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29 agosto 2017

¿Quiénes son los Dévas de la Naturaleza?




Podría describirte el verdadero rostro de los Dévas, pero no serviría de nada, pues tendría que emplear una gran cantidad de ideas, ninguna de las cuales es corriente en la Tierra. Tendría que hablarte por medio de imágenes, de proyecciones mentales de tal naturaleza que tu salud probablemente sufriría.

Imagínate sencillamente a los Dévas como seres infinitamente luminosos y con un poder extraordinario, son seres de gran inteligencia que poseen en ellos la clave de la futura evolución de las criaturas que dirigen.

¿Por qué habríamos de limitarlos a una apariencia física cuando su cuerpo real es Energía y Providencia? Hay miles de Dévas en el universo; cada uno de ellos es la fuerza, el saber y la voluntad de una clase de seres que aún no han llegado a una individualización perfecta.

Un Déva es una gran alma, total, en quien se resumen todas las almas diversificadas que nacerán de la categoría de criaturas a quienes prodiga sus cuidados. El Déva es el alma de un grupo, la fuente de la sabiduría que los hombres llaman instintiva porque no es aprendida y porque hay palabras que tienen la facultad de dar la impresión de explicarlo todo.

Si fueras capaz de ver a los Dévas, con ayuda de tus ojos humanos, quizá los encontraras de una fealdad indecible. Sin embargo, son de una gran belleza y poder. Algunos animales, algunas plantas, algunos minerales lo saben, pues con ellos pasa igual que con los humanos. 

Los hay dotados de mayor clarividencia que otros y éstos guían a su raza y, a veces, sirven de intermediarios entre ésta y los Dévas.

¿Has visto alguna vez a esas bandadas de pájaros migratorios que siguen a su jefe formando un todo, una unidad? Ellos saben que, a menudo, ese jefe se comunica con el alma grande que les da la vida. 


Cada uno de los reinos de la Naturaleza tiene su sacerdote y sus iniciados. De igual modo el Déva del oro es el iniciador supremo de los minerales terrestres, el fermento de la raza.

Por todo esto, has de considerar que tu patria es el Universo y no tu país, y debes pensar que todo tipo de existencia pertenece a la Gran Luz con igual derecho que tú.

¡La menor de las briznas de hierba tiene tu vida y la de diez mil soles!

Un Maestro de Sabiduría dijo: cuando lleguéis a derramar una lágrima de Alegría ante una simple brizna de hierba, entonces, ¡será cuando empezaréis a comprender, realmente!



("Tierra de Esneralda" - A. y D. Meurois-Givaudan)

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