Lo que viene a continuación es un Mensaje transmitido por un Elohim (un Ser Solar, un Ser de Luz, es decir, habitante en el alma de los Soles) a Daniel Meurois mediante el sistema de canalización, en un pueblecito del Perigord.
"...Para aquellos de vosotros que no lo saben, el Bodhisattva es aquel que más allá de su propio confort de corazón y de alma, y más allá de la sabiduría que cultiva en sí, hace el voto infinito de no huir de la realidad presente para su propio avance, para su propia felicidad.
Es el que manifiesta suficiente Amor y Compasión para aceptar no subir solo hacia la Luz...
¿Qué creéis que hace ahora nuestro Hermano el Sol? Permanece presente en este Sistema Planetario para nutrirlo, para permitirle ascender mientras Él ya es llamado, desde hace tiempo, hacia otras realidades de manifestación.
El Sol, sabéis, no es otro que el cuerpo de la Conciencia Crística, su expresión visible. Bastaría que esta Conciencia Crística deseara proseguir el camino que se abre ante Ella para que su "esfera de Fuego" desapareciera para siempre de este Universo, en un instante. Bastaría que no quisiera más esta densidad..., y toda forma de vida se apagaría de este mundo.
Entonces, tomad conciencia de que, a su manera, nuestro Sol también ha formulado los votos del Bodhisattva. Sea cual sea el nivel de organización en el que nos encontremos o en el que se encuentre una forma de vida, siempre hay una elección en lo referente a la forma de progresar.
Cada uno de los planetas que constituyen vuestro Sistema Solar es una parte del Sol, una parte que fue expulsada..., para experimentar su propia Divinidad.
Considerad, por tanto, a nuestro Hermano el Sol como una Conciencia Divina que ha hecho surgir de Ella cierto número de Espíritus... Estos Espíritus son los planetas de vuestro Sistema Solar... mientras que las humanidades que viven sobre cada uno de estos planetas son prolongaciones del Espíritu planetario que los habita.
Así, cuando las humanidades que pueblan todos los Sistemas Solares constituyan un único Ser y puedan fusionarse con su Conciencia planetaria, habrá llegado el momento en el que cada uno de los planetas de ese Sistema podrá acercarse a su Sol y hacerlo crecer con los millones y millones de vidas de las que Ella misma se habrá nutrido...
De esta manera surgirá un Nuevo Sol, infinitamente más fuerte, más grande, un Cristo infinitamente más luminoso, un Buda interior infinitamente más sabio y, de la misma manera..., surgirá otra llamada..., una llamada hacia otro Sol más central aún, el de la Galaxia.
Desde toda la eternidad se ha dicho que el Sol de una Galaxia invita a todos sus Soles "locales" a reunirse con Él.
¿Comprendéis el esquema en el que estamos todos incluidos, vosotros y nosotros? ¿Comprendéis cuál es el papel de todos nosotros y cuál es nuestra responsabilidad? Cada uno de nosotros comparte plenamente el Cuerpo y la Conciencia de la Divinidad...
La más pequeña de las células de nuestro cuerpo, con su núcleo y su sol, lanza una llamada hacia el sol de vuestro corazón que continuamente la nutre y busca reintegrarla con él. Por tanto, el núcleo de cada una de vuestras células solo tiene un anhelo: fusionarse con el sol de vuestra conciencia, de vuestro espíritu.
Os llamamos especialmente a tomar conciencia de esta verdad".
(Un Elohim)
("Lo que Ellos me dijeron" - Daniel Meurois)
Nota de M./ Todavía la práctica totalidad de la población terrestre, independientemente de la cultura o religión a la que pertenezca cada uno, no ha comprendido la verdadera naturaleza del verdadero Padre y Madre de la Creación, si preferimos, podemos decir, de 'DIOS'.
