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09 noviembre 2025

La Asociación Estadounidense del Corazón hace sonar la alarma: 'La vacuna de ARNm contra la COVID entrena al sistema inmunológico para atacar el corazón'.

 


Un nuevo estudio sorprendente publicado en la revista insignia de la Asociación Estadounidense del Corazón, Circulation, la semana pasada ha confirmado lo que muchos investigadores independientes han sospechado durante mucho tiempo: la vacuna de ARNm en sí, no la infección por COVID-19, desencadena miocarditis a través de devastadores ataques autoinmunes en el corazón.

Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, el Hospital Universitario Landspitali en Islandia y varias instituciones europeas encontraron que las personas que desarrollaron miocarditis aguda o pericarditis después de la vacunación con ARNm mostraron un patrón distinto de activación inmune que no se observó en pacientes con COVID-19.

El artículo, titulado "Los mecanismos inmunológicos adaptativos combinados median la lesión cardíaca después de la vacunación contra el COVID-19", revela que las células T de los pacientes lesionados por la vacuna comenzaron a atacar las propias proteínas cardíacas del cuerpo porque partes de la proteína Spike codificada por la vacuna imitan de cerca el tejido cardíaco humano.

"Las células T de pacientes que desarrollaron miopericarditis después de la vacunación con ARNm reconocen epítopos de Spike codificados por la vacuna homólogos a los de las autoproteínas cardíacas", escribieron los autores.

En lenguaje sencillo, eso significa que el sistema inmunológico, entrenado para reconocer la proteína Spike de la vacuna, confunde partes del corazón con el virus, un proceso conocido como mimetismo molecular.

Uno de los fragmentos de Spike identificados en el estudio imita un canal de potasio (Kv2) que se encuentra en las células del músculo cardíaco. Cuando a los ratones se les inyectó ese fragmento específico de Spike, desarrollaron el mismo tipo de miocarditis que se observa en humanos después de la vacunación.

Fundamentalmente, esta reacción autoinmune no apareció en pacientes que contrajeron COVID-19 de forma natural, solo en aquellos que recibieron la inyección de ARNm.

Por qué la vacuna llega al corazón.

Los investigadores también descubrieron que la biodistribución única de la vacuna de ARNm, la forma en que sus nanopartículas se propagan por todo el cuerpo, puede permitir que el sistema inmunológico se "concentre" en el corazón.

Identificaron una población de células T que expresan un receptor llamado cMet, que actúa como una señal GPS que guía el ataque inmunológico específicamente hacia el tejido cardíaco.

El bloqueo de esta vía cMet evitó la reacción inmune dirigida al corazón en modelos de laboratorio, un hallazgo que podría ayudar a explicar por qué los casos de miocarditis se agrupan alrededor de los hombres jóvenes y ocurren con mayor frecuencia después de la segunda o tercera inyección, cuando el "cebado" inmunológico es más fuerte.

Un proceso autoinmune, no infeccioso.

Los autores del estudio concluyen que la miocarditis posterior a la vacuna es un trastorno autoinmune desencadenado por el mimetismo de Spike, no un resultado directo de una infección viral o contaminación.

En otras palabras, las propias defensas del cuerpo, sobrealimentadas por la plataforma de ARNm, se vuelven contra el corazón.

Implicaciones.

Si bien los autores presentan sus hallazgos como un paso hacia "diseños de ARNm más seguros", las implicaciones son mucho más graves. La investigación establece un vínculo mecánico claro entre la vacuna de ARNm y la inflamación del corazón, algo que los funcionarios de salud alguna vez descartaron como "raro y leve".

Esta evidencia revisada por pares, publicada por la propia Asociación Estadounidense del Corazón, desafía la afirmación repetida de que "COVID causa más miocarditis que la vacuna".

En este estudio, los pacientes con COVID no exhibieron el mismo comportamiento de células T autoinmunes, solo los vacunados lo hicieron.

thepeople'svoice.tv - 7 de Noviembre de 2025