¿Cómo podemos conseguir que el Gobierno Mundial oculto fracase en su proyecto de instauración de un "Nuevo Orden Mundial"?, se preguntan algunos.
Y, la verdad, es que en el orden material de las cosas, no podemos hacer nada contra esa fuerza descomunal que representa ese Gobierno y que, además, controla a su antojo los ejércitos de las grandes potencias mundiales. Pero, esto no quiere decir que esa fuerza que tira de los hilos del poder que gobierna el mundo, sea invencible.
Y, la verdad, es que en el orden material de las cosas, no podemos hacer nada contra esa fuerza descomunal que representa ese Gobierno y que, además, controla a su antojo los ejércitos de las grandes potencias mundiales. Pero, esto no quiere decir que esa fuerza que tira de los hilos del poder que gobierna el mundo, sea invencible.
Debemos entender bien que la tarea de la Humanidad, nuestra tarea, la de todos los que anhelamos y obramos por un mundo mejor, donde se respeten verdaderamente las libertades y derechos fundamentales de todo ser humano, donde no haya ricos ni pobres, sino donde todo el mundo tenga lo necesario para vivir dignamente, donde no haya distinción de clases sociales, donde no haya explotadores ni explotados, ni amos ni siervos, donde no haya barreras raciales, ni lingüistas, ni religiosas..., no consiste en combatir con todas nuestras fuerzas y violentamente "contra" ese Gobierno Mundial invisible que, sutilmente, impone "su ley" en este planeta, ni "contra" ningún gobierno títere suyo, que son todos, en realidad.
Sin embargo, antes de tratar de reformar el mundo en base a nuestros propios esquemas sobre el bien y el mal deberíamos hacer el esfuerzo de analizar si nuestras motivaciones van en el sentido de nuestra propia existencia o en el de la Vida. Pues, todos los problemas se resumen en esto.
No se trata, en absoluto, de pasar a una actitud de combate ya que alzarse en actitud de lucha "contra" la fuerza representada por el Gobierno invisible o, contra cualquier estructura de poder y dominación, da lo mismo, significa levantarse contra lo que no funciona con claridad en nuestro corazón, contra ese pequeño "gobierno invisible" que también se encuentra oculto en el interior de cada uno de nosotros, en las profundidades de nuestras almas.
Un "gobierno oculto", también con sus oscuridades, mentiras, egoísmos, manipulaciones, conspiraciones, sed de poder y de dominio... En todos y cada uno de nosotros, lo queramos o no, reina un "gobierno mundial subterráneo", mientras no hayamos alcanzado el Despertar del Espíritu, el conocimiento de uno mismo, de Sí mismo. Pensemos en el hecho de que, en realidad, toda la Tierra y la Humanidad, todo nuestro mundo tal como lo percibimos y concebimos, vive dentro de nosotros hasta en el menor detalle.
Y, así mismo, toda la Humanidad representa un sólo ser, comparable a un cuerpo y su alma que cosechan el fruto de sus siembras. Esto no es una metáfora sino una realidad absoluta, que muy pocos logran entender.
Los Grandes Sabios nos indican que el estado de cosas actual en el mundo que percibimos y, en el que vivimos, no es más que el reflejo exacto de nuestro "mundo interior", el reflejo de nuestras luchas internas, entre las fuerzas de la "luz" y las de la "sombra", entre "el ángel" y "el demonio" que todos albergamos en nuestro interior.
Por lo tanto, el mundo es el espejo, asimismo, de nuestros miedos, de la violencia que se alberga en nuestro interior, de nuestros desequilibrios, de nuestras mentiras y engaños, de nuestra codicia y egoísmo, de nuestras sutiles conspiraciones, de nuestras ansias de controlarlo todo..., en definitiva, de nuestra falta de respeto y de amor hacia todo lo que nos rodea y hacia nosotros mismos, es decir, ¡de nuestra inmadurez del alma! No existe una diferencia fundamental entre el estado de nuestro mundo interior y el estado del mundo en el que vivimos.
Hay una Ley que dice "Como es arriba así es abajo" y, "como es adentro es afuera". Así es que, el escenario cada vez más caótico y convulso que presenciamos actualmente, de nuestro mundo, no es más que el espejo amplificado de la lucha que se debate en el alma de todo el género humano y el fruto de sus siembras, durante milenios.
