En 2025, los telescopios de todo el mundo registraron algo que agitó al mundo científico y nos hizo cuestionar los fundamentos de la astronomía. Un objeto interestelar designado 3I/Atlas ha irrumpido en nuestro sistema solar, exhibiendo una serie de anomalías que no encajan en las ideas tradicionales sobre los cometas.
Pero, ¿y si este descubrimiento no fue accidental? ¿Qué hubiera pasado si se hubiera predicho 40 años antes como parte de un programa ultrasecreto de la CIA que usaba clarividentes para espiar el futuro? Los documentos desclasificados del Proyecto Stargate arrojan luz sobre esta increíble historia.
Apertura de 3I/Atlas: ¿Invitado o Mensajero?
Cuando se descubrió el tercer objeto interestelar (3I) en 2025, los astrónomos lo clasificaron por primera vez como un cometa gigante. Sin embargo, a medida que 3I/Atlas se acercaba al Sol, las rarezas comenzaron a acumularse.
Proyecto Stargate: Armas mentales al servicio de la CIA.
Durante la Guerra Fría, cuando la rivalidad entre las superpotencias estaba en su apogeo, la CIA y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) buscaban todas las ventajas posibles.
Desde la década de 1970 hasta 1995, invirtieron alrededor de $ 20 millones en un proyecto con nombre en código Stargate. Su objetivo era revolucionario: estudiar el potencial de los fenómenos psíquicos para el espionaje.
Los participantes en el proyecto, como Joseph McMonigle e Ingo Swann, eran los llamados "espectadores remotos". Afirmaron que podían, mientras estaban en una habitación en Maryland, "ver" y describir eventos que tenían lugar en bases soviéticas secretas o en el futuro. El programa fue desclasificado en 1995, dejando atrás miles de páginas de sesiones llenas de visiones misteriosas y, a veces, aterradoramente precisas.
La predicción de un mensajero desde las profundidades del espacio.
Entre estos documentos había una profecía. En 1984, durante una de las sesiones de visión remota, un clarividente con nombre en código "Observador 0:79" describió una extraña visión. Según el protocolo, habló de un "mensajero" que llegaría al sistema solar en unas cuatro décadas.
El «Observador» ('visión remota') insistía en que el objeto no tendría un origen natural, y su aparición sería un impulso para un cambio de paradigma en la conciencia humana. Lo llamó «el heraldo de los cambios».
Anomalías del 3I/Atlas: ¿qué esconde el "cometa"?
Cuarenta y un años después de la predicción, 3I/Atlas aparece en nuestro sistema, y sus características hacen recordar las palabras del "Observador 0:79".
Tamaño gigante: El objeto tiene un diámetro de unos 20 kilómetros, lo que lo convierte en uno de los núcleos de cometas más grandes conocidos.
Composición extraña: El análisis espectral mostró la presencia de una aleación de níquel puro sin impurezas de hierro en su estructura. Tal aleación no se encuentra en la naturaleza, pero se usa activamente en la industria para crear materiales resistentes al calor y a la corrosión.
El profesor Avi Loeb de Harvard, conocido por sus audaces teorías sobre 'Oumuamua, calificó la situación de 3I/Atlas como un potencial "cisne negro", un evento que cambia drásticamente nuestra comprensión de la realidad.
Conexión con el Proyecto Stargate: ¿Coincidencia o prueba?
Y, aquí, volvemos a los protocolos desclasificados. Los escépticos lo llamarán una coincidencia, pero los detalles descritos por los "espectadores remotos" en los años 80 son aterradoramente precisos para las observaciones de 2025:
En varias sesiones se mencionó la llegada de un gran "cuerpo metálico" desde el espacio interestelar.
Los clarividentes describieron su trayectoria como "no obedecer las leyes de Kepler", como si el objeto estuviera haciendo maniobras pequeñas pero intencionadas. Es la aceleración anómala y la extraña trayectoria de 3I/Atlas lo que plantea la mayoría de las preguntas entre los astrónomos.
La mención de un "mensajero" y un "cambio de paradigma" encaja perfectamente con la hipótesis del origen artificial de la sonda.
La reacción de la comunidad científica: calma para el público, ansiedad entre bastidores.
A pesar del creciente número de anomalías, las agencias espaciales oficiales, incluida la NASA, continúan insistiendo en que 3I/Atlas es solo un cometa inusual, pero natural.
Detrás de esta calma exterior, sin embargo, hay una creciente inquietud. La NASA y otras organizaciones dedican recursos colosales al seguimiento continuo del objeto, enviando los telescopios más poderosos, incluido James Webb. Una atención tan cercana sugiere que detrás de escena, los científicos consideran todos los escenarios, incluso los más fantásticos.
Posibles consecuencias: ¿estamos solos?
Si 3I/Atlas resulta ser realmente un objeto artificial, será el mayor descubrimiento en la historia de la humanidad. Esto significaría que no estamos solos en el Universo y que una civilización lo suficientemente avanzada envió una sonda de investigación directamente a nuestro "hogar".
Mientras la comunidad científica y el público discuten, 3I/Atlas continúa su viaje a través del sistema solar. Cada nueva observación puede volverse decisiva y revelar su verdadera naturaleza. ¿Es solo una peculiaridad geológica de la naturaleza o el primer "apretón de manos" con inteligencia extraterrestre predicho por un psíquico de la CIA? La respuesta se acerca a nosotros a decenas de kilómetros por segundo, y podría cambiarlo todo. El mundo se congeló con anticipación.