Swami Premananda
Swami Premananda:
“Hoy en día hay muy pocos que tienen el coraje y la convicción de verdaderamente seguir el camino espiritual con todo su corazón y alma. La manera más rápida es renunciar a todo. Deja todo atrás y llama a Dios. Estate convencido de que sólo Dios es realidad y que todo lo demás es falso. Todo lo demás es ilusorio. Sólo el conocimiento de lo Divino vale la pena. Todo lo demás no tiene ningún valor ni sentido.
Éste es el mayor secreto que te quiero contar. Sólo que yo no aconsejo a las personas del mundo de hoy que intenten correr rápido. Primero tienes que aprender cómo caminar, y entonces caminar un poco rápido y finalmente podrás correr.
Si aprendes a montar a caballo, ¿saltarás sobre el caballo y galoparás hacia lo lejos? No. Primero aprenderás cómo sentarte y guiar al caballo, entonces caminarás y alguien más controlará al caballo. Tu entrenador debería ser una persona bien experimentada que sepa de caballos y de los problemas a los que los novatos se tienen que enfrentar. Entonces, montarás solo con el caballo únicamente caminando. Después aprenderás cómo sentarte cuando trota; luego él irá a medio galope y finalmente aprenderás a controlarlo mientras galopa y salta.
Sólo entonces podrás montar con plena confianza, como un espíritu libre. El caballo es tu mente y cuerpo. Necesitas aprender cómo controlarlos amable pero firmemente. La espiritualidad es como eso. Necesitas entrenamiento espiritual para guiar y controlar el cuerpo y la mente. Para eso, es fundamental un maestro.
Verdaderamente necesitas sentir que todo este mundo y universo es la creación gloriosa de Dios. Las personas de hoy tienen la oportunidad de ver la belleza de la creación de Dios, pero son estrechas de mente. No quieren encontrar a Dios ni incluso pensar en Dios. Sólo quieren tener más y más cosas materiales y satisfacción sensual. No pueden entender que todos sus problemas, sufrimientos y preocupaciones provienen de estos deseos.
El mundo material es como un mar salvaje y tormentoso. Si subes al barco de la mundanalidad y sales en este mar embravecido, ¿quién te puede rescatar? Sólo cuando te des cuenta de que estás estancado en el mar salvaje y llames a lo Divino, entrarás en razón. En ese punto, lo Divino te enviará a alguien para sacarte de la tormenta hacia las pacíficas costas. En ese nivel, deberías tomar esa oportunidad y seguir adelante, escuchando las enseñanzas del maestro y haciendo lo mejor que puedas para poner en práctica lo que él o ella dice.
Māyā, la ilusión del mundo material, es muy poderosa. Los placeres del mundo parecen muy bonitos y tentadores pero cuando vas a disfrutarlos te atrapan. Ves rosas adorables en un rosal silvestre, pero si corres a agarrarlas todas, quedas enredado en las ramas espinosas. Entonces ves otro rosal con rosas más grandes de un color diferente. Con gran dificultad te desenredas del primer rosal y corres al siguiente. Acabando de salir del segundo arbusto, sales disparado a otro. De nuevo quedas atrapado, pero esta vez puede que las espinas te hayan lastimado.
Las espinas son tus deseos insaciables. Sin embargo, nunca aprendes. Tan sólo vas corriendo de un árbol a otro, esperando acumular más y más rosas diferentes. El olor y color se desvanecerán y te quedarás con algo podrido. Ése es el resultado de ansiar cosas materiales.
Sólo después de entender todo esto, empezarás a correr en el camino espiritual, en lugar de corretear por el jardín del materialismo“.
Fuente:/undiariodeviajeespiritual