Este es un extracto del libro: “Telos 3. Protocolos de la Quinta Dimensión", canalizado por Aurelia Jones. En él, canaliza a una especie vegetal de las más gigantescas del planeta: la de los árboles secuoyas. Tengo la impresión de que estas palabras del Deva del árbol podrían ser las de nuestro gigante interior. Porque, lo cierto, es que en cada ser humano mora un gigante, que simboliza toda su grandeza. Pero, la parte “tecnológica” (radio, TV, juegos electrónicos, redes sociales etc.) de nuestra psique, ¡ha apagado su voz!
Hemos ido “talando” esa grandeza en aras de un mayor disfrute material, sin darnos cuenta de que sin ella no vamos a ninguna parte. Esa grandeza es la que es capaz de protegernos de los desastres naturales (enfermedades, problemas, sufrimiento..) promovidos por nuestra inconsciencia. Para conectarnos con esa parte de nuestro ser, podría ser una buena idea buscar en Google fotos de secuoyas e imaginar que hablamos con ellos; será como una conexión simbólica con nuestro gigante interior. A continuación, el texto canalizado:
MENSAJE DEL 'ESPÍRITU GUÍA' DE LOS ÁRBOLES SECUOYAS:
“Aunque la mayoría de nosotros, como especie, hemos sido destruidos por vuestra moderna tecnología y por vuestra falta de conciencia y consideración hacia los tesoros de esta Tierra, nuestro Espíritu continúa vivo. Cada vez que uno de nosotros perece frente a las sierras mecánicas de los madereros, el Espíritu del árbol muerto se mueve a otra dimensión para una nueva reencarnación, donde somos amados, honorados y apreciados.
“Aunque la mayoría de nosotros, como especie, hemos sido destruidos por vuestra moderna tecnología y por vuestra falta de conciencia y consideración hacia los tesoros de esta Tierra, nuestro Espíritu continúa vivo. Cada vez que uno de nosotros perece frente a las sierras mecánicas de los madereros, el Espíritu del árbol muerto se mueve a otra dimensión para una nueva reencarnación, donde somos amados, honorados y apreciados.
Nuestra especie, como inteligencia dévica colectiva, también vive en muchas dimensiones superiores en este planeta y más allá, donde prosperamos y donde sus habitantes valoran nuestra presencia y nuestros dones.
Vivimos en gran número en el interior de la Tierra, en la Tierra Interna, la Tierra Media y las ciudades subterráneas de este planeta, donde honramos las vidas de los seres amorosos y sabios que residen en esos extraordinarios lugares.
Vivimos en gran número en el interior de la Tierra, en la Tierra Interna, la Tierra Media y las ciudades subterráneas de este planeta, donde honramos las vidas de los seres amorosos y sabios que residen en esos extraordinarios lugares.
¡Tenéis mucho que aprender, amigos míos, sobre los 'valores reales' de la Vida! Si nuestras palabras os parecen demasiado duras, tomadlas como una llamada al Despertar, una súplica de compasión para todas las demás formas de vida en este planeta que están recibiendo de la humanidad un trato equivalente al que recibimos nosotros.
A la larga, cuando hayáis alcanzado un estado de evolución suficientemente elevado para entender las leyes eternas de la unicidad de toda forma de vida, sabréis que el amor y la compasión que otorgáis a otro, sin importar la forma que tome, la ofrecéis también en vuestro propio beneficio.
Destrozáis la Tierra y sus muchos reinos y, en última instancia, esas energías volverán a vosotros. Os convertiréis, en vuestras encarnaciones siguientes, en los receptores de vuestro propio destrozo.
Estas son las inmutables leyes cósmicas de la unicidad, sobre las cuales se basa toda la Creación. En todas las sociedades iluminadas nadie corta nuestros cuerpos, en forma de árboles gigantes, para sus usos personales (y nunca para su beneficio), hasta que nuestra encarnación en estos cuerpos se complete y nuestro Espíritu haya abandonado esta forma. Es solamente entonces cuando se corta la madera con gran respeto y destreza, y es usada para múltiples propósitos.
La maravillosa madera que proporcionamos es también parte de los regalos con que dotamos a este planeta, como presente a todos vosotros de nuestro Espíritu, lo que nunca ha significado que pueda ser monopolizado por unos pocos especuladores para ser vendida en corporaciones industriales multimillonarias que no mantienen ni amor ni conexión con la naturaleza y la evolución dévica.
