SE PRODUCIRÁ HASTA QUE LA PROPIA CARNE, POR LA MUTACIÓN DE LA CONCIENCIA QUE LA ANIMA, SE HAYA ELEVADO EN 'UN GRADO' SU REALIDAD VIBRATORIA". (Estas palabras están consignadas en el libro "Por el Espíritu del Sol" de A. y D. Meurois Givaudan. Libro, cuyos derechos de autor serán entregados a los organismos cuyo objetivo sea el establecimiento de la Paz y la difusión de la Luz en el mundo)
Qué quiere decir con esto, porque, esto, es una clave: "Pero, eso NO se producirá hasta que la propia carne por la mutación de la Conciencia que la anima, se haya elevado en "UN GRADO" su realidad vibratoria".
Es decir..., "se haya elevado en UN GRADO su realidad vibratoria", es decir, haya (esa parte de la Humanidad más realizada) accedido a otra forma más sutil, pura y cristalina de percibir, de vivir y amar la Vida, como consecuencia de haber logrado hacer germinar la semilla del Amor incondicional en su corazón, es decir, habiendo logrado, por fin. el Despertar del Espíritu y, por lo tanto, 'la muerte' del propio "ego". ¡Estos son los valores que regirán la vida en la cuarta dimensión, a la cual, la Tierra y parte de su población (la tercera parte) están a punto de acceder, siguiendo los periodos evolutivos marcados por la Grandes Leyes que rigen el Cosmos!
Entonces, y después de dicho todo esto, podemos deducir y sin temor a equivocarnos que..., después de que finalicen los grandes acontecimientos de transformación del planeta Tierra (y su población) entorno al año 2.033 es cuando, después, se producirá la Segunda Venida ("oficial") de Jesucristo..., ¡no antes! Parravicini dice: "Desde (DESPUÉS) del cataclismo final".
Es obvio que, no toda la Humanidad podrá tener el privilegio de presenciar la Segunda Venida de Jesús el Cristo. Pero, sí lo verán llegar millones de seres humanos que, precisamente, serán "aquellos" que logren obtener, no sin cierto sacrificio y abnegación, en estos tiempos del 'Final de los Tiempos', "el pasaporte del corazón", el cual, les capacitará para acceder al 'Nuevo Mundo', el llamado 'Reino de Dios en la Tierra', que comenzará con la Cuarta Dimensión y Quinta Dimensión, las cuales, exigen una perfecta armonía con las Leyes Universales que rigen y tutelan la Vida en todo el inconmensurable Cosmos.
Es decir, solamente aquellos que habrán logrado, al fin, "aprehender" la madre de todas las lecciones: Amar incondicionalmente; amar al prójimo como a sí mismo; amar y respetar la Vida en cualquiera de sus infinitas manifestaciones... Estos, serán aproximadamente, la tercera parte de la Humanidad: ¡los bienaventurados!
Aún hay algo más que decir, y lo viene a decir 'Aquel' del que esperamos, en estos tiempos, Su Segunda Venida:
"¿Queréis saber a "qué" se va a parecer ese Cristo en quien ponéis todas vuestras esperanzas?
¡A todo lo que no podéis imaginar! ¡A todo lo que vuestros ojos aún no consiguen circunscribir! A todo lo que nunca sabrán delimitar. A toda Luz, salvo a la que es propiedad de una iglesia particular...
Dejadme deciros que primero aparecerá entre vosotros uno, y luego dos, y luego tres y más aún que se levantarán gritando: "Es a mí a quién esperáis". Y, habrá hombres lo bastante "sordos" para escucharlos. Por fin, surgirá otro, más hábil, que no se nombrará (a sí mismo) sino que se hará designar, un hombre con palabras teñidas de paz y de gran poder, un ser capaz de subyugar y al que escucharán los gobiernos... ¡y, al que quizá también vosotros escucharéis!
Sin duda, hipnóticamente sacará de vosotros algo que se parece mucho al amor, ya que sabrá llevar a los hombres y mujeres hasta cierto punto..., pero, ¿os llevará, los llevará hasta el Encuentro?
Os dejo a vosotros el trabajo de responder. El Encuentro es el que se tiene con uno mismo. ¡Trivialidad, diréis, todos los libros lo dicen y los gurúes más mecanizados también lo proclaman! Lo repito precisamente porque se trata de una trivialidad, porque ya no es hora de que se perpetúe semejante vulgarización.
El empobrecimiento de las verdades ya no es soportable para los seres de corazón.
Os lo digo: en ese caso, lo que llamáis el "encuentro con uno mismo" será el encuentro con el falsificador. Entonces, os incitarán a colocaros tras él como tras un jefe de tropa. Existen treinta y seis mil maneras de reclutar ejércitos. El problema será que cada uno sepa en conciencia si realmente es importante reclutar un ejército, es decir, abrir la puerta a un nuevo condicionamiento. ¡Condicionar a los hombres a estar sin condicionamientos! ¡La máxima trampa!
Cuando "el claroscuro" (la Sombra) se pone a adoptar el lenguaje de la Luz pura, hace falta algo más que vocabulario para no entrar en el callejón sin salida. Hace falta silencio, un poco de paciencia y mucha confianza. Sin embargo, siempre llega la hora en que "el claroscuro" cansa los ojos... Entonces, no se puede sino mirar en su propio interior.
