La cosas no ocurren por casualidad en este mundo de surgir y desaparecer.
No vivimos en una especie de Universo loco y accidental. Las cosas ocurren de acuerdo a ciertas leyes, leyes de la naturaleza. Leyes como la Ley del karma, la cuál, nos enseña que debido a que se sembró una semilla, un fruto saldrá.
La palabra karma significa “acción” y se refiere principalmente a nuestras acciones físicas, verbales y mentales. Las acciones que efectuamos dejan huellas o impresiones en nuestra mente muy sutil que, con el tiempo, producen sus correspondientes resultados. Nuestra mente es comparable a un campo de siembra, y las acciones que cometemos, a las semillas que en él se plantan.
Creas o no en la filosofía kármica, lo cierto es que estas 12 Leyes pueden ser de gran ayuda para ti, cambiando tu vida para mejor.
1.- La Gran Ley, conocida como la Ley de Causa y Efecto.
Lo que siembres, es lo que cosecharás. Esto también Lo que ponemos en el Universo es lo que vuelve a nosotros. Si lo que queremos es la felicidad, la paz, la amistad, el amor. Entonces tenemos que estar contentos, pacíficos, agradables y amorosos. La energía negativa enviada a otros vendrán de nuevo a ti.
2.- Ley de la Creación.
La vida no ocurre por sí sola, requiere de nuestra participación. Somos uno con el universo dentro y fuera. Lo que nos rodea nos da pistas sobre nuestro estado interior. Sé y haz de ti mismo lo que quieres tener en tu vida.
3.- Ley de la Humildad.
Lo que te niegas a aceptar, te va a seguir ocurriendo. Si lo que vemos es un enemigo, o alguien con un rasgo de carácter que nos encontramos a ser negativo, entonces nosotros mismos no estamos en un nivel superior de existencia.
4.- Ley del crecimiento.
Donde quiera que vayas, ahí estás. Para que podamos crecer en el espíritu somos nosotros los que debemos cambiar y no las personas, lugares o cosas que nos rodean. Los únicos dados que tenemos en nuestras vidas somos nosotros mismos, y que es el único factor en el que tenemos control. Cuando cambiamos a quién y qué somos en nuestro corazón, nuestra vida cambia también.
5.- Ley de Responsabilidad.
Cada vez que algo malo sucede, hay algo mal en mí. Somos el reflejo de lo que nos rodea y lo que nos rodea nos refleja: hay que asumir la responsabilidad de lo que esta presente en nuestra vida.
6.- Ley de la Conexión.
Incluso si algo que hacemos parece insignificante, es muy importante saber que se hace en conexión con todo el universo. Cada paso lleva al siguiente paso y así sucesivamente. Alguien tiene que hacer el trabajo inicial para que alguien obtenga un trabajo. Ni el primero ni el último paso son de mayor o menor importancia, porque ambos son necesarios para realizar la tarea. Pasado, presente, futuro… todos ellos están conectados.
7.- Ley del Enfoque.
No se puede pensar en dos cosas al mismo tiempo. Tienes que ir subiendo la escalera con un paso a la vez. Cuando se pierde el enfoque en el que vamos, despierta la inseguridad y la ira.
8.- Ley del dar Hospitalidad.
Si tu crees que algo es verdad, entonces en algún momento de tu vida serás llamado a demostrar que es verdad. Aquí es donde podemos poner en practica lo que hemos aprendido.
9.- Ley del Aquí y Ahora.
Mirando hacia atrás examinando, es lo que nos impide estar totalmente en el aquí y ahora. Pensamientos viejos, viejos patrones de comportamiento, viejos sueños… Ellos nos impiden tener renovaciones.
10.- Ley del Cambio.
La historia se repite hasta que aprendamos las lecciones del que tenemos que cambiar en nuestro camino.
11.- Ley de la Paciencia y la Recompensa.
Todas las recompensas requieren de un esfuerzo inicial. Recompensas de valor duradero requiere trabajo paciente y persistente. La alegría verdadera nos ayuda a seguir haciendo lo que debemos estar haciendo, y la recompensa que esperamos vendrá a su propio tiempo.
12.- Ley de la Importancia e Inspiración.
Siempre regresa algo de lo que hayas puesto. El valor de algo es un resultado directo de la energía y la intención que se pone en él. Cada contribución personal es también una contribución a la totalidad. Las contribuciones mediocres no tienen ningún impacto en la totalidad y el trabajo puesto en el disminuye.
Mis acciones son mis únicas pertenencias. No puedo escapar de las consecuencias de mis acciones. Mis acciones son el suelo sobre el que me mantengo.-Thích Nhất Hạnh.