Huellas humanas recientemente descubiertas en la isla de Creta (Grecia) pueden poner a prueba la teoría establecida sobre la evolución temprana de nuestra especie. Las huellas tienen aproximadamente 5,7 millones de años de antigüedad, en un momento en que investigaciones anteriores ponen a nuestros antepasados en África con pies parecidos a los de un mono.
Desde el descubrimiento de los fósiles de Australopithecus en África del Sur y del Este hace 60 años, el origen del linaje humano se ha situado en África. Los descubrimientos de fósiles más recientes en la misma región, incluyendo las emblemáticas huellas de Laetoli de Tanzania, de 3,7 millones de años, que muestran pies humanos y locomoción vertical, han consolidado la idea de que los homínidos (primeros miembros del linaje humano) sólo se originaron en África, y permanecieron allí aislados durante varios millones de años antes de dispersarse por Europa y Asia
El descubrimiento de huellas humanas de 5,7 millones de años en Creta, derriba esa imagen y sugiere una realidad mucho más compleja según refleja un estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia)
Los pies humanos tienen una forma muy distintiva y difiere en mucho del resto de los animales terrestres. La combinación de una suela larga con con cinco puntas delanteras sin garras y un hallux (el conocido "dedo gordo") más grande que el resto, es en verdad única. Las huellas halladas en Laetoli y que fueran atribuidas al Australopithecus, son muy similares a las del humano moderno, solo que tienen un talón mucho más estrecho y su planta carece de arco. En comparación, el Ardipithecus Ramidis (4,4 millones de años) encontrado en Etiopía, y muy conocido debido a la completitud del fósil encontrado, tiene un pié totalmente simiesco, aunque pese a ello los investigadores lo catalogaron como antepasado directo de los homínidos posteriores lo que implica que el verdadero pié humano, en su opinión, aún no se había desarrollado.
Las huellas encontradas ahora en Tarchilos, Creta Occidental, tienen una forma indiscutiblemente humana y fueron datadas fehacientemente como un millón y medio de años más antiguas. "Lo que vuelve este hallazgo polémico es la edad y ubicación de las huellas", dice el profesor Per Ahlberg de la universidad sueca y autor del estudio.
Las huellas de Trachilos están firmemente datadas usando una combinación de foraminíferos (microfósiles marinos) de lechos subyacentes, además del hecho de que se encuentran justo debajo de una roca sedimentaria muy distintiva formada cuando el mar Mediterráneo se secó brevemente hace 5,6 millones de años . Por curiosa coincidencia, a principios de este año, otro grupo de investigadores reinterpretó el fragmentario primate de 7,2 millones de años de Graecopithecus de Grecia y Bulgaria como un homínido por otras características distintivas únicas, su mandíbula y dientes, pero lo que tenemos aquí es la impresión de su huella.