En el estudio de la Mecánica Sagrada se enseña que no sirve de nada luchar "contra" algo, sino más bien, hay que "obrar" y posicionarse para algo. Las Grandes Leyes Universales también vienen a decir lo mismo, es decir, que es más importante modificar la mirada que proyectamos sobre lo que nos ocurre que tratar de cambiar el acontecimiento en sí, ya que es "la mirada interior", nuestra forma de pensar, razonar y concebir las cosas la que cambiará el acontecimiento exterior.
Esto, es difícil de comprender sobre todo para una humanidad que ha venido durante milenios actuando "a cabezazos", con el uso de la fuerza y la violencia, siempre que se presentaba lo que parecía un obstáculo. Lamentablemente, y durante un tiempo aún, continuaremos con este "método", pues llegaremos a presenciar -es cuestión de poco tiempo- graves desórdenes sociales e incluso levantamientos populares contra los gobiernos, en todo el mundo.
Pero, cuando estallen graves desórdenes sociales, ¿cuántos hombres y mujeres serán dueños de sí mismos? ¿En quién o, en qué, pondremos nuestras esperanzas y seguridades? ¿En los millones depositados en cuentas bancarias y escondidos en paraísos fiscales, en nuestro estatus social, en nuestros gobernantes, en nuestros títulos académicos...? No seamos ilusos, una vez más, porque todos los orgullos y todas las falsas seguridades se desplomarán como castillos de naipes barridos por el viento.
¡Nuestro mundo se derrumbará a causa de la ceguera e inmadurez del alma del género humano, y sus días están contados!
Debemos tratar de entender que no se trata de comenzar, una vez más, una revolución sangrienta, como las que hasta ahora ha conocido la Humanidad. Esto no hará más que alimentar y engordar a las energías de la Sombra.
Si hubiera que emprender una Revolución habría que empezar por aquella que jamás ha llevado a cabo la población de la Tierra y que espera, pacientemente, para que la pongamos en marcha.
En realidad, es la única y verdadera que falta aún en este planeta, para el Despertar y Liberación de la Humanidad: la Revolución de las conciencias, es decir, la revolución del Amor-Compasión. ¡Aunque parezca absurdo o ridículo, SOLAMENTE POR ESTE CAMINO, LA HUMANIDAD CONSEGUIRÁ QUE FRACASE EL PERVERSO PROYECTO DEL GOBIERNO MUNDIAL DE LA SOMBRA! ¡Por muchas vueltas que le demos, no hay otro camino! No podemos combatir a la Sombra con los atributos de la Sombra sino con los de la Luz.
Hasta que no comprendamos esto, no avanzaremos nada en el camino que nos conduce al Despertar del Espíritu. Y, el Despertar del Espíritu conlleva el NO SOMETIMIENTO a ninguna estructura de gobierno que se arrogue el derecho de decidir y pensar por nosotros, política, económica, científica o religiosamente. Hay mil formas de aprender la insumisión y, a cada cual, le corresponde buscar la suya con relación a su propio entorno diario, no con un espíritu infantil de rebeldía e impulsividad sino con el Espíritu de Paz y de Despertar que es su inspirador.
Aún la Humanidad no ha comprendido que, excepto la revolución liderada por Gandhi, todas las demás revoluciones que han ocurrido en el mundo sólo han sido enormes matanzas que sólo han servido para sustituir, simplemente, un sistema político por otro similar, o peor. Podríamos, muy bien, poner en práctica la ideología de Gandhi, quien derrotó al imperio más poderoso de su época, el imperio británico, sin que su pueblo hiciera un solo disparo contra el invasor.
Gandhi, al frente de su pueblo, puso en práctica la "doctrina subversiva" y revolucionaria de: la NO VIOLENCIA, el NO SOMETIMIENTO y la NO COLABORACIÓN con el invasor. Y, así fue como la revolución pacífica que lideró Gandhi, libró a su país del dominio británico. ¡La población mundial podría, y sería, en primera instancia, el mejor modo de pasar a la acción en lo que se refiere al orden material y “superficial” de las cosas, pero aún así, no sería suficiente para que esta terrible fuerza que personifica el Gobierno invisible -ya no tanto- de la Sombra desapareciera de la faz de la Tierra, para siempre!
En esta Gigantesca Iniciación y Mutación (transformación) Planetaria por la que está atravesando la Humanidad, la "Muerte", no física sino "iniciática", es decir, la metamorfosis que vamos a vivir, que estamos viviendo, no debe tomar en ningún caso el aspecto de un combate contra ninguna forma de Gobierno, o poder establecido, incluido el Gobierno Mundial oculto.
