"Hablad de solidaridad a todos los que quieran escucharos. La solidaridad es algo que, desgraciadamente, suele faltar en aquellos que se vuelven hacia las realidades del Espíritu. Cada uno pretende preservar su autoridad sobre un pequeño grupo de discípulos, y suele crisparse tanto en el ámbito en el que cree sobresalir que todo se cierra justo allí donde las fronteras tendrían que derretirse a la luz del Sol... No temáis, pues, las palabras que zarandean a las escuelas petrificadas.
El conocimiento no es patrimonio de nadie. Se reduce a un mero saber intelectual tan pronto como suscita intolerancia y crítica.
Que cada cual, por el contrario, sea cual sea el camino que haya elegido, se dedique a unificar, a reunir, a tener sólo en cuenta lo que une, más allá de las divergencias aparentes.
Si el universo terrestre de los que se dicen actuar para el Amor se mostrara tan coherente y unido como el de algunas organizaciones (mafias) que os hemos señalado, los corazones cambiarían, podéis estar seguros.
El principio de la crítica causa demasiados estragos entre vosotros. Tened el valor de observar en qué grado os alimenta y derribad los puentes que ha tendido hacia vosotros. Las mafias del mundo entero se ponen de acuerdo al menos en un punto fundamental: la coherencia en el compromiso.
Vuestra fuerza y vuestra decisión, ¿serán inferiores a las suyas?
La cohesión última, como podéis comprobar, se consigue por medio del Amor. ¡¿El Amor otra vez?! ¡Sí, sí! Que ése sea vuestro terreno de cultivo, porque todo lo demás no son, al fin y al cabo, más que palabras al viento".
Los Elohim y Buda
"El que viene. De la sumisión a la libertad"
A. y D. Meurois - Givaudan