Los lemurianos son uno de los grandes misterios de la Historia de la Humanidad.
Para muchas personas son una pieza
clave en nuestra evolución. Para muchas otras ni siquiera existen.
Hoy hablaremos de quiénes son los
lemurianos exactamente y de qué papel tienen en nuestra vida.
Este mensaje es un mensaje canalizado, como otros que he publicado anteriormente en el
blog. Pero esta vez es diferente a todas las otras. El ser que
transmite el mensaje de hoy es diferente que en ocasiones anteriores, y la
energía que contiene también.
A mi parte más terrenal a veces le
aparecen las dudas a la hora de publicar este tipo de mensajes. Sé que a muchas
personas les parecen un poco extraños, e incluso incómodos.
Pero creo que esto no es motivo
para no publicarlos. Y también me gusta mucho la idea de poder compartir
cualquier tipo de información, y que cada uno la use como mejor la parezca según
sus propios criterios.
Así que lo comparto contigo
sabiendo que quizás te resuena y quizás no, pero con la esperanza de que en
algún punto te sea de utilidad.
Es un mensaje desde un lugar muy
especial, y está lleno de luz, amor y esperanza.
Un Mensaje desde un Lugar Muy Especial
Saludos hermano, hijo y amigo. Nos
dirigimos a ti desde un lugar muy especial que en unos momentos te
revelaremos.
Nos gustaría mucho hacerte llegar
un nombre exacto y una explicación concreta de quiénes somos. De hecho, estamos
enviando esta información en este mensaje, pero no está siendo recibida por el
canal que lo transmite.
No pasa nada. Lo entendemos
perfectamente. Ya llegará el momento. Vuestros corazones y vuestras mentes se
están abriendo poco a poco, y todo requiere su tiempo.
Sabemos que la información que te
transmitiremos hoy tiene el potencial de causarte cierta sorpresa y, en un
primer momento, incluso rechazo. La mente humana tiene unos ciertos esquemas
formados, y no es fácil aceptar nuevas ideas que están fuera de estos esquemas.
Así que iremos poco a poco. No hay
prisa.
Primero tenemos que preparar el
terreno. Tu mente seguramente no aceptará de entrada lo que queremos decirte;
es un poco extraño. Así que la mejor opción que tenemos de llegar a ti es a
través de tu corazón.
Si te parece bien, vamos a hacer
una cosa, y vamos a empezar a hacerla ahora.
Desde el lugar donde estamos, que
aún no te hemos dicho cuál es, vamos a empezar a enviarte un flujo creciente de
amor incondicional. Va a ser algo paulatino, que va a ir creciendo poco a poco.
Primero haremos que nuestra energía se dirija hacia ti y que se quede a una
cierta distancia, para que puedas empezar a sentir su calor.
Esto es algo que podemos hacer sin
dificultad. Da igual dónde estés y en qué momento estés. Para nosotros es
indiferente. Estamos contigo ahora.
Y te invitamos a sentirnos.
¿Puedes sentir que no estás solo
ahora mismo?
¿Puedes sentir que nos estamos
acercando poco a poco?
Si nos das permiso, nos iremos
acercando más. Nos situaremos justo a tu lado. Pondremos nuestras manos sobre
tus hombros. Te rodearemos con nuestros brazos.
Si nos das permiso, lo haremos.
Solo si nos das permiso.
¿Nos lo das?
Te invitamos a dejar que sea tu
corazón quien vaya por delante, y que tu mente lo siga. No intentes entenderlo
con la mente antes de abrir tu corazón. Hazlo al revés: primero siente, y luego
deja que tu mente intente entender esto que sientes.
Pero primero siente.
Tu corazón es quien realmente sabe.
Debes dejar que te guie si quieres
reconectarte con quien eres de verdad.
El Motivo por el que Estás Aquí
Te hemos dicho que te diremos
quiénes somos y dónde estamos. Pero también te hemos dicho que iremos poco a
poco. Aunque hemos estado juntos millones de veces antes, para ti es como si
fuera la primera vez. Y entendemos que todo necesita su proceso.
Empezaremos por el lugar donde
estamos. Es un lugar importante.
