El ser humano es un ser espiritual.
Partimos de la idea de que el ser humano es un ser espiritual que elige libremente tener una experiencia humana. Nuestro planeta ofrece diferentes lecciones y en general, es necesario encarnarse muchas veces para aprenderlas.
El ser espiritual o alma, analiza las lecciones superadas en las diferentes encarnaciones y decide qué le falta por aprender. Una vez que este proceso de evaluación se ha completado, el alma seleccionará el momento y lugar más oportuno para encarnarse y poder continuar con su aprendizaje.
Un alma elige a los miembros de su futura familia basándose en profundas relaciones pasadas, positivas o negativas, para que cada miembro de la familia tenga la oportunidad de convertirse en un alma más completa. Aquí tienes el concepto tradicional de familia.
Por eso, no es casual que el alma elija ir a una casa o ambiente determinado y así experimentar unas lecciones en particular. Para el alma es una obligación y para los demás integrantes familiares un deber, ayudar a que se cumpla el propósito de vida.
Cómo elige el alma a los padres.
Cuando una pareja está esperando un bebé, varias almas consideran tener a esa pareja como padres, e independientemente de lo maravilloso o duro que pueda parecer este ambiente familiar, la elección es algo que se hace en ese nivel del alma: elegimos a nuestros padres para que nos proporcionen las vivencias necesarias, para aprender las lecciones que necesitamos experimentar y así seguir creciendo espiritualmente.
La idea de que el alma elija a propósito una relación familiar abusiva o dañina puede resultar complicada de entender, pero el alma sólo se fija en las posibilidades de aprendizaje que pueden surgir de esas situaciones.
A veces los detalles vitales o de la propia situación familiar pueden atraparnos y desviarnos de la lección que hemos venido a aprender, ya que el aprendizaje es de libre albedrío y si no rectificamos, volveremos a encarnarnos para aprender esa misma lección, una y otra vez, hasta conseguirlo.
Cómo aprendemos.
Debido a la dualidad de nuestro planeta, las lecciones se pueden aprender de una forma o por su contraria. Si por ejemplo, y simplificando mucho, has decidido encarnarte para aprender generosidad, puedes haber elegido unos padres con escasos recursos económicos, pero que comparten lo poco que tienen con quien lo necesita y así aprender ese comportamiento generoso. Pero también puedes haber optado por una familia de gran riqueza que sean míseros y avaros y al no gustarte ese comportamiento, hacer lo contrario. En ambos casos habrás aprendido todo respecto a la generosidad, pero desde dos perspectivas y situaciones diferentes.
Es una gran responsabilidad ser padres, pues depende de ellos el tipo de alma que atraerán para nacer de ellos. La atracción del alma depende de factores como experiencias de vidas pasadas entre ellos, lo que cada alma quiera aprender, o el ambiente y la educación que los padres podrán proporcionar en el presente.
Los pensamientos, sentimientos, acciones, ideales y propósitos de los padres en el momento de la concepción y periodo de gestación, crean un tipo de vibración o campo energético específico, que atraerá a un alma necesitada de ese entorno para lograr su misión. A lo mejor encuentras ayuda aquí.
La relación con los padres.
No se puede juzgar si una familia es toxica o sana, pues es relativo al trabajo que ha venido a hacer cada miembro de la familia y las personas que se relacionan con ellas. La historia está llena de anécdotas de personas que han crecido en familias desestructuradas y que han realizado grandes avances para la humanidad.
Es muy importante solucionar la relación con tus padres pues la elección de tu lección empieza en la familia. Son los primeros y más importantes maestros ya que van a estar ahí toda la vida, los trates o no. Su influencia te va a marcar toda la vida.
Pero, además, si no lo haces, esta lección se te presentará a través de parejas, jefes, amigos… En diferentes formas y situaciones hasta que la aprendas. Esto se refleja cuando la gente repite una y otra vez que no entienden por qué atraen a un determinado tipo de persona o situación.
Para uno mismo es difícil entender la lección en la que está inmerso, pues las emociones te invaden y dejas de ser objetivo, pero con una profunda reflexión sobre las experiencias o temas que se repiten en tu vida, empezando en la niñez, puedes llegar a su comprensión.
Es bueno y sanador recordar que cada alma elige a sus padres y por tanto es necesario perdonarlos por lo que te han hecho o dejado de hacer y amarlos incondicionalmente, porque te han proporcionado las experiencias adecuadas para experimentar tus lecciones y sólo depende de ti si las has querido aprender o no. Ellos han hecho lo que han podido y tú lo que has querido.
Mercedes Cadarso Sanchez