Una ex funcionaria de la administración Bush ha hecho una sorprendente afirmación de que el Gobierno de EE.UU. se está preparando en secreto para un evento de extinción masiva en la Tierra.
Catherine Austin Fitts, que fue subsecretaria de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos, se unió a Tucker Carlson en su podcast esta semana, diciendo que encontró 21 billones de dólares en fondos no contabilizados desviados a proyectos encubiertos entre 1998 y 2015.
Una de las cosas que he analizado en el proceso de ver adónde va todo este dinero es la base subterránea (bajo New York hay una enorme base subterránea secreta), la infraestructura de la ciudad y el sistema de transporte que se ha construido", dijo Fitts.
Basándose en un estudio de dos años, Fitts estimó que existen aproximadamente 170 instalaciones subterráneas en EEUU y potencialmente bajo los océanos circundantes, conectadas por una red secreta de transporte.
Cuando Carlson le preguntó por su propósito, Fitts respondió: "Un evento cercano a la extinción", sugiriendo que las bases están diseñadas para proteger a las élites durante un escenario catastrófico.
Fitts ofreció pocos detalles sobre la amenaza inminente, pero apuntó al cambio climático, la mala gestión de los recursos, los desastres naturales, los conflictos geopolíticos o el colapso social como posibles desencadenantes.
En una sorprendente revelación, Fitts afirmó que le ofrecieron una plaza en una base subterránea, pero que la rechazó, afirmando que prefería "arriesgarme en la superficie".
Sin embargo, la ex funcionaria ha contado una elaborada historia sobre un complot de un "comité secreto que dirige el mundo en la sombra", al que ella llama "Sr. Global", cuyo objetivo es esclavizar a la gente mediante el control mental.
También afirmó que la vacuna COVID estaba "llena de estos ingredientes misteriosos" y que "modificaría tu ADN y, por lo que sabemos, te haría estéril".
Fitts es una banquera de inversiones y ex funcionaria pública que fue directora gerente de Dillon, Read & Co. También trabajó bajo la presidencia de George Bush de 1989 a 1990.
Aunque hizo estas afirmaciones en el programa de Tucker Carlson Network, no hay pruebas de que Estados Unidos tenga 170 bases subterráneas secretas.
Sin embargo, el economista de la Universidad Estatal de Michigan Mark Skidmore y su equipo encontraron 21 billones de dólares en gastos no autorizados en los Departamentos de Defensa y Vivienda y Desarrollo Urbano entre 1998 y 2015.
Skidmore trabajó con Fitts por aquel entonces, descubriendo que el Ejército tenía 6,5 billones de dólares en ajustes no justificados solo en el año fiscal 2015.
Teniendo en cuenta el presupuesto de 122.000 millones de dólares del Ejército, los ajustes no justificados suponían 54 veces el gasto autorizado por el Congreso, según Skidmore en el informe de 2017.
También encontraron 170 ajustes de comprobantes de diario que se utilizan para corregir errores en asientos contables existentes o para realizar los ajustes necesarios al final de un periodo de información para garantizar la exactitud de los estados financieros.
Los ajustes ascendían a 2,1 billones de dólares.
Si visitan nuestro sitio web, missingmoneydots.com, encontrarán años y años de documentación, incluidos los estados financieros del Gobierno, que lo demuestran. Así que la pregunta es: ¿a dónde va todo este dinero?", dijo Fitts.
Añadió que el dinero se destinó a financiar 'un número extraordinario de bases subterráneas y supuestamente sistemas de transporte'.
'Algunos de estos son un registro de, algunos de estos están documentados como parte de la infraestructura de seguridad nacional. Creo que hay muchas más', continuó Fitts.
No dio detalles sobre las bases subterráneas, sólo dijo que ella y otra persona 'pasaron dos años recopilando todos los datos y todas las alegaciones sobre bases subterráneas.'
Carlson, estupefacto tras escuchar las afirmaciones, dijo que las bases subterráneas plantean preguntas sobre cómo se ventilan y de dónde procede el suministro de alimentos y agua.
¿Dónde está la energía? ¿Estamos utilizando energía de ruptura?", preguntó.
Fitts afirmó que está segura de que el gobierno estadounidense tiene la capacidad de producir energía revolucionaria a un coste muy bajo.
Estoy convencida de que esa energía existe. Si nos fijamos en muchas de las naves más rápidas que vuelan por el planeta, no utilizan la electricidad clásica", añadió.
Fitts afirma que la razón por la que esta energía revolucionaria no se ha generalizado es que podría convertirse en un arma.
Esto permitiría al público "hacer lo que quisiera y sería mucho más difícil de controlar", afirmó.
dailymail - 1 de mayo de 2025
Stacy Liberatore
