Entonces, ¿cómo distinguir lo verdadero de lo falso cuando os ofrecen tanto casi a diario?
Simplemente, buscando en lo más profundo de vuestro corazón lo que cualquier mensaje, libro o canalización os aporta en realidad.
Os hace sentir parte de una élite?, ¿os halaga?, ¿la calidad del mensaje alimenta vuestro ego o, por el contrario, permite que el ego se mida a sí mismo? Para decirlo de forma más sucinta, y sin mentiros a vosotros mismos, preguntaos: "¿Qué viene a buscar en mí este o aquel mensaje?, ¿me purifica?, ¿me impide hacer trampas?, ¿me recuerda ciertas verdades que aún no he comprendido e integrado?". Esta es la utilidad y la función de un mensaje real, así como la marca de autenticidad de su firma.
En cuanto al verdadero mensajero, no busca más que cultivar el corazón. No desea alimentar la imaginación, ni el gusto por el sensacionalismo, ni asustar, ni glorificar el "canal" utilizado mediante nombres grandilocuentes o puestas en escena.
El verdadero mensajero va directo al grano. No afirma tener acceso a ninguna sede de la Hermandad Galáctica ni participar en las reuniones galácticas que decidirán el destino de la Humanidad. Nadie de esta Tierra tiene acceso, ningún ser humano, y mucho menos uno encarnado en un cuerpo físico.
El auténtico mensajero te devolverá invariablemente a ti mismo: "¿Cómo estás en este momento?, ¿cómo estás contribuyendo a vuestro mundo?, ¿cómo ofreces lo mejor que sientes y que late en tu interior? Sí, ¿cómo? Tan solo siendo tú mismo, dejando de querer demostrar nada, siendo diferente, es decir, estando cada vez más cerca del estado de compasión".
Esto es también lo que estamos recalcando a raíz de lo que dijo nuestro Hermano Jeshua: "Cuando las personas se crucen con vosotros, que se digan: "¿Por qué ella es diferente, por qué él es diferente? ¿Y qué hay de diferente en él o en ella?".
Dejad que la forma en que irradia vuestro corazón, que la manera en que vuestras manos saben ofrecer sin discriminación y que lo que vuestra boca, lengua y labios pregonan vaya contra la corriente de las "fuerzas de dispersión", de las fuerzas del ego. Sed más que palabras, y cuando las utilicéis, haced que se encarnen. No hay lecciones que dar a nadie; al contrario, hay modelos que ofrecer a todos, con sencillez.
"DIÁLOGOS CON LOS QUE VIENEN DE LOS CIELOS - En el Tiempo del Gran Péndulo Cósmico" - de Daniel Meurois y Marie Johanne Croteau. Edic. Le Passe-Monde - Edic. Isthar - Noviembre de 2024
Nota adjunta de M. Z.: De la respuesta dada por Aquellos que algunos llamamos nuestros Hermanos Mayores de las estrellas a la pregunta de la hermana Marie Johanne podemos deducir y sin temor a equivocarnos que el 99,99 por ciento de los mensajes "canalizados" y recibidos por infinidad de hombres y mujeres de la Tierra que, por lo demás, aseguran fervientemente ser procedentes de seres de las estrellas, Maestros Ascendidos, Arcángeles, Comandantes de naves intergalácticas..., ¡¡SON FALSOS!!