Hijos de la Tierra, Hijos de la Luz, os saludo.
Soy María Magdalena.
"Conozco vuestro mundo y otros mundos distintos al vuestro, y contemplo con gran dulzura el periodo actual que os concierne. Conozco vuestro "sufrimiento", más o menos marcado en cada uno de vosotros. No estamos hoy aquí para recordaros la intensidad de la experiencia humana. Os parece tan "real" que, a veces, habéis perdido el sentido de lo divino, que os permitiría tomar las riendas. Hijos de la Fuente, escuchad nuestras palabras.
Mientras os preguntáis en qué se va a convertir vuestro mundo, a menudo tomáis el camino equivocado. He dicho "a menudo", no "siempre". No son los acontecimientos los que dictan todos vuestros estados de ánimo, sino vuestros estados de ánimo los que dictarán los acontecimientos presentes y futuros. Estáis atrayendo hacia vosotros un futuro que se corresponde con lo que sentís por vosotros mismos y por vuestro mundo, y lo estáis haciendo colectivamente.
La fuerza de la humanidad reside en su capacidad de tener más peso que los demás reinos a la hora de decidir el futuro de los "acontecimientos" posibles o probables.
Sobre el campo de experiencia actual de vuestro mundo, podemos decir lo siguiente: estáis en el umbral de un levantamiento planetario de gran magnitud. Es cierto que las sombras exigen el control de la Tierra desde hace un siglo, pero hoy estas energías sólo pueden actuar sobre vosotros si las alimentáis con vuestros miedos y vuestro separatismo. Sois la especie humana, la que, si se unifica, puede lograr todo lo que se proponga en este mundo. Podríais acabar con todos vuestros calvarios si os unierais más.
Unirse más, por supuesto, significa unirse entre humanos de diferentes pueblos, pero también saber unirse con vuestro propio aspecto divino, unirse con el campo invisible que os rodea, que escucha cada uno de vuestros pensamientos, agregándolos y diciendo SÍ a la mayoría de los pensamientos de este mundo.
Unirse también significa unirse a vuestros países, a vuestras naciones, sin intentar transformarlas demasiado. Conservad vuestras lenguas y tradiciones; son preciosas si estáis en el suelo donde nacieron. Si no, la energía del lugar te invita a cambiar y a unirte a un campo de energía antiguo y fuerte, el de los espíritus del lugar. De hecho, puedes crear un mundo en el que cada región tenga sus propios paisajes y tradiciones que la hagan bella, creando un conjunto armonioso.
Piensa en tu cuerpo: no sólo está formado por brazos, piernas o pelo... Cada órgano tiene el lugar que le corresponde, y es el conjunto el que te lleva por este mundo. Quizá haya partes de tu cuerpo que no te gusten humanamente, pero ¿te desprenderás de ellas por todo eso? Probablemente no, porque sabes que no puedes quitarte un dedo del pie que no pertenece allí, o una cara que es demasiado vieja. Entiende lo que estoy diciendo aquí: tu mundo todavía está siendo gobernado por personas que buscan territorios y enfrentamientos por razones que sólo tienen que ver con las finanzas y el poder. Esto está llegando a su fin.
Es hora de que la sabiduría antigua trabaje en ti, y eso va a suceder.
"¿Cuándo? ¿Cuándo? ¿Cuándo?", nos decís como si viviéramos en vuestra Tierra, como si estuviéramos totalmente en la ilusión, como si nuestros pensamientos fueran más fuertes que los vuestros. Es la humanidad la que decidirá "cuándo", y nos estamos asegurando de que el advenimiento de la Paz y el Amor llegue lo antes posible a vuestro mundo.
Pero sois vosotros los que daréis estos pasos hacia un mundo que, en última instancia, es más humano. Esto puede implicar revueltas, pero la verdadera revolución es de conciencia. El mundo experimentará acontecimientos traumáticos internos y externos que pueden recordar a la humanidad que es correcto unirse. Vuestro receptáculo Tierra ha elegido su propia ascensión; ningún acontecimiento humano impedirá que el mundo se reforme como un cuerpo de luz. Para la Tierra, asumir su cuerpo de luz implica cambios estructurales. Por supuesto, visto desde el punto de vista humano, estáis viendo catástrofes naturales, y van a empeorar.
Esto no está ocurriendo únicamente por vuestra propia actitud hacia la Tierra, ya que, aunque la culpa sea un arma de sumisión masiva para vuestros dirigentes, la Tierra tiene sus ciclos de evolución a una escala que se mide en milenios, y lo que está ocurriendo ahora forma parte de ese ciclo.
Podrías pensar que la Tierra está siendo egoísta ante lo que está ocurriendo en este momento, pero no es así. Ella quiere utilizar su energía para apoyar a todos aquellos que deseen evolucionar y avanzar con ella. No para evolucionar en tecnología, eso es algo que podéis hacer por vuestra cuenta, sino para evolucionar en consciencia, porque sí, la clave del futuro es la consciencia. La conciencia es lo que permitirá al mundo evolucionar, y sí, a veces un despertar requiere una prueba evolutiva global.
Vuestros hermanos galácticos velan por vosotros, y al mismo tiempo, este progreso os pertenece. Haceos la pregunta: "¿Qué podemos hacer por este mundo? Aunque vuestros dirigentes estén "haciendo trampas" para ocupar su lugar en este momento, sólo ocupan el lugar que vosotros les dejáis, creyéndoos débiles y separados.
Avanzar en consciencia significa también darse cuenta de que formáis una unidad a diferentes niveles: la pareja, la familia, los amigos, los habitantes de una misma ciudad, de un mismo país, de un mismo continente y, finalmente, de la Tierra. Observaréis que, en mis comunicaciones, no he mencionado religiones ni razas. Eso no existe en una conciencia unificada; las religiones son herramientas que deben llevaros al amor, a cada uno de vosotros, y no a otra guerra por el poder.
Cultiva los valores del cielo: valor en lugar de miedo, amor en lugar de temor, perdón en lugar de resentimiento, unión en lugar de discordia, fe en lugar de duda perpetua... Por supuesto, esto requiere voluntad, pero esa voluntad es tu verdadero libre albedrío.
No te quedes ahí diciendo "no tengo elección"; sí tienes elección, pero a menudo está oculta tras el miedo a las consecuencias de esa elección. Las consecuencias pueden ser pesadas individualmente, pero colectivamente puedes levantar montañas y derrotar el poder de los tiranos de este mundo que todavía se hacen pasar por corderos, cuando, el mero nombre de "Dios" les asusta.
No tengas miedo de actuar desde el corazón; eso es lo que tu mundo necesita. Estaremos ahí para asegurarnos de que todos encuentren su lugar, en una meditación, un sueño o un espacio de paz. Que el amor sea vuestra dirección, y que el coraje de cada uno de vuestros pasos sea el del guerrero pacífico.
Bendiciones para vosotros, Hijos de la Tierra".
Mensaje del Espíritu de María Magdalena, recibido por Sylvain Didelot,
Seis de Noviembre de 2024