Nosotros pertenecemos a todos, nadie tiene derecho a 'poseernos' ni a 'disponer' de nosotros a su antojo. Nadie puede nunca reclamaros ser dueño de un trozo de terreno. Por derecho divino toda la tierra pertenece al cuerpo de vuestra amada Madre Tierra. Ella es soberana.
Si pensáis que sois dueños de un trozo de tierra o tenéis derechos sobre algún terreno, 'como mucho' sois sólo sus administradores temporales, y sois totalmente responsables ante los Consejos Superiores de cuanto hagáis con ello. La administración de la tierra y de los animales son iniciaciones evolutivas muy importantes sobre el camino de la vida. En todas las sociedades iluminadas, debido a que la madera es utilizada de forma sabia y juiciosa, hay abundancia para todos y abastece todas sus necesidades sin racionarse ni escasear.
¿Os habéis percatado de la diferencia en la actividad de huracanes y tornados entre la costa Este y Oeste de los Estados Unidos de América?. Os habéis preguntado, alguna vez, por qué la costa Oeste no ha recibido la misma cantidad de cataclismos anuales como sucede tan frecuentemente en la costa Este?
Deseamos contaros que la costa Oeste se libra cada año de muchas calamidades potenciales debido a 'Nuestra Presencia'. No 'sólo somos árboles' como habéis sido conducidos a creer en vuestra escasa conciencia espiritual; nosotros somos mucho más que eso.
Nuestra forma arbórea es solamente un envoltorio externo, nuestro Espíritu colectivo es inmenso, poderoso, englobador y sabio; más allá de vuestra actual comprensión limitada y despertar evolutivo.
Nosotros los Secuoyas, somos los guardianes y Devas de la costa Oeste y debido a nuestra presencia, nuestro amor y grandes poderes protectores este país ha sido aislado de muchas calamidades de la naturaleza.
Por favor, recuerden que los desastres naturales son producidos, siempre, por desequilibrios energéticos en la retícula electromagnética de la Tierra, que proceden de vórtices de energías discordantes que han sido creadas y acumuladas por un uso incorrecto de las energías creativas de la humanidad, pensamientos negativos y falta de calidad de amor de unos hacia otros y hacia todas las demás formas de vida.
Somos los armonizadores de la Naturaleza donde vivimos, y nuestra influencia se irradia lejos y ampliamente. Durante siglos hemos podido absorber en nuestros gigantescos cuerpos gran parte de vuestras energías discordantes, de modo que aislamos al hemisferio occidental de las consecuencias de muchos desastres naturales.
Cuando constituíamos grandes efectivos cerca de vuestras orillas y sobre vuestras costas, éramos entonces mucho más eficaces protegiéndoos de los contratiempos potenciales, o cataclismos, que llegaban a vuestra orilla desde el Océano Pacífico o de cualquier parte.
Ahora, con nuestros efectivos reducidos tan drástica y diariamente por la falsa pretensión de 'progreso', sin ningún proceso mental o consideración acerca de quiénes somos, de cuál es nuestro papel en esta zona de vuestro país, y sin recibir gratitud alguna por la gran protección que hemos ofrecido a vuestra costa durante tantísimo tiempo, os avisamos.
Nuestro número ha sido ahora reducido hasta el punto en que, cada vez, nos resulta más y más difícil continuar proporcionando a la costa Oeste la protección que hemos podido ofrecer hasta ahora, y la mucha mayor protección que
necesitaréis en un futuro cercano.
Nos gustaría añadir que ante la continua reducción de nuestro número, como habéis estado permitiendo hasta la fecha durante las últimas décadas, estáis exponiendo vuestras costas, la tierra oeste de los E.U.A., y sus habitantes, a un riesgo muy superior de severos desastres catastróficos.
Sois descuidados, sin pensar más allá, destruyendo cada día a 'Los Guardianes de los Seres Divinos' que durante eones de tiempo han estado protegiéndoos a vosotros, a vuestras playas y a vuestra tierra.
Una vez que nos extingamos por las hachas y las sierras de aquellos que nos consideran simplemente como símbolos del dólar, no vamos a volver a esta dimensión. Iremos a cualquier parte para continuar sirviendo, bendiciendo e irradiando nuestros propósitos.
