Ayudando a comprender...
"El caso de los que padecen síndrome de Down (trisómicos) también forma parte de los que merecen ser estudiados de forma no convencional, es decir, yendo más allá de las consideraciones de orden puramente genético. Aún no he tenido la ocasión de emprender una investigación en este sentido y mediante mis propias capacidades.
De todos modos, lo que si puedo avanzar de manera bastante general es que los trisómicos se reencarnan no tanto para ellos como para su entorno. Su discapacidad es siempre una prueba a la que se ven sometidos sus seres cercanos, una enorme ocasión de maduración. Es una fuente de experiencias que bien aceptadas hacen surgir la paciencia, el amor y la compasión.
Aquí de nuevo no hablamos de autocastigo de un alma, ni de sanción de la Vida o de una autoridad divina. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar y etiquetar? No confundamos el alma con el intelecto y el cuerpo. Su discapacidad mental no significa en absoluto una discapacidad del alma. La anomalía se sitúa, efectivamente, a nivel del cuerpo y de sus relaciones con lo sutil.
Por mi parte, no dudaré un instante en decir que la mayoría de los trisónicos han elegido voluntariamente ese tipo de reencarnación. Lo han aceptado para ayudar a madurar a sus seres cercanos. Por supuesto, la conciencia que experimenta una vida de este tipo aprende y crece desarrollando ella misma cualidades o especificidades que le faltaban. Como mínimo cultiva una forma de abnegación y generosidad. Sin embargo, lo esencial de su tarea es labrar el campo que hay a su alrededor, no hay que olvidarlo".
("LAS ENFERMEDADES KÁRMICAS, reconocerlas, comprenderlas, superarlas"- Daniel Meurois)