EL MISTERIO DE TUNGUSKA, ¡RESUELTO!

En la mañana del 30 de junio de 1908, en la región llamada Tunguska en Siberia (Rusia) hubo una explosión de 'origen desconocido' que liberó tanta energía como la equivalente a 230 bombas atómicas como la de Hiroshima, y arrasó 2.200 kilómetros cuadrados. 

Ha transcurrido poco más de un siglo y se ha escrito y especulado mucho sobre el origen de aquella enorme explosión que arrasó 2.200 kilómetros cuadrados de la Siberia Central.

Se dice que los londinenses y debido a la inusual luminosidad del cielo, aquella noche pudieron leer la prensa estando en la calle.

Muchos científicos creen que aquella catástrofe sin precedentes fue provocada por algún asteroide o algún enorme meteorito que explotó en el cielo de Siberia. Algunos investigadores, incluso creen que fue una gran nave interplanetaria extraterrestre accidentada que explotó.

El misterio sobre el origen de aquella tremenda explosión continuó mucho tiempo sin resolverse, hasta que en 1910 un ciudadano español llamado Pedro Cortezo, pastor de la localidad malagueña de Ojén fue contactado por seres de otros mundos que, entre otras muchas cosas, le explicaron que el planeta Tierra estaba custodiado y protegido por seres de otros mundos desde hacía milenios.

También le explicaron que debido a que un cometa llamado Biela iba a impactar contra nuestro planeta, un equipo de científicos extraterrestres de Marte decidieron destruir el cometa partiéndolo en dos, y así, evitar la extinción de toda forma de vida sobre la Tierra. Dispararon contra el cometa potentes rayos, similares a los láseres, desde uno de los satélites de Marte, Deimos.

Sin embargo, uno de esos rayos además de partir en dos a aquel cometa y salvar así a la población de la Tierra llegó incluso a impactar en la superficie terrestre en la zona de la Siberia Central, en la región de Tunguska.

Probablemente, nuestros Hermanos de las estrellas, después de aquel grave evento cósmico y planetario ocurrido en el año 1908, debieron considerar necesario explicar a la población de la Tierra lo que realmente ocurrió, y lo hicieron dos años después, en el 1910, a un pastor y no a un presidente de gobierno de una nación... 

Sabemos lo que habría ocurrido si hubieran contactado, por ejemplo, con una alta personalidad del mundo de la política o de la religión... ¡Nada habría trascendido a la opinión pública mundial!

Pero..., ahora, estas cuatro líneas aquí escritas y a pesar de que a muchos les dejará indiferentes..., ¡recorrerán el mundo! Y, el mundo, ¡tendrá otro motivo para reflexionar!, acerca de 'Aquellos' que tutelan y protegen a la Tierra y su población desde tiempos inmemoriales.

Por lo tanto, y sencillamente, una vez más y en este caso leyendo estas líneas, podemos deducir que nuestro planeta jamás será destruido ni por un asteroide, meteorito o cometa ni por ninguna Tercera Guerra Mundial, como muchos creen. 

¡¡Ahora, cada cual que crea lo que considere a bien, creer !!

Maryo Z.