A nivel científico, hay dos posturas muy diferentes y contradictorias sobre el genoma humano. Por un lado está la teoría Occidental representada por los Estados Unidos, que no reconoce que el ADN sea un texto y que asegura que el 90% del ADN es “basura” pues no produce proteína. Por otro lado, la escuela rusa asegura que el ADN es un texto que se puede sobre-escribir, y asocia el mal-llamado “ADN basura” con capacidades paranormales de la conciencia humana —como la clarividencia, la intuición, los hechos remotos de curación, la autocuración y la telepatía .
¿Por qué a Occidente y a la élite global le molesta tanto que la humanidad sepa que el “ADN basura” está relacionado con capacidades humanas paranormales, y por qué se niega a revelar el contenido del 90% del ADN humano al que cínicamente llamó “basura”?
¡Porque, por sistema, la Humanidad no debe conocer la verdad ni sobre esto ni sobre todo aquello que podría hacerla tomar consciencia de la gran mentira en la que vive inmersa!
El genoma humano contiene todos los enigmas de nuestra existencia. Los más relevantes quizá sean nuestro origen y nuestras capacidades totales, como especie y como seres universales. Desafortunadamente todo indica que hay una conspiración en juego para ocultar esa verdad que fue depositada en lo más recóndito de nuestro organismo como un gran misterio por descifrar. Con respecto a la intervención prehistórica, esa violación de nuestra raza que lamentablemente ocurrió, no se trata de una opinión sino de un hecho científico.
Paradigmas contradictorios.
Rusia y Occidente sólo coinciden en una cosa en lo que concierne al genoma humano. Ambos reconocen los trabajos de Francis Crick y James Watson, galardonados con el Premio Nobel, en 1962, por descubrir la doble hélice de la estructura del ADN.
A partir de entonces, Occidente —a pesar de contar con científicos íntegros y excelentes— se dejó guiar por la criptocracia que controla a los Estados Unidos para ocultar la información del 90% del ADN humano argumentando que como no produce proteína, se trata básicamente de código inservible al que se refirieron de ahí en adelante como “código basura.”
“Occidente sólo logró decodificar el 2% del ADN que corresponde a las proteínas. El 98% restante, no son puros textos, es toda una biblioteca de plantillas holográficas, creadas por los biofotones que pasan por el cristal líquido que predomina en la mayoría del ADN que occidente no llegó a entender. Si no fuera por este archivo, no funcionaría la morfogénesis humana, ya que no es en los genes donde están nuestras principales características. Tenemos unos 35 mil genes, la misma cantidad que tiene la mosca de la fruta o un gusano: ¿De donde sale toda la otra información que es la mayoría? De las plantillas holográficas que fabrica el ADN que el neo-darwinismo llamó “basura.” Es el 98%, pero al menos es prudente suponer más del 90%.” (Fuente: Carlos Delfino)
En 1998, mientras en Occidente se seguía hablando del “ADN basura” el Dr. Peter Gariaev ya publicaba su obra “Sobre Nuestras investigaciones Científicas” en la que resumió las implicaciones de las investigaciones rusas del Genoma Humano Completo a cargo de él mismo y de el Dr. Vladimir Poponin.
Dichas investigaciones se iniciaron en 1990, cuando Rusia todavía era la URSS, y gracias a ellas el Dr. Peter Gariaev descubrió que el “código basura” no es basura y de hecho está relacionado con fenómenos paranormales como la clarividencia, la intuición, hechos remotos de curación, la autocuración y la telepatía.
La gran intervención del ADN humano.
Con respecto a la intervención prehistórica, esa violación de nuestra raza que lamentablemente ocurrió, no se trata de una opinión sino de un hecho científico. Dos más dos son cuatro y no hay dios que pueda decir lo contrario. Desde hace mucho tiempo ya había antecedentes sobre el tema en la misma revista científica que publicó, en 2013, el tremendo hallazgo de la intervención del ADN humano.
En una edición de 1973 de la revista Icarus, el Premio Nobel de medicina Francis Crick (1) junto con el laureado químico Leslie Orgel (2) exponen la teoría de la panspermia dirigida, que se refiere al transporte intencionado de microorganismos enviados a la Tierra a través del espacio para iniciar la vida:
“El ADN humano fue ‘pensado’ —afirma el premio Nobel. Su complejidad no puede ser otra cosa que la ingeniería de una o varias civilizaciones no humanas.” (3)
Dicha complejidad no se podría explicar sin la intervención de múltiples razas en la construcción del genoma humano original. Los científicos hasta elaboraron una estimación de veinte razas involucradas en base a la impresionante complejidad del ADN.
Pero la intervención —y no el origen del genoma humano— es un tema mucho más reciente que no descarta la posibilidad de que el famoso código descubierto en el ADN humano pudo ser colocado en el genoma original, con una orden para activarse después de miles o millones de años. Esa es una posibilidad. Sin embargo, diversos vestigios permiten afirmar que esa no era la línea evolutiva natural que le correspondía a nuestra raza.
En 2013, el matemático Vladimir Scherbak (Universidad de Al-Farabi) y el astrobiólogo Maksim Makukov (Instituto Astrofísico de Fesenkov, Kazajistán), retomaron el misterioso código numérico incrustado en el ADN humano y encontrado un año antes por los científicos de Boston, y descubrieron que no era otra cosa que un algoritmo informático, como el de una computadora, un patrón que no obedecía a nada natural y que necesariamente había sido creado de forma artificial.
