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10 noviembre 2018

JESÚS DE NAZARET, DIJO HACE 2.000 AÑOS: ¡YAHVÉ (JEHOVA, ADONAI) NO ES MI PADRE, ES EL PRÍNCIPE DE 'LOS ARCONTES'! ¡MÁS CONOCIDOS COMO LOS 'ÁNGELES CAÍDOS'!

Es decir..., ¡LUCIFER!

Resultado de imagen de Yahvé y los falsos dioses extraterrestres nórdicos


Efectivamente, y según la Memoria del Tiempo (los Anales Akáshicos) esa es una de las impresionantes y desconcertantes revelaciones que, hace 2.000 años, efectuó el Maestro y Avatar Jesús (Jeshua), a una veintena, aproximadamente, de sus discípulos más próximos, y que a ninguno dejó indiferente... ¡Todos se sobresaltaron y se estremecieron al escuchar  lo que afirmó el Maestro Jesús!

¿Cómo podemos saber, en verdad, que eso es exacta y precisamente lo que manifestó, a sus discípulos más cercanos, el propio Jesús de Nazaret, en efecto, hace 2.000 años? Lo explica más adelante Daniel Meurois.

Lo que vamos a leer a continuación es un pequeño extracto entresacado del extraordinario libro escrito por Daniel Meurois: "El Libro Secreto de JESHUA. La vida desconocida de Jesús según la memoria del tiempo", y gracias a su facultad, adquirida hace muchos años, de poder acceder a la llamada, Memoria del Tiempo, es decir, los Anales Akáshicos. ¡Pocos seres humanos tienen este sagrado privilegio!

Si hace dos milenios, esas impactantes declaraciones efectuadas por el Maestro Jesús, sacudieron y estremecieron el alma de los discípulos más allegados, hoy, dos mil años después..., tampoco dejarán indiferentes a aquellos buscadores sinceros de la verdad. ¡También, estos, serán zarandeados, casi con toda seguridad, en su interior! 

¡Ya iba siendo hora de que empezáramos a preguntarnos quién era, realmente, ese 'Dios' poco bondadoso y cruel del Antiguo Testamento al que se le mencionaba con diferentes nombres, además del de Yah!  Y..., Yahvé..., ¡¿desapareció?! ¡¿O sigue estando 'ahí'?!
M. Z.



"Este libro no es una novela: es el testimonio verídico de una vivencia intensa que se ha extendido cotidianamente durante más de cuatro años para los dos tomos.
Contrariamente a lo que algunos podrían pensar, no es la suma de una larga serie de canalizaciones, sino la de un gran número de consultas en lo que llamamos "la Memoria Akáshica" universal.

Por supuesto, aquellos y aquellas que no estén familiarizados con esa noción de "Memoria universal" sentirán la tentación de pensar que se trata de una teoría de naturaleza esotérica sin fundamento, la cual alimenta una especie de misticismo desenfrenado. Sin embargo, no es así, puesto que el Akasha -término sánscrito que define al mismo tiempo la Luz y el Sonido primordiales- es objeto de estudios punteros desde hace decenios por parte de los investigadores de la física cuántica.

Así pues, el Campo Akáshico global estaría constituido por tantos discos de memoria individuales como formas de vida pensantes y autónomas existen y han existido. Así mismo, actuaría como un servidor universal accesible para ciertas personas provistas de una especie de código de acceso individual -un sonido armónico- como resultado de una misión de Servicio a la Humanidad.
Este libro es el resultado de la inmersión infinitamente respetuosa que mi conciencia ha tenido el privilegio y la responsabilidad de realizar en el interior de la huella akáshica personal que ha dejado el Maestro Jeshua (Jesús). -Daniel Meurois-.

- Escúchame, Pedro, y escuchadme todos vosotros que habéis venido hasta aquí... El hombre de este mundo ha despojado el cielo de la sublime verdad de sus Estrellas. Ha aprendido a construir templos y sinagogas y, ahora, no sabe nada más salvo creer o no creer sin mínimamente sentir ni vivir...

  Judas reaccionó inmediatamente.

- ¿Estás contra la religión, Maestro? ¿las Tradiciones y la fe reveladas a los profetas no son nada para ti?

- La religión no es asunto del Divino... Es asunto de los hombres. Por tanto, mientras los hombres sean inmaduros, la religión lo será. Y si, un día, los hombres maduran, entonces esta desaparecerá. Los hombres no la necesitarán porque descubrirán al Espíritu pos sí mismos y en sí mismos a través de la experiencia directa.

  Enseguida me di cuenta de hasta qué punto mis palabras acaban de sembrar la inquietud entre la mayoría de los que estaban presentes. Era lo que quería. Entonces añadí:

- Por esta razón os pido, amigos, que nunca digáis, "El Maestro ha dicho...", porque en realidad no quiero ser el constructor de vuestra fe. El maestro de vuestro destino ¡sois vosotros! Yo no soy más que el ejemplo de lo que estáis llamados a revelar y en lo que os convertiréis. ¡Vivid vuestra vida y no petrifiquéis nada en mi nombre! De igual modo, ayudad a cada uno a vivir su vida siendo los modelos de la libertad de amar que hayáis descubierto y explorado.

- Entonces, ¿no hay ninguna ley, ningún proyecto que podamos transmitir en tu nombre, Rabí? -retomó Judas mientras se levantaba con aire desamparado.

