Del consciente al inconsciente…
¿Qué es el inconsciente?
Dentro del inconsciente, en ese vasto plano de la inconsciencia, se pueden distinguir dos componentes: El inconsciente individual y el inconsciente colectivo.
En sentido amplio, el inconsciente es un plano vibratorio, tal y como lo son los planos físico, etérico, emocional y causal. Este plano no se añade sin más, sino que engloba los planos terrestres. Podemos decir que los planos, físico, etérico, mental y causal se bañan en las aguas de lo que llamamos “el inconsciente”.
El inconsciente planetario contiene toda la información de lo que se vive en los planos terrestres: registra tanto los detalles de lo que vive el planeta, como de lo que vive la humanidad y lo que vive cada humano, cada animal, planta, minerale… de hecho registra todos los grupos vivos que viven en la Tierra.
Esta información planetaria desemboca en lo que llamamos el Banco de datos akáshicos. El “disco duro” de la gran biblioteca planetaria.
Para cada uno de esos grupos también hablamos del inconsciente colectivo. De modo que tenemos el de un país, el de una ciudad, el de un grupo, el de una familia, el de una especie animal…
Es por este inconsciente colectivo como viaja una multitud de informaciones: miedos, creencias, juicios, ideales, visiones que se despiertan en ciertos grupos sociales… e incluso en ocasiones a escala planetaria.
Del inconsciente a la Conciencia y el Conocimiento
Pero volvamos al inconsciente individual. Desde el primer momento en el que el alma visita al feto en el cuerpo de su madre, adquiere su inconsciente, y éste comienza a registrar todo lo que esta alma vivirá con posterioridad.
Ningún pensamiento, ningún trauma, enfermedad, alegría, ninguna emoción se dejará de lado. El inconsciente es totalmente incondicional. No juzga absolutamente nada de nuestra vivencia, al estar dotado de una autonomía de discernimiento, todos los recuerdos a los que tendréis acceso estarán disponibles porque los hará accesibles. El Inconsciente es sobreprotector, evalúa constantemente lo que vivimos y solamente da acceso a las informaciones que necesitamos para continuar nuestra evolución. Todos los recuerdos ocultos lo están así por él y así se quedarán si no superamos las etapas necesarias que nos permitan encontrar “el recuerdo”. Nuestro inconsciente no tiene ningún calendario y si no podemos encontrar un recuerdo porque no estamos preparados… este inconsciente nos dará la posibilidad de retomar ese recuerdo en una próxima encarnación para poder superarlo y así curarlo.
Todo lo que vive el colectivo humano está registrado en este vasto plano del inconsciente global al que todos estamos unidos por nuestro propio inconsciente individual. Estamos constantemente en relación con todo lo que vive en el planeta. Nuestro inconsciente individual se baña en las aguas del inconsciente colectivo.
El inconsciente conoce vuestras “memorias congeladas”, conoce nuestras vidas pasadas. Al igual que sucede con los recuerdos de nuestra vida presente, es aquél que permite acceso a las vidas anteriores.
Así, en la integración memorial, el inconsciente es nuestra puerta de entrada de lo que El Cristo llamaba “la cazuela de los recuerdos”. Permite el acceso a las memorias que nos cree capaz de “gestionar”.
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En otras palabras, el Inconsciente es más consciente que nuestra conciencia ya que éste ya está en la Conciencia con una “C” mayúscula. Es Conocimiento.
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En otras palabras, el Inconsciente es más consciente que nuestra conciencia ya que éste ya está en la Conciencia con una “C” mayúscula. Es Conocimiento.
Marie Johanne Croteau
Editorial Isthar Luna-Sol
Editorial Isthar Luna-Sol