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17 septiembre 2023

La encarnación del demonio Ahriman, la encarnación del Mal. ¿Se han cumplido las visiones de Rudolf Steiner?

Hoy en día, los poderes demoníacos se mueven a su antojo en todos los productos de la tecnología: sus actividades se extienden hasta en la esfera de la voluntad humana, pero los seres humanos aún no están preparados para reconocerlo...

Rudolf Steiner: "No pasará mucho tiempo después del añ￱o 2000 cuando el mundo tendrá que experimentar cosas extra￱ñas. La mayor parte de la humanidad estará bajo la influencia de Occidente. De Estados Unidos surgirá una especie de prohibici￳ón de pensar, no de forma directa sino indirecta, una ley que tendrá como objetivo reprimir todo el pensamiento individual. Veremos una nueva forma de opresió￳n generalizada del pensamiento. Luego a￱ñadió￳: "La contribució￳n de los descubrimientos debe ser tal que un contrapeso suficiente sea introducido en la evoluci￳ón del mundo. Y, lo será".

En sus conferencias sobre el karma de 1924, Rudolf Steiner llam￳ó la atenció￳n de forma profética sobre el final del siglo XX y el comienzo del XXI y, por tanto, sobre nuestra época. Rudolf Steiner atribuyó￳ a las enfermedades epidémicas tres causas principales. La primera es la mentira generalizada, la forma en que las sociedades se basan totalmente en la mentira. La mentira, dijo, envenena el aire espiritual que respiran las comunidades, y este aire espiritual tiene un efecto físico, crea enfermedades.

Steiner dice que los espíritus que están detrás de los fen￳ómenos de la naturaleza son luciferinos, es decir, espirituales, religiosos, mientras que los espíritus activos en los productos de la tecnología son ahrimanianos. "Ahriman" es un antiguo término de la filosofía zoroastriana que es sinó￳nimo de "Satán". Satanás, como Lucifer, entidades "caídas".

En 2001 el rostro de Ahriman apareció￳ en el humo de las torres gemelas después del sacrificio del 11 de septiembre, que marcó￳ el comienzo de su venida. Steiner lo percibió￳  décadas antes.

Hoy en día, los poderes demoníacos se mueven a su antojo en todos los productos de la tecnología: sus actividades se extienden hasta en la esfera de la voluntad humana, pero los seres humanos aún no están preparados para reconocerlo.

En los tiempos antiguos, los espíritus percibidos en los fen￳menos de la naturaleza eran luciferinos; los espíritus activos en las máquinas, en todos los productos de la tecnología son ahrimanianos.

La cabeza de Ahriman esculpida por Rudolf Steiner

La cabeza del demonio Ahrimán esculpida por Rudolf Steiner. Ahrimán es la personificación y creador de la maldad, PORTADOR DE LA MUERTE Y LA ENFERMEDAD. Encarnado en el tiempo presente en nuestro mundo. Y..., ¿dónde lo encontraremos?

Esta represió￳n del pensamiento individual es tangible a través de todos los prismas de nuestra sociedad. Seguridad, educaci￳n, salud. En nombre de la norma, lo que va más allá, lo que es diferente, se recorta día a día. Las empresas que contaminan o ponen en el mercado productos tó￳xicos cada a￱ño suelen estar menos preocupadas que los lanzadores de alertas.

Existen en el seno de una sociedad dos motores principales: la seguridad y la libertad. A menudo, en nombre de uno queremos reprimir el otro, sin darnos cuenta de que la fragilizació￳n de nuestro sentimiento de libertad acaba, parad￳ójicamente, por hacernos inseguros. Es ser marginal y a veces arriesgarse  para curarse diferentemente, que salirse de las filas  para consumir siguiendo el buen sentido y la conciencia, privilegiando el bío, los circuitos cortos,  y los circuitos razonados. Es ser marginal para salirse del camino trazado para crear, innovar, emprender de manera diferente, sorprender, desobedecer, atreverse, arriesgarse, ¡sentirse vivo! Todas estas iniciativas refuerzan el necesario contrapeso que evoca Steiner.

Hoy, para rechazar el pensamiento único, surgen muchas iniciativas y creaciones. Aquí y allá, surgen individuos y asociaciones que se salen del camino trazado. Se reúnen para crear, consumir e innovar de forma diferente. Llevan en su interior la curació￳n del mundo. La curaci￳ón siempre nace de la herida. Y es porque hemos estado enfermos y hemos hecho que nuestro planeta se debilite, que cada vez somos más los que queremos contribuir a la curaci￳n del mundo.

La curaci￳ón del mundo está en marcha. Las conciencias se abren aquí y allá, y se reconoce el corazó￳n y el buen sentido como verdaderas fuerzas motrices. El contrapeso empieza a pesar en la balanza. Es a través de la meditació￳n, la reflexó￳n y el estudio honesto que tomaremos conciencia de nuestro poder y de nuestra capacidad para colocar, mediante la acció￳n, las piedras sobre las que construiremos el mundo al que aspiramos.

(Arnaud Riou) 

mediazone.zone


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