Unas palabras, como siempre muy interesantes -por supuesto- del Gran Instructor..., que nos deberían inducir a una profunda reflexión, sobre todo, a todos aquellos/as que dicen o creen haber "despertado".
Prefiero llamarle "el Gran Instructor", porque así es conocido en otros mundos cercanos -y lejanos- a la Tierra. Muchos, que suelen visitar este sitio, ya saben a quién me refiero...
Prefiero llamarle "el Gran Instructor", porque así es conocido en otros mundos cercanos -y lejanos- a la Tierra. Muchos, que suelen visitar este sitio, ya saben a quién me refiero...
"Os lo anuncio: VUESTRA HUMANIDAD SE ENCUENTRA EN EL AMANECER DE UNA GRAN CONMOCIÓN. No creáis que al afirmarlo os estoy profetizando cataclismos.
Las remodelaciones físicas de vuestra Tierra no son nada en comparación con la reestructuración de las conciencias que ya puedo ver.
Por eso os digo "cuidado" a todos los que se mantienen al margen de cualquier acción, de cualquier compromiso material, y se limitan a rezar o meditar cómodamente algunos instantes cada día.
Quienes han comprendido verdaderamente la raíz de la oración y de la meditación no temen caminar entre los hombres y agarrar con ellos la pala y el pico.
El ser de corazón siempre ha sido un ser de acción, una fuerza del terreno, en todos los niveles.
Vuestro mundo se desmorona sobre sus viejas bases. La energía de vuestra mente, aunque sea capital, no bastará para implantar por sí sola otra Tierra más justa y más cercana al Sol.
La potencia de vuestros músculos debe ser su aliada espontánea. De hecho, amigos, os propongo que, desde ahora, toméis parte activa en la construcción de la Tierra del nuevo milenio. No creáis que espero de vosotros acciones brillantes o la creación de organizaciones para volver a inventar la Humanidad.
Sobre todo, espero de vosotros -y ved en ello una llamada de la Vida a través de mis labios- que OS DECIDÁIS A DIRIGIR OTRA MIRADA A LO QUE COMPONE VUESTRA VIDA DIARIA.
LO IMPORTANTE ES MODIFICAR FUNDAMENTALMENTE VUESTRAS RELACIONES CON LAS COSAS Y CON LOS SERES.
En vez de apretar los puños, ahora tended la mano. Toda vida a vuestro alrededor necesita más que nunca que la ayudéis con todas vuestras fuerzas.
Nada de lo que encontráis es vuestro enemigo, pero todo os devuelve al instante la imagen de lo que sois, todo os sugiere una acción, es decir, una nueva forma de madurar y de ser."
("Por el Espíritu del Sol" - Transmitido a A. y D. Meurois-Givaudan)