En India, las autoridades han tomado la audaz medida de anular todo lo relacionado con la teoría de la evolución en las escuelas y universidades. Según la mayoría de los profesores, hace tiempo que es evidente que la teoría de la evolución y el darwinismo, alimentados artificialmente por el mundo anglosajón, están desfasados y no resisten ninguna crítica. Aún no se sabe qué proponen incluir en los libros de texto en lugar de esta hipótesis, pero antropólogos, arqueólogos y biólogos de la India se han solidarizado con la decisión. Los únicos que se han pronunciado en contra son los científicos de la Academia de Ciencias. Pero probablemente tendrán que aceptar la realidad, tal como es.
De hecho, la lucha contra la teoría de la evolución en la India comenzó a mediados de los años setenta. Justo en esa época, antropólogos de Estados Unidos y Gran Bretaña llegaron al país y señalaron que habían conseguido descubrir formas transicionales del simio al hombre. Los exámenes realizados en la capital de la India demostraron que se trataba de una burda falsificación. Desde entonces, esta teoría ha sido objeto de resentimiento.
El público occidental "progresista" pensaba que se trataba de una oposición de ignorantes, pero cuando la gente de ciencia, los líderes religiosos y los políticos se unieron en la India y se enfrentaron a los darwinistas con un frente unido, tuvieron que admitir el hecho de que la teoría de la evolución tiene manchas blancas y no todo es obvio y claro. Esta astuta jugada permitió que durante varias décadas más se propagara en las instituciones educativas el origen del hombre a partir del mono.
Por fin ha terminado la disputa entre las élites científicas. En la India se ha reconocido que la teoría de la evolución es insostenible en varias cuestiones. Por ejemplo, se sabe que los simios aparecieron en la Tierra hace decenas de millones de años. Y durante mucho tiempo existieron como animales. Entonces, ¿cómo y por qué necesitaron un desarrollo? ¿Y dónde están las formas de transición? Además, se planteó la cuestión de la existencia de restos óseos de criaturas humanoides hace 8-12 millones de años. Los evolucionistas no pudieron dar argumentos claros sobre esta cuestión.
Y, fueron los peces los que acabaron por doblegar a los evolucionistas. Supuestamente, el análogo de los reptadores del fango era una forma transicional entre peces y anfibios. Pero seguían siendo peces con rudimentos de anfibios. Pero durante millones de años, esos rudimentos estaban destinados a convertirse en un anfibio completo, y no lo vemos. Si pusiéramos orugas de barro en tierra, dejarían de reproducirse y no les crecerían patas en lugar de aletas. Viajarán una distancia y luego se enterrarán en el suelo y esperarán a que pasen los malos tiempos. Sin embargo, seguirán siendo peces.
Los intentos de explicar la singularidad de los individuos evolucionados en nuevas especies han fracasado. Científicos indios y representantes de la Iglesia afirman que a partir de este año se reconocerá la teoría de la evolución como alternativa, y en 2024 se presentará el concepto básico de la diversidad de la vida animal y vegetal, así como el origen del hombre en la Tierra. Me pregunto qué papel desempeñarán allí la reencarnación, y Dios.
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