A todos aquellos que se han preguntado y se preguntan aún quiénes son "los dos olivos", "los dos candelabros", los dos testigos del Señor, o bien, los dos testigos del Apocalipsis..., no busquen a dos varones, sino más bien a un hombre y una mujer. ¿Dónde se dice en las 'Sagradas Escrituras' que los dos testigos del Señor serían dos varones?
Es cierto que hay muchas hipótesis al respecto, pero la verdad es más sencilla que todo eso. Y, por lo demás, los dos testigos del Apocalipsis están aquí desde hace tiempo, en el mundo, viviendo entre los hombres y mujeres del mundo..., y, entre otras muchas cosas, han señalado con el dedo 'el rostro' del Anticristo pero..., ¡nadie les ha reconocido!
El gran error que cometen los estudiosos de las Sagradas Escrituras o investigadores, es el interpretar literalmente ciertos pasajes de La Biblia. Y, no espere nadie que "ellos" se manifiesten diciendo: "mirad, somos nosotros los dos testigos del Señor, ya estamos aquí, escuchadnos a nosotros". Porque, eso es un infantilismo, y por supuesto, no va a ocurrir así. Tampoco tienen por qué hacer su labor juntos, aunque en un tiempo si lo pudieron estar y, en efecto, lo estuvieron. Ahora, actualmente, su labor la tienen que hacer por separado. Son iguales, en todo, a los demás hombres y mujeres de la Tierra. No hay ningún signo externo que los identifique. No les aparecen periódicamente en sus cuerpos los estigmas de Jesucristo. Sólo les identifica una cosa: ¡sus obras, y el profundo contenido de las mismas!
Fue dicho y escrito: "Quien tenga ojos para ver, vea; y quien tenga oídos para oír, oiga". Pero, seguimos tan 'ciegos' y 'sordos' igual que hace 2.000 años.
Fue dicho y escrito: "Quien tenga ojos para ver, vea; y quien tenga oídos para oír, oiga". Pero, seguimos tan 'ciegos' y 'sordos' igual que hace 2.000 años.
Hetbarel
