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22 junio 2022

EL SISTEMA DE "CANALIZACIÓN". CANALIZANDO ENTIDADES NEGATIVAS.



Desde que el fenómeno de la canalización se ha extendido tanto, muchas de las personas que se prestan a servir de canal piensan que pueden reconocer a las entidades que hablan a través de ellos simplemente por su vibración o la sensación que les produce, sin necesitar ninguna otra identificación, para estar seguros que están canalizando a quien realmente creen que están canalizando.

Sin embargo, esto no siempre es suficiente. Entidades negativas de nivel evolutivo parecido al de la entidad positiva a la cual se pretende canalizar presentarán una frecuencia y vibración energética muy similar a esta, con el condicionante añadido de que serán capaces de imitar a la entidad positiva como parte del proceso de “engaño” (sea malintencionado o sea simplemente por “diversión”). Este engaño no es más que parte del procedimiento rudimentario de todas aquellas entidades cuyo camino evolutivo es aquel de servicio a uno mismo (= negativo). 

 

La entrada de la entidad en el canal.

 

Cuando la persona que canaliza siente que la entidad desea conectar, lo mejor es desafiar mentalmente a esta entidad, de la forma que se considere apropiada (cada cual tiene sus creencias y su forma de tratar a las posibles entidades con las cuales conecta). El canalizador simplemente pide a la entidad o entidades si vienen en el nombre de cualquier principio universal que la persona considere “sagrado” para si misma (puede ser en nombre de tu Yo Superior, del universo, del bien mayor de la humanidad, de la luz, de la polaridad positiva, de un “dios” de cualquier religión, de ángeles o arcángeles, etc., etc.). Lo importante es que haya una intención de bloquear el intento de canalización si no se comprueba que la entidad es quien dice ser).

 

Esto básicamente es como poner una barrera energética a través de la cual, una entidad negativa haciéndose pasar por lo que no es, tendrá la misma dificultad en atravesar que nosotros andando contra una pared de hormigón.

 

Aprovechando cualquier oportunidad.

 

Entidades negativas que perciben a canalizadores demasiado dispuestos a dejarse influenciar por “mensajes del más allá” (por el simple hecho de decir que son ellos quien canalizan a tal o cual, por fama, por curiosidad, por ego, etc.) estarán más que esperando cualquier omisión de estas “defensas” e imitando los modales y firma energética de entidades positivas para ser aceptadas por el canal.

 

A partir de aquí, vienen los mensajes grandilocuentes, con referencias, fechas e información normalmente falsa, con profecías catastróficas, con halagos, con mensajes crípticos, con datos que parecen ciertos (no olvidemos que estas entidades normalmente están más evolucionadas que nosotros, y que simplemente han escogido la polaridad negativa como camino evolutivo), de forma que a más impacto cause en el canal y con el mensaje, más daño hacen y más beneficio personal recogen estas entidades para su propio desarrollo.

Simplemente no hay que invitar a ninguna entidad por las buenas, hay que aprender a trabajar energéticamente y a desafiarlas. Aquellas de polaridad positiva que vengan a ayudar tendrán esto bien presente, y se prestarán a cualquier comprobación que hagamos, las que no, o bien abandonarán el contacto enseguida o bien tratarán de eludir este desafío. Hay muchas cosas que podemos aprender de aquellos que ya han pasado por donde nosotros estamos pasando, solo hay que saber elegir bien a quien escogemos como maestro.

 

Anclaje de entidades negativas.

 

En muchas sesiones de limpieza y sanación, encontramos leyendo el sistema energético de una persona que tiene una o varias entidades que llamamos “negativas”, ancladas al aura. ¿Porqué se nos anclan estas entidades? ¿Qué son? ¿Cómo nos afectan?.

 

La cosa no tiene mucho misterio, y para decirlo simplemente: nuestro sistema energético no es otra cosa que “comida” para estas entidades.

 

Yo Superiores “negativos” y entidades del etérico, astral  y plano mental del planeta.

 

Tanto aquellos entes que evolucionan por lo que nosotros llamaríamos la polaridad negativa y que subsisten a base de emociones y formas mentales de estas características deben “conectarse” a algo o alguien si desean “mantenerse vivas” (por decirlo de alguna forma). Este “alimento” lo encuentran principalmente en el campo energético que todos emitimos, y que proporciona el sustento perfecto para que una o varias de estas entidades traten de aprovecharse del mismo. Lo que hacen es, una vez enganchadas, generar artificialmente un cierto tipo de emociones negativas en la persona que genere esta energía de la cual se nutrirán.