Como dicen las Leyes Universales, y hay que repetirlo hasta donde haga falta, es más importante cambiar la mirada que posamos sobre las cosas, o los acontecimientos que tratar de modificarlos por la fuerza, porque es la mirada interior, es decir, nuestra forma de pensar, de razonar y concebir la Vida, en definitiva, la que cambiará la realidad a nuestro alrededor.
Buda dijo: "Somos lo que pensamos. Nuestros pensamientos nos construyen”. Son los ladrillos con los que se construye, por lo tanto, nuestro mundo exterior. Son también las piedras de este mundo y el cemento que da fuerza o maldad a nuestros gobernantes.
Y, si nuestro mundo, el que percibimos y en el que vivimos no es más que el reflejo exacto de nuestro "mundo interior", es decir, de nuestra manera de pensar, de razonar, de percibir y concebir la Vida misma, entonces, si una parte de la Humanidad consigue ascender a un nivel de conciencia superior cambiando su sistema de pensamiento y de razonamiento, su forma de concebir el mundo y la forma de comportarse en él, esa TRANSMUTACIÓN DE LAS CONCIENCIAS, consecuencia de la "muerte iniciática", nos llevará a conseguir, sin lugar a dudas, que se extingan por sí mismos todos los Gobiernos sociales y políticos levantados sobre arcaicas estructuras de poder y dominación, incluido el Gobierno Mundial de la Sombra.
Es decir, y resumiendo al máximo, tenemos indefectiblemente, que diluir las pretensiones, de controlar y manipularlo todo, de ese pequeño "gobierno mundial" que está alojado en el fondo de nuestras almas para que se extinga, al fin, y por sí sólo, el Gobierno Mundial de la Sombra, que intenta asentarse en nuestro planeta. No hay que empuñar ningún arma ni levantar los puños, como siempre ha venido haciendo la Humanidad. ¡No se trata de eso!
Tenemos que aprender: a liberarnos de todos los condicionamientos y adoctrinamientos sectarios, políticos, económicos, científicos, incluso de los fanatismos religiosos..., a amar a nuestro prójimo (pues él somos nosotros, aunque aún no lo comprendamos) a amar el Amor-Compasión, a amar la Vida en cualquiera de sus expresiones, a redefinir el mundo en nosotros, a amarlo en nosotros, y hacer así que se pudran en uno mismo, en el fondo de nuestras almas los efluvios de los ancestrales reflejos de ego-ismo y de dominación, con el fin de liberar a nuestro planeta, la Madre Tierra, de sus "parásitos".
¡Aunque parezca ridículo no hay otra manera más subversiva y revolucionaria que ésta! ¡No la hay!!
El camino hacia el Despertar del Espíritu es, indiscutiblemente, subversivo porque pone en marcha y, automáticamente, los Principios de la no colaboración, no violencia y no sometimiento a ninguna estructura de poder y dominación que pretenda pensar y decidir por nosotros ya sea política, económica, científica o religiosamente. ¡El Principio de la no colaboración aún pueden salvar a la ingenua Humanidad de la esclavitud a la que, y sin ser consciente de ello, se dirige a pasos de gigante!
Para terminar, solamente decir que, teniendo muy presente la evidente inmadurez del alma que manifiesta la inmensa mayoría de hombres y mujeres de “este mundo” que se acerca a su Fin, lo que aquí se transmite y se ha querido compartir, causará un gran escepticismo y burla en muchísimos casos, sin lugar a dudas, pero su esencia no va a llegar nada más que a los que ya están EN LA FRANJA DE UNA CONCIENCIA NUEVA.
Por fortuna, éstos son más numerosos de lo que podamos imaginar, e incluso, representan una fuerza que aún no se ha medido a sí misma. Recordemos que, ¡la unión hace la fuerza!, y que esto, es una verdad absoluta. Unidos, conseguiremos que fracase el proyecto del Gobierno Mundial que intenta establecerse en este planeta, pero antes, debemos conseguir que se disuelva esa "Orden del Poder y del Sometimiento" que, a su manera, existe también en cada uno de nosotros.
Por último, hemos de tener muy presente que aquellos que constituyen el Gobierno Mundial de la Sombra, en la sombra, TEMEN EL DESPERTAR, NO DE TODA PERO SÍ DE UNA PARTE DE LA HUMANIDAD y, por supuesto, vienen haciendo y harán todo lo posible por sofocarlo, por todos los medios a su alcance, que son muchos e inimaginables.
Maryo Z. G.