El resto de nosotros se unirá a los millones de nuestra especie que ya han partido. Nuestras almas son inmortales, igual que las vuestras. La muerte de nuestros cuerpos será vuestra gran pérdida en este país, como pronto descubriréis, y una pérdida para la tercera dimensión de este planeta. Si no podemos continuar haciendo lo que hacemos aquí, nos iremos a pastos más verdes donde reinen el amor, la luz y el honor y donde seamos apreciados.
Agradecemos a Aurelia Louise el tiempo que ha empleado en escuchar sin interrupción nuestra profunda llamada desde su corazón y su alma, y por tomar nota de este mensaje urgente que hemos estado deseando compartir con la humanidad durante tanto tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
Os hemos acunado con nuestra protección, amor, sabiduría, nuestra paz, armonía, belleza, madera y oxígeno; hemos adornado vuestro paisaje durante millones de años, en cada una de vuestras muchas encarnaciones. Nos conocéis, así como nosotros os conocemos.
Debido a vuestra caída en tan gran densidad de conciencia y a la inconsciencia en que os encontráis en este tiempo importante de transición de la Tierra, habéis olvidado vuestras raíces y vuestros ancestros, y habéis olvidado quiénes sois realmente.
Desde no hace mucho, reconocéis a la Tierra como vuestra Madre, una formidable vida celestial, un Ser que respira el orden e inteligencia más elevado, un Ser que es Amor, que es respetado y honrado en todos los planetas de este Sistema Solar, las múltiples galaxias de este universo y todos los demás universos, más allá de éste.
Ella es la única que ha apoyado vuestra evolución personal sobre su cuerpo con tal inmenso amor, abundancia y nutrimento, durante tantísimo tiempo, totalmente incondicional, sin importar lo que habéis hecho a su organismo.
Os ha permitido dañar, envenenar y destruir partes de su ser incontables veces para ayudaros a forjar vuestro camino evolutivo. Habéis expoliado sus recursos, drenado su sangre, representada por el petróleo dentro de su cuerpo, y asesinado y mutilado a sus hijos.
Muchos de vosotros estáis imprudentemente destruyendo grandes porciones de tierra y hábitat de muchos reinos que Ella, también amorosamente, alberga sobre su complexión, además de la multiplicada humanidad. Habéis sido brutales con sus reinos inocentes del mundo animal y habéis sido brutales, incluso, unos contra otros.
Ella considera a todos los seres de sus muchos reinos como sus hijos, cualquiera que sea la forma que ellos tomen. Los ama a todos por igual.
Habéis olvidado que todos los reinos que evolucionan en este planeta saben o desconocen que vosotros tenéis los mismos derechos para vivir aquí y compartir este planeta, cualquiera que sea la forma que ellos tengan.
A la humanidad nunca le fue dado el dominio de este mundo como un pasaporte para abusar y destruir otros reinos, incluyéndonos a nosotros. El dominio que le fue dado a la humanidad fue un pasaporte para aprender el dominio sobre su propia 'naturaleza inferior', con objeto de que volviera a su divinidad e inocencia original.
Os enviamos hoy, a través de esta 'canal', una llamada de socorro.
Haced lo que podáis para preservar lo que queda de nosotros. El tiempo se acorta. Estáis, ahora, muy cerca de 'un momento' donde necesitaréis nuestra protección más que nunca antes.
Si, dentro de poco, no hubiera suficientes de nosotros para ofrecer la protección que vais a necesitar durante los cambios de la Tierra, que están casi sobre vuestras cabezas en este momento, entonces tendréis que enfrentaros a las consecuencias de vuestras creaciones kármicas sin el beneficio añadido de nuestra protección.
Y, entonces, sabréis, y repetimos ¡¡¡sabréis!!! Estaréis visitándonos en vuestra alma, y será demasiado tarde. Nuestro espíritu estará viviendo en alguna otra parte, en las tierras del amor y el agradecimiento.
Nosotros somos el Espíritu de las Secuoyas, somos los fieles amigos que han amado y querido a todos vosotros desde hace muchísimo tiempo. Somos los gigantes sabios que han acunado y nutrido todas las civilizaciones de vuestro planeta desde
el mismísimo principio. Somos Devas que sostienen grandes poderes y somos también parte del equipo protector de este planeta.
el mismísimo principio. Somos Devas que sostienen grandes poderes y somos también parte del equipo protector de este planeta.
Somos los fieles sirvientes de vuestra bendita Madre Tierra”.
Extraido del libro de los Maestros Ascendidos "Telos 3. Protocolos de la Quinta Dimensión", canalizado por Aurelia Jones y publicado en español por la Editorial Vesica Piscis.