Los hijos del Sol; o la Fraternidad Solar, comprometían sus espíritus en la iniciación Solar con varios principios fundamentales, que aún hoy siguen siendo válidos. Estos principios son:
- El Hijo del Sol no puede adorar a ningún mortal, ni ser encarnado en la Tierra.
- El hijo del Sol, no puede crear templos, sectas, grupos o jerarquías doctrinales.
- El hijo del Sol no puede realizar milagros ni prodigios, en la medida que estos, atraen a circenses o adeptos que valoran el fenómeno y no el conocimiento.
- El hijo del Sol no puede cobrar ningún dinero ni estipendio por trasmitir el conocimiento.
- El Hijo del Sol no puede ser Maestro de nada ni de nadie.
- El Hijo del Sol debe cumplir con los valores universales de Justicia, Paz y Amor. Evitando servir tiranías, dogmatismos y fundamentalismos, sean estos religiosos o políticos.
La clave ética de estos iniciados era y es servir el conocimiento y la virtud. Sin formalismos, ataduras o sectarismos. Cada uno con el compromiso de su espíritu y los del Logos Solar.
"Si vuestra mirada se gira hacia el Sol, el Padre y Madre de la Creación, no hay mañana en la que no pongamos nuestras manos sobre vuestros hombros". (Los Elohims)