Nunca olvidaré la Luz, la Paz y la Plenitud de mi verdadera Patria. Nunca olvidaré a quien me hizo la pregunta más difícil que se le puede hacer a un alma: «¿Cómo amaste y qué hacías por los demás?». (Nicole Dron)
He aquí el conmovedor testimonio de autenticidad y sinceridad de Nicole Dron, que vivió la más misteriosa y profunda vivencia que un ser humano puede experimentar: la travesía de las «Puertas de la Muerte».
A los 26 años, durante una intervención quirúrgica, el corazón de Nicole dejó de latir. Todo parecía haber terminado. Sin embargo, acababa de comenzar la aventura que cambiaría su vida para siempre. En mitad de la Luz, Nicole descubre que es eterna y que sólo hay vida. Saborea una paz y un amor infinitos que jamás podrá olvidar. Con palpable emoción, encuentra a ese joven hermano que se marchó a temprana edad y descubre, con inmensa felicidad, que los lazos de amor nunca mueren. Un Ser de Luz le hace la pregunta más difícil de su vida: ¿Cómo amabas y qué hacías por los demás? Le son transmitidas inquietantes revelaciones sobre el futuro de la humanidad. Sólo una transformación individual y global de la conciencia humana podrá salvar nuestra tierra.
¿Cómo vives después de una experiencia así? Este fascinante relato autobiográfico nos ha cautivado por completo. Su dimensión espiritual es innegable e ineludible. Nos cuestiona sobre el origen de la conciencia, la multidimensionalidad del ser humano, su finalidad y su lugar en el universo. Restaura al hombre en su grandeza y dignidad.
Nota editorial
En sus recuerdos del más allá, Nicole Dron nos relata que durante su experiencia de casi muerte que duró 45 segundos, una voz plena y bella le planteó estas preguntas:
¿Cómo amabas?
¿Qué hacías por los demás estando en la Tierra?
Aquel día del 10 de enero de 1968, cuando una gran hemorragia la llevó de urgencia al quirófano, la autora quien acababa de dar a luz, al sentirse catapultada hacia una luz intensa y brillante, enseguida se dio cuenta que estaba “muerta” y a la vez más viva que nunca.
Este libro describe con lujo de detalles la visita de la autora a otro plano, primero un abismo de oscuridad y de silencio, y luego un jardín de amor resplandeciente y paz infinita, sin tiempo ni cargas.
“La Luz era espléndida, maravillosa, viva, radiante, de una pureza increíble. Era un océano de Amor, pero puro Amor, uno que se ofrece y no pide nada, un Amor de Sol, y yo, yo era Amor. Estaba totalmente inmersa en un océano de Amor.”
Gracias a este relato, gracias a nuestra capacidad de meternos en la piel de Nicole, podremos tener un atisbo, aunque fuera solo por un momento, de la gloria que nos espera tras la vida. La muerte vista como un lugar donde no hay miseria, ni violencia, ni guerra, ni conflictos, solo Amor.
“En esta plenitud e inmensa paz, comprendí el significado de las palabras «Yo soy». Es como si, siendo yo, me convirtiera en todo y encontrara mi verdadera naturaleza. Había encontrado mi hogar de nuevo. Me había convertido en Amor y era Vida.”
Parece increíble que en tan solo 45 segundos se pueda vivir una experiencia tan impactante y desgarradora, reencontrarse con los seres queridos y alcanzar una comprensión de la vida y de la muerte tan completa. Solo podemos estar agradecidos con Nicole Dron por haber escrito este libro y por haber querido compartir sus 45 segundos de eternidad con todos nosotros.
¡Gracias!
Editorial Isthar Luna-Sol
