Este mensaje fue recibido por Daniel Meurois (mediante el sistema de canalización) en Turín ante trescientas personas.
"La única dirección que podéis tomar desde vuestra posición hoy, es lo que se llama la acción cotidiana al alcance de la mano. Es con los miles de pequeños gestos con los que realmente actuáis. Es a través de vuestros miles de pensamientos con los que sembráis el campo de lo que llamamos futuro y tenéis la capacidad de curar las heridas de la Tierra.
No creáis que sea necesario ser seis mil millones de seres humanos para tomar conciencia de esto. Existe lo que se llama una masa crítica que se debe alcanzar. Sed cada vez más numerosos los que no libréis más batallas interiores..., y es así como podréis, más allá de lo que podáis imaginar, preparar la Tierra de mañana.
Sabemos muy bien, que no será con algunos pensamientos de paz con los que podréis sistemáticamente contrariar todas las intenciones de masacres ni contrarrestar todos los tipos de energías contaminantes en la superficie de vuestro planeta..., sino actuando según vuestro corazón, con la simplicidad, con el amor y la espontaneidad generaréis lo que llamamos un campo vibratorio, el que recogerá la futura humanidad sobre la Tierra de mañana, el que preparará el apósito de las heridas por llegar.
Sin ser pesimistas, no podemos negar el hecho de que vuestro planeta y su humanidad deben prepararse para grandes sufrimientos. Cuando un absceso brota, demasiado alimentado y demasiado doloroso, es bueno que se le practique una incisión. La incisión del absceso de la humanidad terrestre es a partir de ahora inevitable.
Sed, simplemente, desde ahora mismo, desde este mismo segundo, de los que preparan el apósito del futuro. Si no hay un campo energético de apósito divino cuando la herida ya se haya producido y esté muy abierta, el sufrimiento será aún más grande...
¿Comprendéis cuál es vuestro medio de acción? No podéis pretender cambiar de manera radical, absoluta y definitiva ciertos acontecimientos ya en marcha, pero podéis, a partir de ahora, trabajar para ser bálsamos de lo que va a venir. Daros cuenta de que no hay tristeza al considerar estos acontecimientos de los que os hablamos.
Cuando, desde el punto de vista de nuestra observación, miramos las mutaciones que le esperan a vuestra humanidad, no sentimos tristeza. A veces, estamos inquietos sobre la manera en qué las puertas serán traspasadas, pero esta inquietud no genera ninguna tristeza porque vemos, ahora ya, el Sol que despunta detrás del estrecho pasaje...
Sabed que tenéis que ser "el alimento" (por el Amor) de este Sol y que vuestra única preocupación debe ser aumentarlo y ensanchar la puerta de la Conciencia con el fin de que su radiación sea cada vez más sensible.
En relación con la contaminación, muy concreta, que hoy en día vivís en la Tierra, sabed que ésta llega demasiado lejos. Nuestro pueblo (Venus) es capaz en algunas horas de terminar con ella..., simplemente, por el conocimiento de los engranajes extremadamente íntimos de la Naturaleza.
Pero, cuidado..., no creáis que con esto podáis desinteresaros de la salvación de la naturaleza de vuestro mundo..., porque si os apoyarais sobre nuestras eventuales intervenciones, es evidente que cargaríais con un peso que os seguiría durante mucho tiempo.
Tomad vuestras responsabilidades, por muy pequeñas que sean, y no tengáis la impresión de que vuestra misión de vida sea tan insignificante como pensáis.
¡Son las miles de insignificancias cotidianas las que fabrican un mundo!
Quienquiera que seáis, plantad pequeñas semillas de alegría a cada instante de vuestra vida. Con esto está todo dicho. Dios os necesita.
El Sol no es diferente de vosotros. ¡Esto es una verdad absoluta!"
El Morya
Nota: Morya es uno de los Grandes Maestros de Sabiduría de Shambhala. Es un Elohim al igual que el Maestro Jesús de Nazaret)