"¿Hace falta que se os grite al oído?"
Amigos de siempre, pronto hará (....) años que nuestro Hermano Jesús ha vuelto a tomar cuerpo entre vosotros. No esperéis que vuelva con su túnica blanca, no esperéis su clamor hacia vosotros. Él trabaja ya en el silencio y en el tumulto entra bastidores. Todo esto, ya lo sabéis, decís, ya os ha sido enseñado. ¿Estáis bien seguros?
Cuando vemos vuestras miradas y el reflejo de vuestros corazones, nos parece a veces que todavía no lo habéis comprendido o lo habéis comprendido muy poco, o tal vez, lo habéis olvidado.
¿Hace falta que se os grite al oído y deslumbrar vuestros ojos para que os abráis de verdad y despleguéis vuestra fuerza de voluntad, la fuerza de vuestra sonrisa y el valor de todas vuestras esperanzas?
A partir de ahora ya no podréis observar más la pausa del caminante tranquilo que todavía sois, admitidlo, con demasiada frecuencia.
Viene hacia vosotros el resplandor de una luz y la fuerza de su sombra cuyo impacto no podréis evitar. El designado no será el otro, no será el otro al que le concierna con intensidad, sino a vosotros mismos.
Hasta ahora habéis sido los terapeutas de vuestros pequeños males o de algunas heridas leves. No sois llamados a dirigiros sin cesar en esa dirección. Ya no hay posibilidad de acción para los que tienen miedo de esa calidad de Amor querida ahora por el Sol..., ya que en efecto, se trata del miedo.
No del miedo hacia el vecino que siempre actúa peor, o al contrario, mucho mejor que vosotros... ES DE VUESTRO PROPIO MIEDO HACIA VOSOTROS MISMOS DEL QUE HABLAMOS. MIEDO DE DESCUBRIROS EN PROFUNDIDAD TAL COMO DEBÉIS SER, TAL COMO NO TENÉIS TODAVÍA EL VALOR DE SER.
Para poder generar la Luz y provocar la eclosión de vuestro mundo ya no cuenta una buena conciencia. Ahora se trata de la Gran Conciencia, de la verdadera Conciencia, la que sabe que no hay un más o menos para amar, un mañana para actuar. Romped, entonces, vuestro caparazón de falso cansancio y de confortable indiferencia.
No somos nosotros los que os esperamos en nuestras naves de luz o en algún valle engastado de diamantes, ni es vuestro Hermano Jesús, sino vosotros mismos. No lo olvidéis, y sobre todo no vayáis a decir: "¿cómo?", porque conocéis la respuesta..., todo os ha sido dado".
Alzad vuestra mirada en paz, amigos de siempre.
Vuestro Hermano
El Morya
"Lo que Ellos me dijeron"
Daniel Meurois
Nota de M./ En este mensaje transmitido por el Maestro Morya, aunque hay un dato que ha sido omitido deliberadamente, sabemos ahora, y, gracias 'al Cielo', a un Ser de Luz, lo que habría que poner sobre esos puntos suspensivos que están entre paréntesis..., "... hará (56) años....". Y, así es, en efecto, Él, el Maestro Jeshua, Jesús, está de nuevo entre nosotros, en el mundo, entre los hombres y mujeres del mundo. Nació hace 56 años en Roma, Italia, pero actualmente reside en el continente americano, en Pensilvania.
El nombre que le pusieron sus padres actuales italianos empieza por 'D' y significa "hijo del Señor". Y, por supuesto, no tiene en esta existencia el aspecto que tenía hace 2.000 años en Palestina.
También está entre nosotros el que fue llamado Juan el Bautista. Su alma ha encarnado otra vez en el mundo y reside actualmente en la ciudad de Barcelona (España).
También está entre nosotros el que fue llamado Juan el Bautista. Su alma ha encarnado otra vez en el mundo y reside actualmente en la ciudad de Barcelona (España).