Te voy a confiar un secreto. Desde que hace millones de años nuestra civilización (el planeta Venus) observa los mundos y entra en contacto con otras civilizaciones, siempre ha observado lo siguiente: a partir de que un Ser o un Pueblo comienza a poder declinar su Identidad Real, a partir de que se acerca a su Origen y, por consiguiente, encuentra un sentido a su presencia en lo Vivo, pierde toda voluntad de dominación del prójimo. Olvida todo reflejo que pueda crear relaciones de fuerza y toda necesidad enfermiza de conflicto. Y, sobre todo, singularmente, olvida su miedo a vivir.
Vuestros Hermanos Mayores
de las estrellas.
("Visto desde Arriba" - Daniel Meurois-Givaudan)
