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La dificultad con la que nos encontramos, tanto hombres como mujeres, para hacer frente al estancamiento e inmovilismo de nuestro mundo, en buena parte, reside en nuestra "codificación genética". Esta es, en buena parte, una de las razones por la cual la mayoría de la población de la Tierra a pesar de tantos y tantos esfuerzos sigue prisionera de los reflejos arcaicos de brutalidad, de posesividad, de egoísmo, de miedos..., de no apertura al Amor y Compasión, en definitiva.
Hace ya tiempo que, muchos investigadores han tomado conciencia de la importancia de lo que se llama "memorias celulares", que muy a menudo y, a pesar de nuestros esfuerzos, nos arrastran hacia los repetitivos esquemas primitivos. Este "problema" genético, es también una de las razones por las que nuestro planeta, la Tierra, recibe la visita periódica de ciertas "Inteligencias" llegadas de las estrellas. Es por eso, y no hay que tener miedo por ello, por lo que la Humanidad de la Tierra, está actualmente recibiendo un "pequeño empujón", procedente del exterior.
A estas alturas ya, en el siglo XXI en el que estamos, todo o casi todo el mundo sabe que la Tierra no es el único planeta habitado por formas de vida e inteligencia humanas, que no estamos solos en el Universo. Sería absurdo pensar lo contrario, sin embargo... Algunos libros, llamados sagrados, y pertenecientes a diferentes culturas y épocas, como el Libro Popol Vuh, de los mayas, el Libro de la Biblia..., nos hablan de las incursiones periódicas de ciertos Ángeles, Elohims, que "se unieron" con las hijas de los hombres y las fecundaron, con el fin de generar sobre la Tierra una nueva raza. Pues bien, en la actualidad, este fenómeno se está repitiendo, una vez más, de forma diferente, más sutil.
El objetivo de los llamados Hermanos Mayores de las estrellas sigue siendo el mismo que antaño, porque la Humanidad ha seguido, durante milenios, atascándose y creando una huella en lo más profundo de sí misma, una huella de fracaso, en buena parte debido a la actuación de las "fuerzas de separación", de la Sombra, que frenan una y otra vez, con los medios de que disponen, el proceso evolutivo y ascensional de la población de la Tierra. El alma puede querer elevarse y abrirse, pero si el cuerpo, y sus "memorias celulares", impone demasiado su ley, ocurrirá que el alma no podrá abrir tanto como desearía, sus alas.
Esa es una de las razones de la llegada de "nuevos niños", que vienen a desarrollar una determinada misión sobre la Tierra. Niños que proceden "de las estrellas"..., almas muy evolucionadas, con una conciencia cuatridimensional, que portan un nuevo código genético, capaz de ofrecer nuevos valores y más elevados, al conjunto de la población de la Tierra. Su llegada a nuestro mundo se ha multiplicado en los últimos 50 años y son portadores de un nuevo sistema genético denominado GNA, en lugar del DNA.
Esto, ya lo saben muchos genetistas.
Estos seres no son dioses, son al igual que nosotros, criaturas en evolución, similares en todo punto a los hombres y mujeres, con sus debilidades y sus imperfecciones personales. Pero, no los busquéis, y que no se busquen, porque no nacería ninguna fuerza de esa búsqueda sino probables fantasmas. Qué importa lo que pensamos que somos, lo que se piensa haber sido o lo que uno se imagina reconocer. Sólo importa en qué sabemos convertirnos..., en antorchas de luz y bálsamos de "lo que ha de venir". ¡No nos hacemos ni idea!.
Estos "nuevos niños" no son más que nuestros Hermanos Mayores de los mundos de Luz que, por Amor y Compasión, se encarnan entre nosotros, cada uno de ellos, en función de la ayuda a brindar a la Humanidad, ya sea tras el rostro de una mujer que se dispone a traer niños al mundo, como bajo el hábito de un monje... ¡Ellos son "la sal y la levadura", son una raza de "reconstructores", de estirpe solar!.
