Las leyes físicas de este mundo, la densidad y la estructura de ésta, todo cuanto constituye este cuerpo grave, soporte de vuestra alma, es el resultado directo del nivel de conciencia de la Humanidad.
Así, cada uno de vosotros imprime en lo que le rodea la marca de la tasa vibratoria de su ser. Queremos decir que la estructura de la materia está totalmente sometida a vuestra forma de pensar, de amar, de concebir el universo y de comportaros en él.
A todos sus niveles, vuestro universo resulta ser la prolongación directa de vuestros conceptos.
Las leyes físicas que descubrís en la actualidad, no son ciertamente las que regían este mundo hace millones o miles de millones de vuestros años.
Todo se metamorfosea y cambia progresivamente y, a veces, con violencia, siguiendo el ritmo de la evolución de vuestra mirada o de sus saltos cualitativos.
Por ello, vuestra Tierra, junto con la naturaleza de la materia que la constituye, es el más puro resultado de la complicidad mental y emocional de sus habitantes en un determinado estadio de su conciencia.
Vuestros Hermanos Mayores de las estrellas
