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18 marzo 2018

¡EL ARCA DE NOÉ NO ERA NI PODÍA SER UN BARCO DE MADERA SINO UNA INMENSA NAVE CON FORMA PIRAMIDAL! ¡ASÍ LO ATESTIGUA UN ANÁLISIS DIGITAL DE LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO!


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Imagen ficticia.


Sí, así es, la llamada Arca de Noé y que todo el mundo ha creído desde siempre que era un barco de madera, el cual, había sido mandado construir por "Dios" con unas determinadas medidas -así se dice en el Antiguo Testamento de la Biblia-, en realidad era una nave que podía volar y con forma de pirámide. 

Esto, puede ser difícil de creer, ciertamente, pero es lo que nos han dicho Aquellos que algunos llamamos nuestros Hermanos Mayores de las estrellas, Aquellos que protegen a la Tierra y tutelan la evolución, -en base al libre albedrío-, de toda la Humanidad desde el alba de los tiempos. 

Se han escrito ríos de tinta acerca del "Arca de Noé", y, ahora sabemos, que era una nave voladora con forma piramidal, en cuya construcción participaron también algunos seres de las estrellas aportando ciertas características a la nave. 
Y, ¿dónde está? ¿dónde se encuentra? ¡Se encuentra, bien custodiada, en el interior de nuestro planeta, en el mundo interno de la Tierra! Allí permanece desde entonces, desde hace aproximadamente casi 13.000 años, y preparada para volver a ser utilizada en un futuro muy próximo. 
El Arca de Noé transportaba también a muchos ciudadanos atlantes, que acabaron por resguardarse y vivir en el interior de nuestro planeta. 

¡El Arca de Noé no era de madera, -como siempre se ha creído, simplemente, porque lo decía la Biblia-, ni podía ser de madera! Por lo tanto, los restos fosilizados de una embarcación de madera encontrados en el Monte Ararat en Turquía, son de alguna antigua embarcación que no tiene nada que ver con la llamada: Arca de Noé.

Deberíamos saber que, la Atlántida albergó a la civilización más avanzada que ha existido jamás sobre la Tierra. Era, en muchísimos aspectos, más avanzada que nuestra civilización actual. En aquellos tiempos, la tecnología, la ciencia y cultura de los atlantes estaban mucho más avanzadas que las de sus contemporáneos de aquella época e incluso era superior a nuestros conocimientos actuales en las diferentes ramas de la ciencia, porque, muchos de esos conocimientos científicos y tecnológicos fueron transmitidos fraternalmente, y en un primer momento, por seres de las estrellas procedentes de las Pléyades.

Los atlantes conocían la fuerza y poder del pensamiento, y el electromagnetismo no tenía secretos para ellos. Poseían, en las ciudades, vehículos de transporte público y personal que se desplazaban silenciosamente a una cierta distancia del suelo y sin tocarlo, gracias a la energía magnética.

Podían hacer túneles que atravesaban las montañas sin producir enormes cantidades de residuos sólidos ya que utilizaban cañones de 'radiación' electromagnética que descohesionaban la estructura molecular de la materia.


Por supuesto, los atlantes también poseían aeronaves de diferentes tipos que se desplazaban por los cielos, impulsadas también por la energía magnética. Gracias al uso de esta energía resolvieron muchísimo tiempo atrás el problema de la contaminación. Esa energía-magnética la usaban para todo, para calefacción, propulsión de sus máquinas voladoras y marinas, e incluso, submarinas.

La Atlántida estuvo gobernada en sus orígenes por un Gran Rey, el Maestro Jesús, (por supuesto con otro aspecto que el que le conocemos de hace 2.000 años) que instauró las leyes esenciales que permitieron la armonía y el progreso y desarrollo espiritual de esta civilización durante miles de años. Y, adoraban al Sol, como Fuente y Origen de todo cuanto existe.

Con el paso de los siglos, en los atlantes creció la sed de dominio y de poder y llegaron a realizar experimentos genéticos más que desordenados, abominables, lo cual, precipitó su caída. También conocían el poder del sonido, y la magia y el poder enorme de los cristales, de los cuales se sirvieron para acceder a otras dimensiones espacio temporales.

Ellos, los atlantes, fueron los que confeccionaron y tallaron la punta de la Gran Pirámide de Egipto que estaba hecha de cristal de roca. Era una pequeña pirámide, de cristal de roca.


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También poseían, por supuesto, pequeñas embarcaciones marinas -de un material muy resistente y desconocido para la ciencia actual- y que se utilizaban para pescar o para pequeños recorridos entre islas, y también sus grandes navíos y aeronaves estaban construidos con esa especie de cristal duro como el diamante, pero siempre estaban propulsadas por energía magnética. Sus edificios también estaban construidos con esa especie de cristal que era tan duro como el diamante.

¡El Arca de Noé no podía ser de madera! Tenía forma de pirámide. Era un enorme navío un poco más grande que nuestros portaaviones militares pertenecientes a las actuales grandes potencias mundiales. En la construcción de ese gran navío y, sobre todo, en algunos detalles tecnológicos participaron los Hermanos de las estrellas de la Confederación de Mundos. 

Pero, no hubo una sola Arca de Noé. Aunque el Arca del Rey atlante Noé era la más grande y en ella embarcaron todos sus familiares y séquito, también hubo cientos de pequeñas embarcaciones de energía magnética que pusieron a salvo a miles de atlantes.

Imaginemos por un momento que, en la época actual, y teniendo el conocimiento de la inminencia de una catástrofe apocalíptica planetaria provocada por una intempestiva subida progresiva de las aguas de los océanos que anegarían casi toda la superficie del planeta nos pusiéramos a construir barcos de madera para salvar al mayor número posible de personas, animales y plantas (o semillas), en vez de utilizar los enormes buques trasatlánticos, o incluso submarinos.

A todo lo que hemos dicho anteriormente habría que añadir que, según los investigadores que analizaron los restos fosilizados de la supuesta Arca de Noé del monte Ararat en Turquía, las pruebas de radiocarbono datan la fecha del material en unos 4.800 años. Hay que decir que fueron varios laboratorios -cuatro- que efectuaron las analíticas del material, y descubrieron que no era tan antiguo. Pero, sin embargo, fueron aceptadas -sospechosamente- como 'buenas' las análiticas con radicarbono que efectuó otro laboratorio, el cuarto, y que databan el material de la supuesta Arca de Noé con unos 4.800 años. 

Bien. De todas formas aunque fuera verdad (que no lo es) que esos restos analizados y que fueron datados según la prueba del carbono-14 con unos 4.800 años de antigüedad, aún así, no podrían pertenecer a la famosa Arca de Noé, por la sencilla razón de que el rey atlante Noé -sus ingenieros- construyó la nave (por cierto, con ayuda 'exterior') hace mucho más atrás en el tiempo, cuando la última destrucción de la Atlántida y su definitivo hundimiento en las aguas del Océano... ¡Y ESO FUE HACE UNOS CASI 13.000 AÑOS!

¡¡Cuando comprendamos -analizando las cosas a la luz de los conocimientos actuales- qué era en realidad esa "nube" a la que se hace referencia -entre otros pasajes del Antiguo Testamento- en el Libro del Éxodo del Antiguo Testamento de la Biblia, capítulo 40 versículos 34, 35, 36, 37 y 38, entonces, podremos empezar a entender la verdadera naturaleza de la llamada "Arca de Noé"!!

Maryo Z. G.


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