La mayoría de estos niños que nacen, actualmente, en la Tierra, vienen ya al mundo con una virtud, que muy pocos seres de nuestro mundo han podido desarrollar en esta vida: la voluntad. La voluntad es, precisamente, uno de los principales elementos de los que carecemos la práctica totalidad de la población mundial. ¡La voluntad, es Amor!.
La mayoría de estos niños que nacen, actualmente, en la Tierra, vienen ya al mundo con una virtud, que muy pocos seres de nuestro mundo han podido desarrollar en esta vida: la voluntad. La voluntad es, precisamente, uno de los principales elementos de los que carecemos la práctica totalidad de la población mundial. ¡La voluntad, es Amor!.
Es una voluntad firme, inquebrantable. Estos "nuevos niños" que han venido y siguen viniendo al mundo, saben muy bien dónde quieren ir, el camino que tienen que recorrer, y de hecho, ya van. Aunque, lo saben muy bien, de manera inconsciente, lo saben mejor que la inmensa mayoría de todos nosotros que además de que aún ignora dónde va, menos aún sabe lo que quiere y lo que hay que hacer.
Sin embargo, estos "nuevos niños" son seres decididos, porque han venido, porque vienen a ayudarnos a reconstruir nuestro mundo que se desmorona, y se desmoronará.
Sin embargo, estos "nuevos niños" son seres decididos, porque han venido, porque vienen a ayudarnos a reconstruir nuestro mundo que se desmorona, y se desmoronará.
Si nos pidiera la Fuente de toda Vida, a los hombres y mujeres de la Tierra, que nos encarnáramos en el cuerpo de un animal, con el fin de hacer avanzar a su reino..., ¿cuántos dirían "Si" y darían un paso al frente? ¡Pues, eso, es la mayor ofrenda de Amor que un ser puede hacer!
Estos "nuevos niños" se han comprometido con todo su Amor, a nacer sobre la Tierra, un planeta que no es el suyo de origen, abandonando temporalmente, con lo que ello supone, gran parte de sus capacidades espirituales que disfrutaban en sus mundos de luz, pero no les importa, porque ellos/as son misioneros/as al Servicio de la Luz, la Verdad y la Vida, que vienen a nuestro mundo con alegría para que pueda renacer, al fin, una renovada fuerza en los corazones de los hombres y mujeres del planeta azul, la Tierra, y pueda recuperar, nuestro mundo, su lugar entre los demás planetas hermanos de nuestro Sistema Solar.
Todo esto, no significa que el futuro de la Humanidad dependa de estas modificaciones genéticas, porque sería delegar nuestro propio poder ascensional a una energía exterior, y no va a ser así, obviamente. Como ya se ha dicho antes, estas intervenciones en nuestro planeta de los Elohim sólo son un "empujoncito", una ayuda "extra" que se le da a la Humanidad, con el fin de ayudarla, en lo más profundo de la materia, a superar ciertos reflejos ancestrales que aún permanecen incrustados en el cuerpo humano, en su código genético, en su DNA.
Esto mismo, esta ayuda llegada del exterior, que está motivada por un profundo Amor a la Tierra y a su Humanidad, también tendremos que hacerlo nosotros más adelante en otros mundos del Universo.
Y, dentro de no mucho tiempo, dentro de unas dos o tres generaciones después de que la población de este mundo halla emprendido la Revolución que aún falta por darse en la Tierra, la Revolución del Amor, la que transformará las conciencias, entonces, todo el código genético de la Humanidad habrá sido ya, definitivamente, modificado.
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Maryo Z. G.
Del post: SON LAS MUJERES, LA POBLACIÓN FEMENINA, LAS ÚNICAS QUE PUEDEN ATREVERSE A PASAR LA PÁGINA DE LA HISTORIA DE ESTE MUNDO QUE HA LLEGADO A SU OCASO.