En esta semana el Banco Mundial y el fondo Monetario Internacional se reunirán en Washington, Estados Unidos, para celebrar su cumbre anual, en momentos en que la economía mundial enfrenta una serie de retos debido a todos los cambios que han tenido lugar en décadas pasadas, según ha dicho el analista Bob Hennelly a la revista Salon.
Este analista enfatiza que cada vez es más evidente e inevitable el descenso que existe entre los países que en otros tiempos ayudaron a la creación de estos organismos financieros después de culminada la Segunda Guerra Mundial, y que esta ruptura llevará al fin de la economía tal cual hoy la conocemos.
Hennelly indica, además, que los niveles de comercio y crecimiento económico a nivel mundial siguen arrojando cifras negativas, y que los Bancos Centrales de Japón, Europa y los Estados Unidos se están quedando sin ideas prácticas de cómo restablecer los valores económicos previos al crash financiero mundial del 2008. Además, aunque existe una creciente posibilidad de un colapso financiero inclusive peor que el de hace ocho años, la población estadounidense, distraída en la campaña presidencial de las venideras elecciones, no es capaz de percatarse de este peligro.
Este momento crítico que hoy por hoy atraviesa la economía mundial viene dado, según Hennelly, por una serie de factores que van más allá de lo económico y que han afectado largamente al mundo. Entre ellos tenemos:
Envejecimiento de la población, globalización, automatización de las economías de países desarrollados.
En algunos países ya ha comenzado a afectar el calentamiento global, desde el aumento del nivel del mar hasta los cambios climáticos.
Conflictos armados que llevan ya largo tiempo en desarrollo (Irak, Afganistán, y recientemente Siria, entre otros).
La poco equitativa distribución de las riquezas. De una población mundial de aproximadamente 7 mil millones de personas, un poco mas del 17% de ellas (1.200 millones) viven en condiciones de extrema pobreza.
Muchos expertos dicen que estos organismos prácticamente atan a los países con menos recursos al pago de deudas impagables.
Aunque la denominada pobreza extrema ha disminuido en el mundo, los organismos financieros internacionales no han podido cerrar la brecha entre ricos y pobres. De hecho, a inicios de este año un informe de Oxfam indicó que las 62 personas más adineradas del mundo tenían el equivalente en dinero a la mitad más pobre.
Fuente: Actualidad RT
Por Ender Luzardo
11 octubre, 2016