- En el universo solo hay una ley que valga. Es la que os pide amar. Es todo...

- ¿Pero, no existe una gran cantidad de hombres que no creen como es debido?

  Miré al fondo de los ojos de Judas.

- Me gusta tu alma, hermano, pero a veces aún recitas las lecciones de los fariseos o de los zelotes, que claman: "Ay de aquellos que no creen en el Eterno y en Sus leyes o que creen falsamente, porque serán castigados...". ¿Tienen algún sentido estas palabras? ¡El temor a Awoun (el Padre-Madre de todos) es la peor de las aberraciones! ¿Hay un solo hombre que pueda pretender expresarse en Su nombre y, con el mismo ímpetu, proferir amenazas?

- ¿Entonces, vienes a borrarlo todo, Maestro? Me das mucho miedo. Explícamelo... Explícanoslo otra vez... Tenemos hambre y sed... Nunca nos hablas de Adonai como lo hacen los sacerdotes en la sinagoga... ¿Por qué? ¿Por qué?

Recuerdo que hice una larga pausa; después respondí, consciente del peso de mis palabras:

- ¿Adonai? Quieres decir más bien Yahvé... Sí, me atrevo a pronunciar su nombre. Pues bien, debes saber que Yahvé no es Awoun (el Padre-Madre de todo y todos). No es mi Padre(135).

 Les vi a todos sobresaltarse.

- Pero..., Y, Moisés entonces, ¿qué dices de él?

- Moisés hizo lo que debía hacer; construyó lo que debía ser construído y trazó una ruta a los que ya no tenían ninguna. Pero, su historia su verdadera historia no es la que os han enseñado. Es múltiple y no una; y no sabría decir más sin inquietaros de forma inútil. ¿Véis?, no se abren a la vez todos los rollos del Conocimiento ni los del Saber. Sería como enmarañar todas las redes de todos los pescadores del lago y más aún.

 Esta vez fue Andrés, pálido, quien reaccionó.

- ¿Estás contradiciendo a Moisés?

- No contradigo a nadie sino que lo expando todo sin fracturar...

- Como a Judas, me das miedo, Rabí. Es mi alma la que tiembla. ¿Reniegas de tu pueblo y de todo lo que hace de él lo que es?

- El pueblo en el que he nacido es hermoso, Andrés. Es un pueblo hermoso y grande, pero está secuestrado.

- ¿Por quién?

- Por Yahvé... Aquel al que llaman también Ialdabaôth y que obra por la presencia de Anunna(136) en este mundo, Aquel que hace y deshace los reyes en esta Tierra, Aquel a cuyo Árbol de la Vida le faltan todavía unos pétalos.

Esta es la razón de que este corazón que late en mí prefiera hablaros de Awoun (El Eterno), aunque su nombre empequeñezca forzosamente Su realidad indecible, aunque no sea más Padre que Madre; y también porque es bueno y dulce poder sentirlo cerca..., tan cerca que podemos abandonarnos a Él.

Es esta verdad tan simple  la que debéis hacer vuestra, amigos míos, y la que urge que integréis hasta en vuestras vísceras.

Aquel que toma el espacio en mí e inspira cada una de mis palabras no tiene ninguna necesidad de ser adorado, os lo digo... No más que de ser temido. Porque, sea cual sea el camino que emprendamos, el viento que nos empuje o que sigamos, nuestro destino es unirnos con Él.

.../....

Era consciente de que los había estremecido, a todas aquellas y aquellos que se aferraban a la más pequeña de mis palabras y al fuego de mi mirada. Pero, existen horas en las que hay que arriesgarse a hacer temblar "la tierra y el cielo" para desvitalizar lo que frena el avance de los mundos. Ese día era inevitable y, mientras leía en cada uno, la Presencia de Vida me susurraba que cerraba un ciclo para abrir otro en lo Invisible de la Conciencia global de la Humanidad terrestre.

 Sí, era verdad. Había estremecido a esos que habían venido a mi encuentro. Más que nunca. Más que cualquier prodigio. Las palabras portadoras de sacudidas tienen esto de particular, que son siempre las que tejen o destejen los continentes interiores del ser. Las mías tenían esa doble responsabilidad. Afirmar que Yahvé no era mi Padre sino más bien el jefe de los Arcontes -esos Elohim rebeldes al orden respetuoso del Viviente y a la pureza de Shimbolom- era un mazazo a lo que quedaba de comodidad en sus almas. 


Notas:
135. Adonai generalmente se traduce como "El Señor". Este nombre era más utilizado que el de Yahvé (YHVH), que solo los sumos sacerdotes del Santo de los Santos del Templo de Salomón estaban autorizados a pronunciar. Hay que saber, sin embargo, que Adonai es el plural de Adoni y que, por tanto, debería traducirse por "Los Señores". 

136. Ialdabaòth es uno de los  nombres que el Antiguo Testamento le da a Yahvé, del que algunos aspectos se expresan a veces bajo el nombre de Sabaoth, "el Señor de los ejércitos". Anunna, en cambio, hace referencia a los Arcontes. Yahvé sería por tanto el "Príncipe de los Arcontes", los Elohim disidentes (los Ángeles Caídos) de la Fraternidad de los Elohim al servicio del Cristo Cósmico.


"El Libro Secreto de JESHUA. La vida desconocida de Jesús, según la memoria del tiempo" - Daniel Meurois - Ed. Isthar Luna-Sol.


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