"Cada vez asistiréis más a resoluciones súbitas de pesos kármicos de masas.
No habrá detrás de ello ninguna "ira de Dios", tal como algunos dogmas culpabilizadores querrán haceros creer.
La única forma de sanción que el ser humano puede conocer es la auto-sanción; tanto en la alegría como en el sufrimiento.
¡Esa Fuerza, ese inconmensurable Amor, esa Luz a la que llamáis Dios no juzga, no condena y no castiga nunca, podéis estar seguros!
Ya se sanciona muy bien el Hombre a sí mismo. Se le ha dado el poder de hacerlo, y hace uso de él con sorprendente regularidad.
¡Vuestro látigo, vuestro infierno, sois vosotros! ¡No es ni un instrumento, ni un lugar, sino el estado de vuestro corazón! ¿No lo habéis comprendido al fin?"
Los Elohim