Algo antinatural está ocurriendo en los cielos británicos y está matando a las criaturas más esenciales del planeta.
Una mortandad masiva de abejas -polinizadores esenciales para la vida en la Tierra- está arrasando el Reino Unido, justo cuando el Gobierno anuncia formalmente su polémico plan de bloquear el sol para "luchar contra el cambio climático."
En todo el Reino Unido se informa de la muerte masiva de abejas justo cuando el gobierno reconoce oficialmente una nueva y siniestra operación: la pulverización de productos químicos en la atmósfera para bloquear el sol. ¿Coincidencia? Difícilmente.
El gobierno británico ha admitido ahora que está financiando experimentos de geoingeniería solar a gran escala, destinando 50 millones de libras a través de la Agencia de Investigación e Invención Avanzadas (ARIA) para manipular los rayos solares. Técnicas como la inyección de aerosoles en la estratosfera y el aclaramiento de las nubes marinas, que antes se consideraban teorías conspirativas, se están desarrollando activamente.
Y las consecuencias ya han comenzado. Ver:
Apicultores desde Kent hasta las Tierras Altas encuentran campos llenos de abejas muertas, describen "enjambres caídos del cielo" y colmenas que enmudecen de la noche a la mañana. Las abejas dependen de la luz solar para desplazarse, alimentarse y sobrevivir. Alterar la intensidad del sol y el equilibrio atmosférico natural es una sentencia de muerte, no sólo para las abejas, sino para toda la cadena alimentaria.
Mientras tanto, las autoridades siguen engañando al público, fingiendo que estas muertes son "misteriosas" y asegurando a los ciudadanos que el programa de geoingeniería es una "investigación inofensiva."
Pero la historia cuenta una historia más oscura: cuando los gobiernos se entrometen en el orden natural sin consentimiento, nunca se trata de salvar el planeta, sino de controlarlo.
Muchos investigadores y denunciantes llevan tiempo advirtiendo de que la geoingeniería no tiene que ver con el "cambio climático", sino con la terraformación de la Tierra al servicio de los intereses de las empresas y las élites, incluso a costa de la extinción masiva. Las abejas -responsables de la polinización del 70% de los cultivos mundiales- son simples daños colaterales en una guerra contra la propia naturaleza.
Y el público nunca tuvo elección.
Sin votación, sin referéndum, y sin una revelación honesta de los riesgos, los cielos de Gran Bretaña han sido convertidos en armas. Mientras las abejas mueren y los ecosistemas se colapsan, los arquitectos de esta pesadilla siguen adelante, ocultos tras la cortina del "progreso científico".
Ya están lloviendo las pruebas. ¿Cuánto tiempo más la gente mirará hacia arriba y fingirá no verlo?
thepeoplesvoice - 29 de Abril de 2025
Baxter Dmitry
