¿Por qué? Simplemente, porque una enfermedad que ha sido 'vencida' y, por lo tanto erradicada, deja de ser 'rentable' para la Industria Farmacéutica. A estas alturas del siglo XXI, si la Industria Farmacéutica hubiese querido, estarían superadas y erradicadas todas las enfermedades habidas y por haber en la superficie de este planeta.
La sociedad mundial es terriblemente ingenua si piensa que las Multinacionales Farmacéuticas trabajan para curar enfermedades. Porque no es verdad, 'ellas' trabajan no para curar nada sino para cronificar las enfermedades, sobre todo, aquellas que son más rentables como lo es, ¡el cáncer! ¿Nadie se ha preguntado por qué los individuos que constituyen la élite del Gobierno Mundial oculto no mueren de cáncer ninguno de ellos, ni sus familiares? ¿Alguien se ha preguntado, también, qué tipo de 'individuos' son los que dirigen la poderosa Industria Farmacéutica? Y, ¿los rituales satánicos con sacrificio de niños que suelen organizar? Inconcebible, ¿verdad? ¡Algunos, ya han hablado de esto, pero nadie les ha creído! ¡Pero, es la pura verdad!
El derecho a la salud por parte de la industria farmacéutica está puesto en entredicho y varias son las organizaciones que piden explicaciones a su actuación.
La actuación de la industria farmacéutica está siendo vigilada, e incluso denunciada, por varias organizaciones que alegan que, la inmensa empresa que debería abogar por la salud sólo basa en el dinero y la rentabilidad su forma de actuar.
Es más, decenas de organizaciones (médicos, investigadores y pacientes) han firmado un maniesto en el marco de la campaña “No es sano” que pone en entredicho el verdadero interés de la industria para garantizar el derecho a la salud.
Basan su denuncia, principalmente, en el precio que pagamos por nuestros medicamentos.
Es precisamente el precio de los fármacos lo que impide a muchos ciudadanos el acceso a ellos lo que impide la cura o tratamiento de cualquier dolencia o enfermedad. Tan sólo un tercio de la población tiene subvencionada, casi en su totalidad, los medicamentos que consume.
Esta cuestión, puesta en la balanza de resultados de las farmacéuticas, obtiene resultados opuestos a los que “sufrimos” los ciudadanos de a pie. Para ellos (los responsables de la industria farmacéutica) cada medicamento aprobado y puesto a la venta supone ingresos. Da igual lo novedoso del fármaco. Es más, como denuncian algunos especialistas, “¡sólo un 3% de los medicamentos que se aprueban aportan algo nuevo!”, el resto son copias de los ya existentes.
La campaña “No es sano” centra sus esfuerzos en construir un sistema de investigación médica eciente, sostenible y que garantice el derecho universal a la salud y el acceso a los medicamentos que la población necesita a un precio asequible, anteponiendo siempre el derecho y la salud del paciente por encima de una buena balanza de resultados de la industria farmacéutica.
La salud, pilar fundamental para la buena vida de un individuo o una comunidad, no puede ser moneda de cambio en ningún sentido.
Primar los resultados económicos frente al acceso universal a los fármacos como parte indispensable del derecho a la salud o poner en circulación medicamentos copiados como si fueran remedios nuevos es, a todas luces, una estafa.
La iniciativa de estas organizaciones (Salud por Derecho, OXFAM Intermón, ISGlobal, SESPAS, OMCo CECU) es, visto lo visto, acertada y necesaria. Jugar con la salud de un tercero es una de las mayores bajezas cometidas por el ser humano.
Fuente:/Aquí Actualidad
13 Agosto 2017
