Todo el sufrimiento de este mundo proviene de los egos que centran su atención en sí mismos, que giran en torno a sí mismos en circuito cerrado y se hinchan en vez de abrirse al Universo.
Vuestro ego no es necesariamente un obstáculo, sino un instrumento que tiene la capacidad de orientarse hacia el don y, por consiguiente, de sublimarse. es el primer representante de vuestro libre albedrío y evidentemente de vuestro potencial "divinizable".
Antes de intentar reformar el mundo siguiendo vuestros propios esquemas acerca del bien y del mal, haced el esfuerzo de analizar vuestras propias motivaciones. Ved lúcidamente si van en el sentido de la Vida o, en el de vuestra existencia.
¡Todos los problemas se resumen en esto!
Buda Gautama