Muchas veces lo mejor para desconectar de la vida urbanita y del trabajo es alejarse de la ciudad para estar en contacto con la naturaleza. Diversos estudios lo demuestran, pasar tiempo en espacios verdes mejora nuestra calidad de vida, sigue leyendo y lo comprobarás.
La naturaleza es el mejor aliado.
Todos los estudios lo demuestran, la conexión con la naturaleza y el campo aporta grandes beneficios terapéuticos, físicos y mentales, de hecho, los niños que tienen acceso a la vegetación cerca de sus casas o suelen pasar tiempo disfrutando en un parque muestran menores niveles de estrés, pero no solo los más pequeños, pero no solo los más pequeños, los trabajadores que hacen descansos en espacios naturales realizan mejor sus labores posteriores.
Trastorno por Déficit de Naturaleza.
Sí, existe, es un concepto que apareció hace unos años por primera vez en lecturas científicas. El TDN se padece debido al aumento del estrés y la ansiedad en las sociedades modernas, y ya ha sido bautizado como “el mal del siglo XXI” que está relacionado con cuatro grupos de enfermedades:
-Incremento de la obesidad.
-Aumento de hiperactividad y de déficit de atención.
-Problemas de respiración (asma)
-La hipovitaminosis D (debido a la carencia de exponerse al Sol).
José Antonio Corraliza, Catedrático en Psicología Ambiental, puntualiza para Que!, “son trastornos que tienen su origen en una deficitaria o patológica relación con el entorno en el que vivimos, aquella situación en la que las personas viven una persistente desconexión de la naturaleza y todo lo que el contacto conlleva: paseos, deporte, evasión…”
Pero, que no cunda el pánico ya que esta este problema tiene tratamiento, basta con pasar tiempo en la naturaleza, alejándonos del estrés, la contaminación y el bullicio, sin necesidad de trasladarnos demasiado, basta con un parque o un rincón verde de la ciudad “reconectarnos con la naturaleza a través del desarrollo de actividades, salir a correr, o adquirir la rutina de salir a caminar a diario pueden ser el mejor antídoto ante este trastorno”, puntualiza el profesor.
Miriam López