 

Ninguna entidad, del tipo que sea, puede anclarse a nosotros si no le damos permiso, por lo que siendo conscientes de ello, podemos evitar en todo momento que se nos enchufen al aura, pero evidentemente esto no es común, y nos encontramos que tenemos una, dos o cinco entidades sin saber como ni porqué les hemos permitido que se anclarán a nosotros, ya que, a veces, esos permisos vienen dados de otras encarnaciones, usan permisos genéricos presentes en el inconsciente colectivo de la humanidad, nos han engañado para que les demos ese permiso inconscientemente, etc.

 

Permiso durante el sueño.

 

Hay muchas formas en las que estas entidades tratan de engatusarnos para que les permitamos el enganche, entre ellas, disfrazarse de lo que no son: guías, maestros espirituales, ángeles, seres “de luz”, etc., etc. Pueden entrar en contacto con nosotros especialmente durante el sueño, cuando nuestra alma vaga libre y va “socializando” con otras entidades y seres que nos vamos encontrando por esos planos. El simple hecho de entablar una conversación con algún ente que parece “interesante” y que nos ofrece cualquier cosa a cambio de que luego le permitamos “coger” un poquito de la energía del cuerpo físico, suele ser lo más normal. Es por ello que no comprendemos como se nos ha podido enganchar una entidad negativa, y es que la mayoría de las veces, ocurre mientras dormimos.

 

Algo a cambio.

 

Sin embargo este anclaje no se hace gratis. Normalmente siempre nos ofrecen algo a cambio. Es muy curioso porque cuando preguntamos que nos ha ofrecido la entidad o que le hemos pedido para dejar que se enganche, salen cosas tan profundas como amor eterno, cariño, seguridad física, etc. Es decir, pedimos cosas que parece que a todos nos faltan en el plano físico, o por lo menos, que no se corresponden como creíamos conocerlas antes de estar encarnados. Al menos, en una lectura, eso nos da una indicación de alguno de los deseos más profundos del alma, que no tiene porque cuadrar para nada con lo que la mente lógica y racional desea cuando estamos despiertos. Puesto que en los planos no físicos no es posible camuflar lo que uno siente, ya que nuestro cuerpo emocional está completamente a la vista de todos, estas entidades saben muy bien lo que anhelamos profundamente y juegan con ello.

 

Evitando los enganches.

 

Hay sitios en los que es más fácil que una entidad nos eche el ojo para luego intentar engancharse que en otros, no hay mejor lugar para encontrar “comida” que las convenciones y congresos, discotecas, conciertos, campos de fútbol y otros lugares donde hay concentración masiva de personas, etc. Aquellos que son conscientes de ello ya limpian estos lugares antes de este tipo de eventos, pero imagino que no todo el mundo se da cuenta de ello y muchos de nosotros nos vamos a casa con una entidad acechando que tratará luego de que le demos permiso para anclarse a nosotros.

 

Expulsando a pequeñas entidades negativas eliminando la fuente de alimento energético.

 

En muchas ocasiones, cuando hacemos sanaciones energéticas, aparecen pequeñas entidades enganchadas al sistema energético de una persona que se están nutriendo de la energía del campo áurico de la persona como medio de subsistencia.

 

Este tipo de pequeños “bichitos”, en la mayoría de los casos, no tienen un poder excesivo, de hecho, es difícil catalogar si se consideran entidades de un nivel evolutivo que ni siquiera serian entidades conscientes por ellas mismas, sino más bien formas energéticas que simplemente van a donde encuentran una energía compatible, como moscas a la miel.

 

Resistencia a ser expulsadas.

 

Básicamente lo que iba a comentar es que a veces “cuesta” echarlas, al menos usando las herramientas con las que yo trabajo, y en estos casos lo que estoy haciendo es eliminar por completo la “fuente de alimento” de la cual se nutre. Es decir, si este pequeño parasito astral (o de dónde venga), se está alimentando de formas de pensamiento negativas (lo más común), la táctica que mejor resultado me está dando es eliminar la forma de pensamiento negativa, la que sea, que no es más que una “bola” o como digo yo, un pegote de plastilina en cualquiera de los chakras o cuerpos sutiles. Al transmutar o eliminar la fuente de alimento principal, (o todas las que haya), deja de producirse una compatibilidad energética entre la mini-entidad y el sistema energético de la persona, con lo cual es luego muy sencillo desanclarla o expulsarla.

 

Simplemente una pequeña técnica para aquellos que trabajan con estas cosas, si se resiste algún bicho de estos, averigua de que se nutre, elimina la energía que le proporciona enganche y sustento, y luego podréis quitártela de encima fácilmente.


Fuente: David Topi.


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