Por primera vez en la historia de la humanidad, un objeto interestelar se incluye oficialmente en el programa de observación del nivel de protección planetaria. Estamos hablando de 3I ATLAS, un cometa interestelar que se acerca al Sol y está atrayendo un interés creciente entre los astrónomos de todo el mundo.
Como se supo, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) utilizaron sus observatorios y naves espaciales clave para rastrear el comportamiento de 3I ATLAS. Sin embargo, es importante aclarar: no estamos hablando de una emergencia. El objeto no representa una amenaza para la Tierra y no está incluido en la categoría de cuerpos potencialmente peligrosos.
Según las agencias, 3I ATLAS pasará por las regiones internas del sistema solar y lo dejará sin chocar con ninguno de los planetas. Sin embargo, los científicos decidieron incluir el objeto en el sistema de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO), una división de la NASA responsable de catalogar y analizar los cuerpos celestes capaces de cruzar la órbita de la Tierra.
Esta decisión se tomó debido al origen único del objeto y las muchas rarezas registradas durante las observaciones. 3I ATLAS es el tercer huésped interestelar, después de 'Oumuamua y Borisov, y exhibe un comportamiento que va más allá de los modelos estándar: la eyección apunta hacia el Sol, la trayectoria es casi la misma que la del plano de los planetas y el brillo varía de manera desigual, lo cual es inusual para los cometas ordinarios.
Ahora 3I ATLAS es monitoreado por las mejores herramientas de la humanidad:
— los telescopios espaciales Hubble y James Webb, que registran la composición y las características reflectantes de la superficie; las misiones a Marte ExoMars Trace Gas Orbiter y Mars Express, que observan el objeto desde el otro lado de la órbita; es una red de observatorios terrestres de la ESA y la NASA, coordinados por la Oficina Europea de Defensa Planetaria.
El objetivo del programa es recopilar datos lo más completos posible sobre la composición química, la dinámica y la estructura del cometa hasta septiembre de 2025, cuando se acercará demasiado al Sol y las observaciones ya no serán posibles.
La NASA enfatiza que esta es una expansión planificada del sistema de observación y no una reacción a una amenaza potencial. "El programa de defensa planetaria no significa que la Tierra esté en peligro. Simplemente significa que el objeto se incluye en el catálogo con una mayor prioridad de observación", explicó un portavoz de PDCO.
Sin embargo, la actividad de las agencias provocó una ola de interpretaciones. Comenzaron a circular rumores en las redes sociales de que la NASA había "activado los protocolos de defensa" debido a las preocupaciones sobre el posible origen artificial del objeto. El motivo de la discusión fue que la decisión se tomó sin un anuncio público: los informes oficiales aparecieron solo en los boletines técnicos de los observatorios.
La situación fue alimentada por las recientes declaraciones del profesor de Harvard Avi Loeb, quien no descartó que 3I ATLAS pudiera ser un objeto tecnológico. El científico enfatizó que su comportamiento es demasiado difícil de explicar por modelos naturales simples, y los datos espectrales muestran signos de compuestos metálicos que no son característicos de los cometas ordinarios.
Sin embargo, representantes de la NASA y la ESA niegan oficialmente estas especulaciones. En una declaración conjunta, las agencias enfatizaron:
"El objeto no representa ninguna amenaza y exhibe propiedades consistentes con un cometa activo de origen interestelar. El propósito de las observaciones es exclusivamente científico".
De hecho, 3I ATLAS fue el primer cuerpo interestelar que se observó utilizando todas las herramientas de defensa planetaria, pero sin ninguna causa extraordinaria. Esto demuestra que las agencias quieren utilizar un caso único para probar sus propios protocolos, desde el seguimiento hasta el análisis de datos en tiempo real.
Tal práctica podría convertirse en el estándar: cada nuevo cuerpo celeste proveniente del espacio interestelar quedaría automáticamente bajo la observación de PDCO. Esto permitirá a los astrónomos no solo comprender mejor el comportamiento de los cometas, sino también elaborar escenarios de respuesta con anticipación en caso de una amenaza real.
A pesar de esto, la atención pública al 3I ATLAS sigue siendo alta. La razón es el inusual silencio por parte de la NASA en las últimas semanas. Desde el 1 de octubre, algunas de las transmisiones oficiales de los observatorios solares han sido suspendidas, y varias cámaras dirigidas al Sol se han apagado debido a trabajos técnicos. Con el telón de fondo del próximo perihelio del 29 de octubre, esto dio lugar a nuevas versiones y suposiciones.
Avi Loeb, al comentar sobre la actividad de las agencias, dijo que considera lo que está sucediendo "una reacción natural de la ciencia a lo desconocido". Según él, las observaciones de 3I ATLAS son una oportunidad para comprender cómo se ven los cuerpos interestelares en las primeras etapas de estudio y, al hacerlo, "probar nuestra preparación para cualquier escenario".
Los propios científicos enfatizan: hasta ahora no hay una sola señal que indique el control artificial del objeto. Todo el movimiento de 3I ATLAS se explica por leyes gravitacionales. Sin embargo, la estructura anómala de las emisiones y la forma inusual continúan planteando preguntas.
Por lo tanto, podemos decir que la NASA no "encendió las defensas" sino que abrió una nueva página de observaciones. Y aunque las declaraciones sensacionalistas sobre el "secreto" y las "posibles amenazas" siguen sin confirmarse, el hecho mismo de que por primera vez en la historia se haya incluido un objeto interestelar en el sistema de defensa planetaria dice mucho.
Esto no es una señal de alerta, es una señal de que la humanidad ha comenzado a tomarse el espacio más en serio.