Hay una Ley cósmica que dice...
Cada vez que uno de entre los humanos se alza en su interior,
abre su corazón y sus brazos,
se acepta a sí mismo,
derriba sus propias barreras
y da un paso hacia delante,
centenares de otros humanos
dan este mismo paso junto a él.
Si otros humanos dan un paso hacia delante,
la Tierra se aligera de su carga.
Si la Tierra respira mejor,
el conjunto del Cosmos se beneficia...
porque todos somos el Uno del Gran Todo.
Anne Givaudan