Es posible que este no sea el
primer mensaje canalizado que leas. Está llegando mucha información canalizada
ahora mismo a la Tierra, y ya se ha convertido en algo bastante habitual. Pero
la mayoría de mensajes llegan desde “arriba”: mensajes de pleyadianos,
arcturianos, seres de luz, ángeles, maestros ascendidos, etc.
En nuestro caso es diferente, y si
has abierto bien tu corazón seguramente lo habrás notado. Nuestra energía
también es pura y luminosa, pero tiene un color diferente.
Porque nosotros no estamos
“arriba”, estamos “abajo”.
Estamos en el centro de la Tierra.
Es el lugar donde vivimos desde
hace milenios, y hemos estado aquí durante todo este tiempo, esperando este
momento.
Te dejamos unos instantes para que
proceses esta idea.
Como te hemos dicho anteriormente,
te invitamos a sentirlo primero con el corazón, antes de analizarlo con la
mente.
A tu mente le parecerá muy extraño.
A tu corazón no tanto.
Estamos en el centro de la Tierra,
esto es cierto, pero no de la manera que seguramente has pensado en primer
lugar. Si ahora mismo fueras al centro del planeta, no nos verías. Estamos
allí, pero en un plano distinto de frecuencia. Somos seres de quinta dimensión,
y nuestra vibración está en un rango diferente del que tenéis ahora.
Estamos en el centro de la Tierra
porque nosotros representamos la semilla de lo que la Tierra es. Nuestra
función principal es mantener el recuerdo de por qué la Tierra se creó y por
qué es como es.
Durante todos estos milenios en los
que la humanidad ha vagado por la penumbra, nosotros hemos continuado aquí
manteniendo viva esta información. Y hemos estado transmitiéndola sin
interrupción en todo momento.
En muchos momentos de tu vida,
tienes la sensación de que hay algo más, ¿verdad? Tienes la sensación de que
todo esto tiene que tener un sentido.
Esta sensación, en parte viene de
tu propia alma. Tu alma sabe por qué estás aquí, y constantemente empuja para
que puedas recordarlo.
Pero en parte también viene de
nosotros.
Nosotros estamos emitiendo
constantemente la información de quiénes sois y por qué estáis aquí, como si
fuéramos una emisora de radio. Y, a nivel subconsciente, todos vosotros habéis
estado recibiendo, y seguís recibiendo a día de hoy, esta información. Y os
impulsa a querer recordar y a sentir que todo tiene un motivo.
Hoy, afortunadamente, hemos
conseguido llegar a ti de una forma más clara y directa de lo que hemos hecho
nunca. Y esto es para nosotros un motivo de gran alegría y celebración.
El futuro de la Tierra no está
escrito, así que no sabemos qué pasará. Pero, ahora mismo existe el potencial de
que, si sigues abriendo tu mente y tu corazón, en futuras comunicaciones
podamos explicarte con más claridad quién eres y el motivo de tu estancia aquí.
Pero nuestra intención principal no
es seguir utilizando el canal que estamos utilizando ahora. Sería mucho mejor
que pudiéramos conectar contigo directamente, sin intermediarios.
Así que te invitamos a tomar este
mensaje no como un mensaje en sí mismo, sino como una llamada. Imagínate que tu
teléfono interdimiensional está sonando.
Y te invitamos a cogerlo.
Si quieres cogerlo, solo tienes que
abrirnos tu corazón y tu mente. Te recordamos que estamos en el centro de la
Tierra. No es casualidad que estemos aquí. Somos la semilla de la Tierra. Somos
la fuente de todo lo que está pasando aquí.
Somos lo que muchos de vosotros
fuisteis hace mucho tiempo, cuando juntos pusimos en marcha esta aventura.
Te hemos dicho que te diríamos
nuestro nombre, y aún no lo hemos hecho. Lo haremos ahora.
Somos los Lemurianos. Antes
estábamos en la superficie, y ahora estamos en el centro. Este es el camino que
siguen las semillas: de la superficie, al fondo.
Sabemos que tu corazón se calmará
si conectas con nosotros.
Pero, por supuesto, es una decisión
tuya, y nosotros no nos acercaremos más si no quieres.
Por nuestra parte, estamos
disponibles en todo momento.
Y tenemos muchas cosas que
contarte.
Desde el centro, con mucho amor,
mucha luz y mucha esperanza,
Los Lemurianos.
por Jan Enguita