Para que así sea, no esperéis los síntomas de agotamiento, no esperéis un error más, como un violento bastonazo para devolvemos al buen camino. Tomad la delantera.
¡En realidad, amigos, Aquél que viene realmente ha tomado la delantera porque ya está aquí! ¿No podéis distinguir su rostro? ¡No importa! Él conoce el vuestro hasta en sus menores arrugas.
Simplemente sonreirá cuando "aquel que se hará designar" haya terminado su trabajo. Entonces, podréis devolverle la Luz que Él difundía en vosotros como en un pozo aparentemente sin fondo.
¿Quiere decir eso que nunca veréis la silueta de un ser con el resplandor de Cristo? ¿Quiere decir que sólo recibiréis energía? Pero, ¿qué significa ese "sólo energía"? También vosotros no sois más que energía. De hecho, sois sólo eso, es decir Todo eso, Todo...
¿Acaso quiero deciros que no debéis basar vuestra demanda y vuestra esperanza en este encuentro con una persona física que encarne a Cristo? El trabajo que tenéis que acometer en vuestro ser lo debéis hacer en función de vosotros mismos y de las múltiples e infinitas manifestaciones de la vida.
Poned fin al condicionamiento de la recompensa, la de "ver un día a alguien". Es cierto que mi Hermano Cristo tomará un hábito de carne y que millones de vosotros lo reconocerán. Pero, eso no se producirá hasta que la propia carne, por la mutación de la conciencia que la anima, se haya elevado en "un grado" su realidad vibratoria.
Es decir que sois vosotros, individual y colectivamente, quienes tenéis que abrir la puerta de la Tierra de los Hombres al Ser Cristo, al Cristo de la historia de vuestro planeta, a aquel que, en definitiva, se ha hecho cargo de la instrucción de la humanidad.
Cuando los pies de un Ser así hollan un suelo como el vuestro, es señal de que algo se ha purificado hasta en la materia y que la Obra de la oscuridad se acaba en ella.
Os lo repito, no veáis en ello una "recompensa", sino la respuesta lógica al trabajo solar, consciente o inconsciente, de todos vosotros.
Sea como fuere, sois vosotros quienes fijáis la hora de Su advenimiento y, más allá incluso de ese advenimiento, la hora del Encuentro. Sólo el cuerpo y el alma de vuestra humanidad pueden exclamar: "¡Estamos listos!". Pero, creedme: cuando se lance este grito, "la hora de estar en guardia" habrá dejado de sonar ya que cada uno, pese a las torpezas que su libertad le hará conocer aún, comprenderá la riqueza que surge de las diferencias y aprenderá la unidad en la multiplicidad.
No os anuncio el Fin de un Tiempo, ya que los finales carecen de interés. Soy, sobre todo, anunciador de la realidad y de la inminencia de un Comienzo.
Por eso, os invito a ser roturadores de la Vía, silenciosos si es necesario, orgullosos sin hinchar el pecho, pero decididos a pesar de los pesares, tanto en el pensamiento como en la acción.
La Felicidad y la Paz que sois capaces de construir ahora dependen de eso.
Algunos hablan de un ultimátum lanzado a la humanidad, pero la rudeza de semejante palabra no contiene amor. Por mi parte, os hablo de una Propuesta, sin duda la más bella, la más luminosa de todas las que habéis recibido. Os hablo de Amor, ya que es necesario que descubráis por fin ese Aliento cuyo recuerdo palpita en vosotros desde el origen de los Tiempos...
Os hablo de Amor más que de ninguna otra realidad con el fin de que, en la urgencia en que se encuentran vuestras heridas, ya no haya lugar para la duda.
Aquí termina verbalmente el mensaje que tenía que dirigiros. ¡Aquí empieza el vuestro!, pues ahora el mundo espera vuestra respuesta!
Ojalá no archivéis estas frases como habéis hecho con tantas otras...
Sabéis que vuestra alegría no depende de ellas sino del regalo de cristal que os pueden ayudar a ofrecer a los hombres. No tengo mayor meta que la de hacer florecer en vosotros el motor, el portador de antorcha y el detonador de Paz. Así pues, amigos, en toda verdad y más que nunca, el Universo entero podrá llamaros en conciencia por el nombre de "Hermanos".» (Estas palabras del Maestro y Avatar Jesús, están consignadas en el libro "Por el Espíritu del Sol" de A. y D. Meurois Givaudan. Libro, cuyos derechos de autor serán entregados a los organismos cuyo objetivo sea el establecimiento de la Paz y la difusión de la Luz en el mundo)
No hay nada más que decir... Ahora, cada uno que saque sus propias conclusiones. Y, ya dentro de poco, sabremos si formaremos parte de esos hombres y mujeres que tendrán el sagrado privilegio de presenciar: la Segunda Venida de Jesús el Cristo.
Fuentes:/"Por el Espíritu del Sol" de A. y D. Meurois-Givaudan; "Visiones esenias" de Daniel Meurois; El Nuevo Testamento; "El otro rostro de Jesús" de D. Meurois - A. Givaudan; Psicografías de Benjamín S. Parravicini