¿Qué hace un algoritmo en el ADN humano? Cambiar resultados aleatoriamente, o a placer de quien lo programó. Y eso es lo que investigadores como Carlos Delfino, han llamado “La gran intervención de la raza humana.” Pues lo que se hizo con la incrustación del código genético fue básicamente realzar la parte material sobre la parte espiritual, o el “cuerpo” sobre el “alma” en términos del dualismo cuerpo-alma que ha sido una cuestión eternamente pendiente en la antropología filosófica.
“Es decir, nos programaron con el materialismo y toda la cultura que se fundó después fue en torno a los objetos materiales. Así pasaron años, siglos, milenios, pues esto ocurrió desde antes de la gran catástrofe diluviana, volviéndonos idólatras del materialismo.” (Fuente: Carlos Delfino en La Gran Intervención de la Raza Humana).
Lo relevante es que este código cuenta con los criterios necesarios para ser considerado una señal inteligente con sellos de artificialidad que no tienen nada que ver con los procesos evolutivos. Y en efecto:
“El código muestra un orden meticuloso de precisión que coincide con los criterios para ser considerado una señal informática inteligente, pues revela un conjunto de patrones aritméticos e ideógráficos exactos y sistemáticos, y estos patrones subyacentes aparecen como producto de una lógica de precisión y computación compleja, y no de procesos al azar.”
No hay duda de que este código artificial inteligente fue insertado en el código genético original del ser humano, lo que generó una serie de consecuencias que se pueden explicar en términos de separación y de disminución de capacidades espirituales y paranormales, para realzar en cambio las materiales.
El descubrimiento de Scherbak y Makukov fue publicado en la revista Icarus (enlace alternativo), una revista científica ortodoxa. En el artículo los investigadores aportaron una serie de pruebas en la sucesión de aminoácidos en la cadena de ADN que presentaban un patrón lógico, incluso simbólico, y también matemático. Y apuntaron a la correspondencia flexible de los aminoácidos. Esto quiere decir que hay cadenas en nuestro ADN que son tremendamente fáciles de manipular artificialmente.
Libertad de Conciencia vs. Manipulación genética para el exterminio.
Según los rusos y el Dr. Peter Gariaev, el ADN es un texto que se puede leer y se puede sobre-escribir. “Pero a Occidente eso le parece una aberración imposible, pues allá sólo trabajan con la parte del ADN que produce proteína. Occidente usa mucho la técnica de cortar y pegar fragmentos de código de ADN para manipular alimentos transgénicos.” El Dr. Peter Gariaev criticó severamente a los Estados Unidos diciendo que como el ADN es un texto, cuando Occidente corta y pega fragmentos de ADN está alterando la redacción de todo el genoma, ocasionando graves consecuencias a todo el organismo.
Una de las consecuencias de esto es el cáncer provocado por alimentos transgénicos. “Pues en los Estados Unidos ya exterminaron el 70% de las abejas por que estas tuvieron que consumir polen de plantas transgénicas. Y están haciendo lo mismo con los seres humanos al darles de comer alimentos transgénicos.”
Esto se debe a que la información que el alimento transgénico le ingresa al ADN humano es una información equivocada, pues sólo ha sido cortada y pegada sin respetar la redacción íntegra del genoma. Es como si estuviéramos ingiriendo una versión adulterada del alimento, o un veneno.
El Dr. Peter Gariaev afirma que Occidente se está aniquilando y va a morir lentamente y con mucho sufrimiento a causa de los alimentos transgénicos de las corporaciones multinacionales de la élite global, como el monopolio Oxitec-Syngenta-Monsanto, que es donde agentes como Bill Gates invierten su dinero.
Esa es la diferencia esencial entre la genética Occidental de los Estados Unidos y la genética rusa. La primera de ellas, inocente o deliberadamente, no reconoce que el ADN es un texto, para justificar el crimen que está cometiendo contra la humanidad mediante la alimentación transgénica. Quien no quiera entender esto como una clara evidencia de conspiración, bien puede seguir creyendo en Papá Noel. Pero la conspiración de la élite global que opera detrás de los Estados Unidos es aún más oscura. Según el proyecto ruso del genoma humano completo, lo que Estados Unidos llamó ADN basura es en realidad el código que explica fenómenos como la clarividencia, la intuición, hechos remotos de curación, la auto-curación, la telepatía (que está comprobada por el método científico) y el entrelazamiento del ADN, también conocido como el entrelazamiento cuántico.
Entrelazamiento cuántico del ADN: La Revolución de la conciencia que teme la élite global.
El entrelazamiento cuántico es posible cuando dos personas, aunque estén separados espacialmente, pueden comunicarse sin necesidad de usar palabras y pueden saber cómo están. De este modo, según los científicos alemanes Grazyna Fosar y Franz Bludorf, a través del entrelazamiento del ADN, la raza humana puede alcanzar estados superiores de conciencia como la hipercomunicación. Y a través de la hipercomunicación, como especie, la humanidad también podría alcanzar la masa crítica y dar el famoso salto cuántico de la conciencia humana para lograr la manifestación cuántica más poderosa de la historia y cambiar el mundo con absoluta certeza matemática. De ello podemos concluir que el ADN es lo más importante que hay no sólo para conocer nuestro origen, sino también para trascender nestra capacidad de comunicación universal.
Pero, a la élite global que opera detrás de los Estados Unidos no le conviene que sepamos nada de esto, pues ellos correrían un riesgo muy alto al permitir a la humanidad acceder a capacidades innatas que le llevarían a emprender una revolución de la conciencia que acabaría con los privilegios y el poder global del pequeño clan sionista y los poderes oscuros a los que sirven como prostitutas a cambio de delirios de poder.
Mente Alternativa
Fuente: Prof. Carlos Delfino / Libre Conciencia – La comunicacion y el genoma humano.