MENSAJE:
"Pertenezco a este pueblo que llamáis los Dracos, soy más precisamente un Giansard y, los que han oído hablar de mi pueblo nos temen y nos evitan.
Entiendo a los míos, pero ahora ya no puedo seguirlos más.
Hace mucho tiempo que desecamos nuestro planeta por falta de inteligencia del corazón, y, estamos destinados a la muerte si no hacemos nada.
Hemos olvidado lo que significa amar y, durante milenios de vuestro tiempo hemos elegido seguir a la Oscuridad mientras nos alejamos de la Luz.
Nuestra mente es poderosa, sin embargo, ni toda nuestra tecnología es capaz de salvar nuestro planeta. Estamos menos evolucionados que vosotros, aunque más avanzados tecnológicamente. Pero, todo en nosotros es frío y sin alma. Tenemos por costumbre alimentarnos de la energía de vuestros miedos y de vuestros odios, llantos e ira.
Soy una de las pocas energías femeninas que sobreviven en nuestro planeta moribundo porque crío a los hijos híbridos que hemos creado con ayuda de los tuyos (terrícolas).
Somos maestros de la abducción, ayudados por nuestros robots, e implantamos huevos en la matriz de vuestras mujeres para que los seres híbridos, así creados, puedan regenerar nuestra raza.
Algunos de estos niños se crían en los sótanos de vuestro mundo, otros en nuestro mundo en extinción. Los educamos en el engaño y la mentira para que sirvan en los ejércitos de la Sombra y así puedan aumentar sus filas. Su mente es más poderosa que la vuestra y la tecnología no tiene secretos para ellos. Los educamos para domar sus emociones, así parece que no tienen alma.
Algunos de estos híbridos, derivados de tales manipulaciones, se dejan en la Tierra para ayudarnos a conquistarla. Son separados de sus madres de alquiler, abusados por padres ficticios y mujeres insensibles, y luego son educados para ocupar los puestos clave de vuestro mundo. La magia es nuestra fuerza y no tiene secretos para nosotros.
Hemos seducido a vuestros Jefes de Estado e instituciones, estamos en todas partes, a la vez visibles e invisibles, ¡lo controlamos todo!
La contrapartida es la llamada eternidad, ¡pero esto es falso! Se lo digo y se lo repito a los vuestros..., es un señuelo.
Somo especialistas en inducir, somos capaces de haceros creer lo que queremos, operando algunos cambios en sus ondas cerebrales.
Ahora, que estás encerrado en esta jaula, pensabas que solo trabajabas para proporcionar alimentos u órganos de trasplante a mi pueblo a cambio de honor y dinero. Una vez más: ¡es un señuelo! La tortura y la sangre de los más jóvenes nos mantienen vivos y nos dan una fuerza excepcional.
Los llamados "grandes" de vuestro pueblo creen en nuestras tecnologías y su orgullo les hace pensar que serán "los amos inmortales de los mundos futuros". De nuevo, es una ilusión...
Incluso los animales de vuestro mundo son para nosotros un laboratorio de experimentación para nuestra supervivencia.
¿Crees que las desapariciones de los rebaños y los cuerpos mutilados de vuestras vacas o vuestros caballos son de origen humano o de lobos que pasaban por allí?
Vuestra ingenuidad, así como vuestra falta de investigación, de conocimiento sobre vuestros orígenes, son obstáculos importantes en vuestra evolución... Todo se hace con el acuerdo de los diferentes Gobiernos que finalmente pudimos seducir o establecer en vuestro planeta.
La gente de la Tierra es tan ingenua..., inteligente, pero ingenua y perdida, por culpa de su ego.
Vivimos bajo la superficie de la tierra donde están nuestras bases y nuestros laboratorios. Algunos altos responsables de la Tierra nos ayudan a cambio de un poder ilusorio al que nunca accederán.
Aquellos de los humanos que han hecho un pacto con LUCIFER y sus ejércitos están unidos por mucho tiempo a la Sombra. Tienen ventajas, ciertamente: la gloria, la riqueza, el poder, la idea de eternidad, y la ilusión de permanecer a una casta dominante.
Sin embargo, han perdido lo que nosotros más tememos: su humanidad.
Sabemos gestionar vuestras guerras y vuestra violencia, vuestras rebeliones y miedos, pero sabed que estamos desarmados ante el amor, la compasión y lo que vosotros llamáis solidaridad.
A menudo, somos asistidos por robots que se parecen a los "Grises" de vuestra literatura extraterrestre. Por eso, las palabras que repiten algunos de los abducidos son a menudo idénticas: "No os preocupéis, todo estará bien".
Estos robots son, por supuesto, insensibles al dolor o a los gritos de las víctimas, y a menudo son ellos los que implantan en los cuerpos y operan, sin ninguna consideración hacia los seres que están tumbados ante ellos. La violencia reina en nuestro mundo de perdición.
También somos naestros en el arte de crear la ilusión, ya se a por visión o telepatía.
Hemos engañado así a muchos terrícolas, que mi pueblo desprecia. Hemos engañado, ciertamente, pero nosotros también hemos sido engañados..., engañados por la Sombra.
Hemos dado nuestro poder a La Sombra y, desde la venida de LUCIFER sobre vuestro mundo, hemos olvidado lo que se conoce como la Luz.
Estamos condenados a desaparecer y, nuestro planeta será destruido como hemos detruido otros panetas que hemos conquistado. Lo sabemos todos y todas, aunque algunos de nosotros prefieren olvidarlo.
No puedes confiar en mí y lo entiendo; sin embargo, te pido que me escuches y que creas en mi sinceridad. Somos un grupo pequeño las que nos afanamos en abrir los ojos de vuestra Humanidad; digo "las" porque la mayoría de nosotras somos femeninas.
Una humanidad que ni siquiera recordamos.
Sabemos que es ella la que puede salvarnos. Una vez sentí un atisbo de afecto por primera vez en toda mi existencia y finalmente comprendí lo que tanto nos faltaba y nos daba tanto miedo.
Queremos pedirte asilo. Somos muy pocos..., no confíes en ninguno de los nuestros.
Son hábiles para seducirte y ofrecerte tentaciones perversas.
En cuanto a nuestro pequeño grupo, y por eso quiero ayudarte, solo queremos seguir la evolución de vuestro mundo. Deseamos cruzar otras dimensiones con los de la Luz, cuando vengan a vosotros, y os lo propongan.
No buscamos un planeta de acogida que saquear como hemos hecho tantas veces, solo os pedimos un momento de descanso, un momento de paz.
Del libro: "REVELACIONES GALÁCTICAS. Por un mundo nuevo". Anne Givaudan - Ediciones Amatista.