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25 junio 2017

EL FIN DEL MUNDO DEL AÑO 999

 Noticias de la Historia...


Los días que precedieron al 31 de diciembre del año 999 habrán quedado, sin duda, registrados en los Anales Akhásicos como los de mayor concentración de casos de arrepentimiento y conversiones espontáneas.

"Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión y saldrá a seducir a las naciones de los cuatro extremos de la tierra..." Apoc. c. 20. 

Este versículo fue el responsable de todo, ya que fue interpretado por el clero, en aquel entonces, como el advenimiento de la devastación bajo el reinado de Satanás.

A medida que la fecha fatídica del año 1000 se aproximaba, crecía entre la cristiandad la tenebrosa convicción del "fin del mundo" alimentada por los sermones fanatizados de un clero proclive a la imagen de un Dios justiciero y unas criaturas pecadoras que merecían el castigo.

Nadie quería marcharse al otro mundo con la sensación de haber obrado mal. Los ofensores buscaban a los ofendidos para solicitar su perdón y no pocos ricos ofrecían su fortuna a pobres que, ya no la querían tomar por innecesaria.

El autor Augusto Strindberg recoge en su obra Reino Milenario el dramático ambiente de la supuesta última Misa del Gallo, celebrada por el Papa Silvestre II en el altar mayor de la Basílica del Vaticano ante una muchedumbre atemorizada.

Los fieles esperaban las campanadas de la medianoche con el rostro inclinado sobre el suelo y el alma presta para ser juzgada. Una, dos, tres..., sonaron las doce campanadas en medio de una tensión inimaginable. Había llegado la hora final y todos esperaban el comienzo de la devastación.

Pero, los segundos y los minutos pasaron y, viendo que no ocurría nada, empezaron a saltar de gozo. Los cánticos de alabanza sustituyeron a las manifestaciones de terror y sus almas registraron el suceso como una muestra más de la misericordia divina.


("HEREDEROS DE LA TIERRA" de Félix Gracia)



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