Según la Universidad de Stanford, la atención médica hecha con amabilidad y compasión conduce a una curación más rápida y reduce el dolor.
Lamentablemente, los factores estresantes de la medicina moderna a menudo interfieren con las buenas intenciones de los médicos. Por lo tanto, las necesidades humanas, así como las necesidades médicas, deben ser cubiertas con actos amables para lograr una buena práctica médica.
En un reciente estudio de la Universidad de Stanford, se señala que eso es posible y necesario. Según los resultados del estudio, la atención médica amable puede conducir a una cicatrización más rápida de heridas, así como a la reducción del dolor, la ansiedad y la presión arterial, y generar estancias hospitalarias más cortas.
Además, la evidencia ha mostrado que la atención médica llevada a cabo con amabilidad no sólo reduce la duración y la gravedad del resfrío común, sino que también puede conducir a mejores resultados para el paciente.
En algunos casos, la importancia estadística de la atención basada en la bondad fue “mayor que el efecto de la aspirina en la reducción [de un ataque cardíaco] o el tabaquismo en la mortalidad masculina”.
La revista SalonTV estipula estos preceptos en torno a la práctica médica amable:
Escucha atenta.
Ésta construye confianza. Le permite al médico actuar como una guía de confianza, que proporciona experiencia médica relevante y la traduce en un plan de atención acorde con los valores y las prioridades de los pacientes. Lo que está en juego es demasiado alto como para que el equipo clínico esté desinformado sobre los temores de un paciente, las preocupaciones prácticas, el sistema de apoyo a domicilio y las prioridades personales.
Empatía.
La especialista en enfermería Theresa Wiseman identifica cuatro atributos esenciales de la empatía: ver el mundo desde la perspectiva de otro, evitar el juicio al evaluar una situación, reconocer la emoción presente y responder a esa emoción de una manera genuinamente afectuosa.
Actos generosos.
A menudo, la bondad se manifiesta en actos generosos. Frente a la pregunta “¿Pueden pensar en la mejor y más significativa experiencia de servicio que tuvieron como pacientes con cáncer?”, muchos sujetos respondieron haciendo referencia a la bondad implícita en los actos generosos. Un paciente de cáncer de vejiga sometido a cirugía elogió a una enfermera que le enseñó la mejor manera de levantarse de la cama cuando estuviera en casa.
Honestidad y amabilidad.
Aunque inicialmente los pacientes tiene la expectativa de curarse, los médicos pueden guiarlos hacia la esperanza intrínseca cuando la enfermedad está muy avanzada y es poco probable que haya cura o remisión. La esperanza intrínseca implica vivir en el momento de un buen día de reflexión positiva, la convivencia con un nieto o un perro en el regazo y que haya un buen control del dolor.
Ecoosfera-12 Julio 2018