"¡Vosotros no sois vuestro cuerpo! Como tampoco lo es ese vestido o ese jersey que os quitáis cada noche, por más que os gusten, ya que, a su manera, os son útiles. Comprended bien lo que quiero decir: 'Esos pensamientos no son vuestros y ese cuerpo no sois vosotros'.
Penetrad en el sentido de estas palabras. Buscad detrás de lo convencional, de las señales que permiten poner estas palabras sobre el papel.
¡No pretendo liberaros de la responsabilidad de las imágenes y de las ideas que atraviesan vuestra mente o de los actos que os permite realizar vuestro cuerpo! Quiero haceros comprender que no es vuestro Ser profundo, la alhaja de lo que sois, quien realiza todo eso. Él, permanece inmutable, perfecto en su fundamento, como en el comienzo de los tiempos.
Los orientales lo llaman Atman, pero vosotros podéis también llamarlo Espíritu, o Soplo. Permanecerá sin mancha eternamente, sin que pueda siquiera rozarle ese famoso pecado original o el karma, a los que parece ligado. Este Atman representa el "vosotros" real en el oceáno de vuestras profundidades. Aguarda allí, sabiamente, en el silencio viviente y, no obstante, tan elocuente, de vuestro corazón. Experimentad esa inmersión, repetidla suavemente, una y otra vez, sin espera ni voluntad personales. De lo contrario, las palabras no serán más que palabras".
Buda
"El que viene" - A. y D. Meurois Givaudan
