
A unos 600 metros bajo las olas de la costa de Cuba se esconde uno de los grandes misterios sin resolver de la arqueología, y los arqueólogos no pueden descartar la teoría de que podría tratarse de la ciudad perdida de la Atlántida.
Las imágenes generadas por el equipo de escaneo mostraban piedras lisas organizadas simétricamente que recuerdan a un desarrollo urbano, informó BBC News en ese momento.
Informe Indy100 : En julio de 2001, el equipo ADC, dirigido por la ingeniera marina Pauline Zelitsky y su marido Paul Weinzweig, regresó al lugar, esta vez con un dispositivo robótico de exploración capaz de realizar filmaciones submarinas avanzadas.
Las imágenes captadas por este robot confirmaron la presencia de bloques lisos con apariencia de granito cortado, algunos de los cuales medían dos metros y medio por tres, así como otras formas geométricas.
Algunas de las piedras parecían apiladas deliberadamente una encima de otra como pirámides, mientras que otras eran circulares.

Zelitsky, Weinzweig y sus colegas dedujeron que estas formaciones podrían haber sido construidas hace más de 6.000 años, 1.500 años antes que las grandes pirámides de Egipto.
Sugirieron que los edificios habrían sido construidos en tierra firme antes de ser ahogados por el mar, posiblemente hundidos por la actividad volcánica en la zona.

"Las estructuras que encontramos en el sonar de barrido lateral simplemente no son explicables desde un punto de vista geológico", dijo Weinzweig al South Florida Sun-Sentinel en 2002.
"Hay demasiada organización, demasiada simetría, demasiada repetición de formas".
Y, sin embargo, su esposa se apresuró a insistir en que se necesitaba más investigación antes de poder sacar conclusiones firmes.
"Es una estructura realmente maravillosa que realmente parece que podría haber sido un gran centro urbano", dijo Zelitsky a la agencia de noticias Reuters en ese momento.
"Sin embargo, sería totalmente irresponsable decir qué fue antes de que tengamos pruebas".

Y por eso expertos, incluido el geólogo Manuel Iturralde, entonces investigador principal del Museo de Historia Natural de Cuba, buscaron más pruebas.
Iturralde, que ha estudiado innumerables formaciones submarinas, admitió: “Son estructuras extremadamente peculiares y han capturado nuestra imaginación”.
thepeople´svoice - 29 de abril de 2024